Redescubriendo la madera

La American Hardwood Export Council (AHEC) y la IE Universidad de Segovia organizaron el pasado 15 de diciembre un workshop destinado a los alumnos de dicha universidad para conocer las principales características de la madera así como su uso adecuado en la construcción. También acudieron como invitados alumnos y profesores de la Escuela de Diseño de Segovia. Los futuros prescriptores pudieron conocer, de la mano de Juan Ignacio Fernández-Golfín, doctor ingeniero de montes, las ventajas y desventajas de la utilización de este material orgánico, tanto para una función decorativa como estructural.

En la presentación estuvieron también presentes el arquitecto y decano de la Escuela de Arquitectura de la IE Universidad, Javier Quintana, el profesor y arquitecto Fermín González Blanco y el representante de AHEC en España, Carlos Kasner, quien habló a los presentes sobre la madera de frondosas estadounidenses. En su ponencia se centró en la sostenibilidad del recurso forestal, las especies, sus credenciales medioambientales y mostró ejemplos de aplicaciones en obras de arquitectos de prestigio internacional.

Este workshop forma parte de un proyecto de colaboración más amplio entre ambas instituciones, que se prologará a lo largo del presente curso académico y cuyo objetivo es ampliar el conocimiento de los alumnos y explorar experimentalmente nuevas posibilidades de la madera de frondosas estadounidenses como material de construcción. Para ello los alumnos de arquitectura que este año presentarán su proyecto fin de carrera deberán plantear una instalación para un “Parque del viento” utilizando principalmente madera de frondosas estadounidenses.

Este ha sido el primero de los tres talleres a los que asistirán los alumnos, teniendo lugar los dos siguientes en marzo y junio de 2012. Como resultado final de la colaboración habrá una exposición en la Casa de los Picos de Segovia durante la celebración del Hay Festival Segovia el próximo mes de septiembre de 2012 en la que se podrá ver la maqueta, memoria y los planos de la instalación diseñada por cada alumno así como los detalles constructivos más interesantes desarrollados a mayor escala. A lo largo de su presentación Juan Ignacio Fernández-Golfín dijo que “cuando un arquitecto conoce la madera, se enamora de ella y ya no la abandona jamás a lo largo de su vida profesional”.

El doctor ingeniero de montes Juan Ignacio Fernández-Golfín comenzó su ponencia explicando a los alumnos de arquitectura que las cuatro principales características de la madera son que es un material anisótropo, higroscópico, heterogéneo y orgánico-biodegradable.

En el primer caso, la anisotropía, significa que la madera tiene un comportamiento distinto según la dirección (dirección axial, radial o tangencial) desde la que se la observe y cuyo "origen está en al estructura microscópica de la propia madera, magistralmente explicada por el Dr. Fernández-Golfín".

Como segunda característica, la madera es, según Golfín, “un material higroscópico” es decir, "un material que intercambia humedad con el ambiente buscando alcanzar su humedad de equilibrio higroscópico. Por ello la madera puede tener cambios dimensionales debido a procesos de hinchazón o merma que se solventan mediante procesos apropiados de secado hasta alcanzar la humedad de equilibrio propia de cada localidad". Es decir, que será distinta en localidades como Segovia o Valencia, por ejemplo.

El tercero de los puntos que destacó Juan Ignacio Fernández-Golfín es la heterogeneidad de la madera. Una heterogeneidad que parte de “su estructura anatómica distinta a nivel de orden, familia, género y especie”. También comentó que "Esta heterogeneidad se puede dar dentro de una misma especie dependiendo de las distintas condiciones de crecimiento". Ello es destacable, explicó, “porque para la misma especie puede haber también diferencias entre procedencias, porque para la misma especie y procedencia puede haber también diferencias en función de la selvicultura aplicada. Dentro de un mismo árbol, incluso, también pueden encontrarse diferencias”.

Comentó además que “estructuralmente la madera tiene diferencias y variaciones intra-arbol” y que “los nudos del interior de la madera debilitan la resistencia de la misma, aunque la dirección de la fibra es más importante que las fendas”. En cuanto al cuarto aspecto, Golfín remarcó la importancia de que la madera sea un material orgánico, “subproducto resultante de la fotosíntesis, por lo que al acabar su vida útil se degrada por sí misma volviendo de forma natural al suelo, enriqueciéndolo y sin perjuicio para el medio ambiente”.

Por su parte, Carlos Kasner realizó una ponencia sobre la madera de frondosas de EE UU, de la que comentó que representa un 8% de los bosques de frondosas de todo el mundo, pero el 24% de la producción mundial. La superficie forestal de frondosas se renueva en Estados Unidos mediante regeneración natural, lo que permite una gran biodiversidad.

Contrariamente a lo que pueda pensarse, la superficie forestal en EE UU es propiedad mayoritariamente de pequeños propietarios privados, no industriales, siendo tierras que pasan de padres a hijos. En el sistema de explotación utilizado, el aprovechamiento siempre es inferior al crecimiento para así mantener sostenibilidad del recurso forestal. En cuanto a la exportación, Kasner destacó que “es cada vez más importante para EE UU, ya que ha ido creciendo su importancia respecto al total de producción, pasando de un 9% de producción en 2003 a más del 16% de la producción en 2011, siendo en este momento China es el principal consumidor exterior, seguido por la Unión Europea”.

También destacó Carlos Kasner la “amplia variedad de frondosas templadas, que presentan grandes oportunidades de diseño” y quiso dejar claro que “todos los materiales quieren ser 'verdes', pero no todos pueden demostrarlo científicamente”.

En este sentido, comentó que “para medir si un producto es ecológico, hay que evaluar todo su proceso desde su origen, pasando por su transformación y puesta en servicio hasta la terminación de su vida útil y destrucción” porque en muchos casos, el concepto ecológico se manipula para hacer creer a la opinión pública que un producto es respetuoso con el medio ambiente, cuando en realidad sólo lo es en un determinado aspecto y no lo es en todos los demás.