La Catedral de Notre-Dame renace de las cenizas de manera sostenible
La reconstrucción de Notre-Dame de París, un hito histórico devastado por el incendio sucedido en el año 2019, ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad ambiental con la certificación de proyectos PEFC para el uso de roble macizo en la restauración de su techo. Después de un esfuerzo monumental para reconstruir la respectiva zona de la estructura con ese mismo material, el Instituto de Tecnología FCBA, en colaboración con PEFC Francia, ha otorgado la certificación a Rebâtir Notre-Dame de París, la entidad encargada de la reconstrucción.
Un compromiso con el legado cultural y la industria forestal
La restauración ha sido un compromiso tanto con el patrimonio cultural como con el natural, ya que hablamos de un edificio con siglos de historia que se esconden y se sostienen bajo sus cementos. En primer lugar, los diversos armazones medievales que incluye la catedral y, que datan del siglo XIII y XIX, han sido restaurados utilizando técnicas y materiales idénticos a los originales, preservando así la esencia histórica de la catedral.
En segundo lugar, se trata de un proyecto de inmensa importancia, que sin duda, necesitaba reunir a un equipo humano que deslumbrase por su profesionalidad y perfeccionismo. En otras palabras, son numerosas las personas que se han visto involucradas en la reconstrucción de Notre-Dame. Concretamente, la iniciativa ha reunido a toda la industria forestal y maderera francesa, desde representantes de bosques estatales hasta empresas transformadoras, en un esfuerzo por garantizar la sostenibilidad en cada etapa de la reconstrucción.
Christine de Neuville, presidenta de PEFC Francia; Philippe Jost, presidente de Rebâtir Notre-Dame de París; Rémi Fromont, arquitecto jefe de monumentos históricos.
Certificación de proyectos PEFC: una garantía de compromiso
Si nos centramos en la certificación obtenida, cabe destacar que no se trata de un reconocimiento cualquiera, ya que PEFC garantiza que el roble utilizado proviene de fuentes sostenibles, abarcando todo el proceso de construcción. Es decir, se tienen en cuenta todas y cada una de las fases que se han llevado a cabo para materializar el proyecto. Estas etapas pueden ir desde la autoridad contratante, hasta los arquitectos y gestores del proyecto, asegurando un enfoque responsable desde el punto de vista medioambiental, social y económico en todo momento. De hecho, si aportamos cifras, se estima que más del 80% de los troncos utilizados en la restauración del techo están certificados por PEFC, lo que se traduce en prácticamente la totalidad de las cantidades empleadas de roble macizo.
“Esta movilización sin precedentes de la industria para restaurar un símbolo del patrimonio francés es una ilustración perfecta de visión y determinación que PEFC ha estado persiguiendo durante los últimos 25 años”, ha expresado Christine de Neuville, presidenta de PEFC Francia, en el acto de entrega de la certificación. Por su parte Philippe Jost, presidente de Rebâtir Notre-Dame de París, la empresa a cargo de la reconstrucción, ha manifestado su inmenso agradecimiento a todos los actores implicados, que no han sido pocos, desde “el ONF, France Bois Forêt y sus miembros, los alcaldes de las comunidades forestales, los propietarios privados y sus representantes y los aserraderos de toda Francia, que han donado árboles y han procesado la madera”.
Christine de Neuville (PEFC Francia), Philippe Jost (Rebâtir Notre-Dame de París) y Rémi Fromont, arquitecto jefe de monumentos históricos, rodeados de representantes de la industria forestal y maderera francesa.
En todo caso, la certificación PEFC es un hito en el proceso de reconstrucción de Notre-Dame, destacando el compromiso con la sostenibilidad ambiental y la preservación del patrimonio cultural. Este logro es una muestra de los grandes resultados que se pueden conseguir cuando diversos sectores se unen bajo el poder de la colaboración para abordar, en este caso, el que ha sido uno de los desafíos medioambientales y culturales más apremiantes de nuestros tiempos.