La madera, el material del siglo XXI, aplicado a la nueva cocina
9 de marzo de 2011
La Cucina de Thun pretende llevar deliberadamente a un momento anterior a los aparatos de cocina y a la mecanización, cuando el centro de la más sencilla cocina era la convivencia. “No soy amigo de todos esos aparatos eléctricos”, declaró Thun. “Atentan contra la naturaleza de nuestro enfoque mediterráneo, que gira alrededor de unas sillas y una charla con la nonna (abuela)”.
Así, a la entrada de una exposición que muestra alguna de las más avanzadas tecnologías, Thun llevó a cabo un enfoque deliberadamente simple. Su cocina se centró en tres temas clave: un trípode central con una olla, una zona para la preparación de la comida y otra para su almacenamiento. En medio había taburetes y, a los lados, bancos de madera para poder llevar a cabo las actividades de mayor importancia: hablar y comer.
La abundante madera escogida para la instalación fue nogal negro estadounidense para el mobiliario de almacenamiento y de preparación de la comida, kauri antiguo para la fuente y la mesa/ala de trabajo, roble blanco estadounidense para el suelo y cedro para los taburetes centrales y bancos perimetrales.
Una historia de sostenibilidad
La madera de nogal negro estadounidense proporcionada por la American Hardwood Export Council (Ahec) y utilizada en La Cucina tiene también una historia de sostenibilidad que contar ya que provino del reciclaje de la madera de la instalación realizada en la tienda Marni en Milán en abril de 2010 y que fue otro proyecto de cooperación entre Matteo Thun, Riva 1920 y Ahec desarrollado durante la Semana del Diseño de Milán.
La madera para La Cucina se cortó y preparó en la empresa del fabricante de muebles Riva 1920, al norte de Milán, y allí Thun remodeló algunos de los elementos para dejar su cocina ‘al dente’.
Los elementos de La Cucina vuelven a ser deliberadamente sencillos, estantes abiertos en los que todo queda a la vista. “Se encuentra inmediatamente aquello que se necesita para cocinar”, dijo Thun. “Al contrario que en las cocinas americanas, donde todo está oculto. En ellas hace falta una buena memoria”.
Pero aunque critica abiertamente la necesidad de tener una buena memoria a la hora de preparar la comida, la memoria es una de las razones por las que Thun adora la madera. Dijo “la belleza no está sólo en el aspecto natural de la madera. Está sobre todo en la memoria que en ella queda impresa del cómo se ha empleado antes”.
Thun está convencido de que “la madera es el material del siglo XXI, no el cemento. En un día de lluvia, la madera del interior absorbe la humedad y hace que nos sintamos mejor. También mejora la acústica”.
Thun describe su propio diseño de mobiliario diciendo: “Estamos volviendo a la ausencia de diseño, a un diseño elemental. No se trata de formas, sino de volver a la máxima sencillez”. Sus bancos son verdaderamente sencillos, pero son sumamente elegantes, con una delicadeza que únicamente puede surgir de una espléndida comprensión del comportamiento de este material. De hecho, este arquitecto rinde un tributo a los fabricantes de bancos cuando dice: “Riva comprende que el detalle no sólo es belleza, sino también garantía de duración, de duración estética”.