El Congreso de Fusta Constructiva evidencia el notable aumento de las construcciones en madera
La 6ª edición del Congreso de Fusta Constructiva, que organiza anualmente el Gremi de Fusta i Moble de Cataluña puso énfasis en el buen momento que vive el sector de la madera. Una doble jornada congresual donde se analizaron los nuevos usos constructivos, aunque el sector debe hacer frente a varios desafíos como la mejora de la gestión forestal y el crecimiento industrial, para dar respuesta a una demanda en crecimiento.
El Aula Magna de la UPC-Campus Nord fue escenario los días 29 y 30 de noviembre de una nueva edición del Congreso de Fusta Constructiva. Un espacio de debate, divulgación e investigación alrededor de la madera en el nuevo paradigma de la construcción industrializada. Un punto de encuentro del sector donde, además de poner de relieve los beneficios de este material, se expusieron casos prácticos de edificios singulares que van a dibujar, en los próximos meses, localizaciones en varios puntos de la península como Cataluña, una de las comunidades autónomas más activas en el uso de la madera en edificaciones.
La madera cuenta con importantes beneficios, para dar respuesta a las nuevas necesidades constructivas, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y reducir, así, el impacto medioambiental asociado al sector de la construcción. La madera se ha erigido como uno de los elementos clave de esta transformación sectorial, sin embargo, como expuso Anna Martín, es importante cuantificar su ciclo de vida y su declaración ambiental “para asegurar que las prácticas durante su producción y transformación son sostenibles”.
Precisamente, una de las empresas que prevé en 2025 incluir en el mercado CLT de proximidad y dinamizar la industria local es Boix. Carles Martí, CEO de la compañía, presentó su plan que aportará, no solo valor añadido a los bosques por su gestión forestal, sino un crecimiento demográfico a través de la innovación y la investigación. “Tenemos suficientes recursos, pero, no solo producimos, sino que importamos. Nuestro gran objetivo es valorizarlo. Se nos presenta una gran oportunidad para crear productos de gran valor para la construcción que, además, permiten contener el CO2. El CLT está creciendo exponencialmente en el sector de la construcción. Disponemos de esta madera de proximidad y tenemos la capacidad industrial de asumir este reto”.
Precisamente, potenciar la madera local fue una de las propuestas de Jordi Gené, director del Institut Català de la Fusta, pero, para ello, se debe determinar el uso de cada madera para su uso constructivo. “Se han visto ejemplos de cómo con la madera se pueden realizar construcciones que, hoy en día, son un ejemplo arquitectónico. La madera tiene unas singularidades inherentes que marcan su caracterización, para determinar sin puede encajar en aspectos estéticos, estructurales o mecánicos”.
Sin embargo, durante la mesa redonda ‘Innovación e industria’, Adrián Eiras de Cadwork, reconoció que “hay una muy buena base tecnológica en el sector. Pese a que vamos a distinto ritmo que en otros países de Europa, vamos por el buen camino. Que se construyan más edificios en madera está cambiando las reglas de juego”.
Además, como matizó Jordi Pons de Hundegger, “existe una buena base, pero vamos hacia un boom de construcciones en madera. Disponemos de empresas pequeñas, las cuales no están preparadas para absorber el volumen de la demanda a futuro. Además, muchas de estas compañías acusan falta de mano de obra, así que puede ser el momento de acelerar la automatización”.
De hecho, si no se trabaja en la gestión forestal, este recurso puede perderse debido a los incendios, así que, como espetó Carles Marí de Boix, mecanizar la extracción de la madera desde el propio bosque puede ser el primer paso para consolidar el proceso productivo, ante una demanda que está despertando”.
Edificios singulares en madera
La recta final del Congreso se dedicó a dar a conocer edificios singulares construidos, o en fase de construcción, que cambiarán la imagen de muchas ciudades. Por ejemplo, el edificio de Pallars, 489 compuesto por 42 viviendas que expuso . “Pensar de forma industrializada nos permite optimizar los recursos”, reconoció Josep M. Fabregat, arquitecto del ETSAB.
