Automatización en el sector de la madera
Chambalo apuesta por la flexibilización de su producción
11 de marzo de 2011
“Realizamos trabajos e ebanistería, muy elaborados y de alta calidad, en maderas nobles” Explica Juan Martín Díez, gerente de esta prestigiosa empresa de Peñafiel. “Nos adaptamos exactamente a lo que el cliente nos pide; para ello nunca hemos escatimado esfuerzos ni recursos para contar con las instalaciones y la maquinaria más adecuada que nos ofrece el mercado”.
Fabricación muy flexible
En 1992 Chambalo llevaba a cabo su primera ampliación relativamente grande; entonces con maquinaria convencional. En 1996 se incorporaban a la planta centros de mecanizado a control numérico y equipos de diseño de mobiliario con CAD; integrando plenamente la informática a la producción y adaptándola a un producto semiartesanal o semi-industrial que es el que distingue a esta firma en el mercado.
En el año 2001 se completa este proceso de modernización de la empresa, dotándola de una infraestructura muy completa de casi 5.000 metros cuadrados que, por razones de espacio, logística y funcionamiento interno óptimo llevaron a la decisión de trasladar la fábrica al nuevo polígono industrial de Peñafiel, donde Chambalo tiene perfectamente compartimentadas las secciones de elaboración de chapa y mecanizado de panel y macizo.
“Somos muy flexibles en nuestro proceso de fabricación” remarca Juan Martín. “Además de calidad, el cliente exige rapidez de respuesta; tanto el particular como el intermediario que lleva nuestro mobiliario a los mercados exteriores. Sólo con una infraestructura muy buena, flujos rápidos y fiables de información y un proceso muy flexible se es capaz de conseguir un alto nivel de calidad en los tiempos que exige nuestro cliente”.
Fruto de esta filosofía, basada en obtener estándares de calidad muy altos, Chambalo ha comprado recientemente a Maesma una sierra múltiple FlexiRip de Raimann; una máquina cuyo cometido obedece al criterio de flexibilizar al máximo los procesos de producción. “Es una máquina muy versátil” explica Juan Martín Díez, “permite realizar buena parte de los trabajos de corte transversal, con la gran ventaja de que una única persona maneja la materia prima, de forma muy ágil, y se obtienen cortes mucho más limpios que si se realizaran con una sierra de cinta, optimizando un material muy valioso y eludiendo posteriores procesos de arranque de viruta”. Con la FlexiRip de Raimann, Chambalo ha aparcado la sierra vertical y ya realiza toda su labor de deshilado en esta sierra con disco de corte longitudinal. “Su potencia y capacidad de corte son importantes, lo que permite además elaborar tabla de grosores pequeños y anchos grandes, para ciertos trabajos cuya ejecución sería muy lenta en la cierra de cinta” concluye el gerente de Chambalo. “El disco, aunque arranca inicialmente más viruta, hace un corte más limpio y más derecho, obteniendo en consecuencia un mayor rendimiento”.
Gestión impecable de la madera
En Chambalo, tan importante como la tecnología flexible y de alta fiabilidad es el aprovisionamiento de materia prima de calidad. Distingue a la firma vallisoletana el buen uso que hace del nogal español, aunque también emplea para realizar sus muebles y elementos de carpintería fresno, roble, cerezo (para interior) y teca, iroko o ipé para la carpintería exterior. “Nosotros mismos gestionamos directamente la compra del nogal español, desde el árbol en pie y su arranque hasta su clasificación, aserrado y enrastrelado” señala Juan Díez. “Secamos la madera, primero al aire y después en cámaras artificiales, en nuestras propias instalaciones, hasta lograr su grado higrométrico ideal y liberarle de tensiones; algo fundamental para fabricar mueble en macizo”.
Dado que este proceso es largo y complejo (dura entre dos años y medio y tres años), Chambalo se ve obligada a hacer acopio de grandes estocajes de materia prima.
Apertura de nuevos mercados
Gracias a una materia prima exquisita, una infraestructura capaz, un producto diversificado y un proceso de producción muy flexible, Chambalo ha podido abrir nuevos mercados en el exterior. “Primero fue el norteamericano”, concluye Juan Martín, “y además realizamos operaciones puntuales en plazas europeas como Francia, Alemania e incluso Italia. Es la salida natural al problema que tenemos planteado en el mercado interior; esto nos está permitiendo mantener una carga de trabajo en la fábrica, porque las entradas de pedidos se han reducido sensiblemente”.