Una construcción que destaca por su estructura de madera, aunque también incorpora otros elementos prefabricados, para generar una construcción estandarizada con piezas seriadas. “Tanto las propias ventanas, que incorpora 126 unidades totalmente idénticas, como las barandillas e incluso los baños, se plantean para construirse en taller. La planta baja es de hormigón por su tamaño y situación en la ciudad, pero la estructura y otros elementos del edificio son industrializados. Es una batalla ganada por tiempo y por el momento crítico actual de falta de mano de obra, ya que se requieren menos empleados”.
Por su parte, Daniel Ibáñez, arquitecto y director del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña, manifestó que el cambio climático es una realidad y que el uso de la madera en construcción podría mejorar el impacto medioambiental y la huella de carbono de los propios edificios.
Uno de estos ejemplos es el proyecto Terrazas para la Vida, edificio que está llamado a ser el más alto construido en madera en Cataluña. Cuenta con una cimentación y planta baja en hormigón, tras la cual, se levantan 8 plantas en CLT. Aunque el proyecto va más allá del aspecto constructivo, ya que pretende aunar naturaleza con vida en comunidad.
“Este edificio tiene varios atributos que lo harán singular. De este modo, en la parte superior del edificio existe un remanente que se convertirá en un invernadero solar, para producir los alimentos necesarios para sus residentes. Además, en la planta baja está prevista la creación de un ateneo de fabricación digital, para crear muebles o piezas que requieran sus usuarios, mientras que en las terrazas en doble o triple altura se incluirá vegetación. La madera no solo ha venido para sustituir otras materialidades, sino que conlleva un cambio en la forma de hacer construcciones. Como arquitectos tenemos la responsabilidad de generar este lenguaje”.
Otro de los ejemplos de construcción en madera es el Casal de Barrio de Trinitat Vella, un edificio que destaca por su apertura a la comunidad, cuya piel de madera de Pino Radiata le confiere le confiere calidez y resistencia en un espacio de comunicación y abierto a la comunidad. Carol Beuter de Haz Arquitectura destacó algunas de las singularidades de este proyecto, como los pozos canadienses o los patios interiores, que actúan como chimeneas de ventilación, además de su compromiso tras la vida útil del propio edificio, ya que se ha diseñado para ser fácilmente desmontable. “Es un edificio compacto, que no pierde visual con el exterior”, remarcó.
Por su parte, Ignasi Caus, gerente de Tall Fusta, expuso un caso de éxito de rehabilitación en madera. La industrialización se abre camino en reforma, en este caso, de fachadas como en el edificio Financiera de Andorra, en Andorra La Vella, donde se actúa en la fachada, no solo para mejorar su estética, sino ptambién su eficiencia energética. Por este motivo, se ha apostado por la madera y, para reducir su mantenimiento, se acabará con paneles de Trespa, garantizando unos criterios Passivhaus, a partir de una envolvente térmica mediante muros de entramado ligero industrializados. “El objetivo de este edificio de 1970 es que sus acabados, en un 95%, procedan de fábrica para la construcción industrializada”.
Finalmente, Node debe ser la nueva sede de Andorra Telecom. Un proyecto majestuoso que presentaron Xavier Orteu y Jesús Marín de Orteu Riba Arquitectes y que será una realidad en 2026. “Se trata de un edificio que encapsula a uno ya existente, además de destacar por su voladizo de 14 metros”, reconoció Jesús Marín.
La particularidad de este edificio es, sin duda, este voladizo, pero también se pretende que la construcción se relacione con el entorno. “Atendiendo a parámetros de sostenibilidad, el edificio se eleva, siendo su imagen más significativa la que se proyecta en la zona comercial de la avenida Meritxell”, añadió Xavier Orteu.
Un proyecto que se ha diseñado bajo la metodología Level(s) “porque analiza la vida útil de los materiales, para reducir la huella de carbono”, añadió Marín, reconoció que deben afrontar varios retos. Por un lado, debido a que el edificio ‘encapsulado’ alberga los servidores de la compañía de telecomunicaciones, se deben reducir las vibraciones; y, además, en su interior debe primar un espacio flexible para oficinas, mientras que en la planta -1 albergará un Centro de Artes Digitales. El proyecto está previsto que empiece en enero de 2024 y concluya tras 30 meses de trabajo.