Jornada técnica de Maesma en el Aserradero de Valsaín
21 de octubre de 2010
“Somos capaces de ofrecer soluciones reales que existen en el mercado” afirmó ante los 72 empresarios que asistieron a la jornada Juan Manuel Álvarez, gerente de Maesma, quien añadió: “No disponemos solo de maquinaria; ponemos a disposición de nuestro cliente asesoramiento y servicio. Salgamos de esta crisis haciendo cosas diferentes”.
El encuentro en Valsaín de todo el equipo que conforma Maesma con industriales del sector de primera línea, provenientes de numerosas regiones de España, no fue casual. La firma vizcaína quiso mostrarles un ejemplo claro y vivo de cómo una instalación condenada al cierre si persistía en cortar madera se ha convertido en un modelo de automatización y ahorro de costes, optimización de recursos y aprovechamiento de sus residuos. “Mostrando cómo la Fábrica de Maderas de Valsaín ha logrado multiplicar el valor añadido de su madera hemos conseguido durante años hacer ver a muchos pequeños aserraderos de España que es posible realizar un producto a medida del cliente clasificando, saneando y secando” explicó Juan Manuel Álvarez, “Además, podemos aprovechar y dotar de valor a todos los restos y residuos que genera la instalación”.
Guiados por su director, Adolfo Rueda, los asistentes a la jornada visitaron la nueva sierra y las áreas de clasificación, optimización y unión mediante finger-joint del Aserradero de Valsaín, una fábrica que transforma en torno a 10.000 metros cúbicos de madera anuales.
La prestigiosa firma germana Weinig, representada en media España por Maesma, es capaz de planificar un sistema integral para la fabricación económica de madera laminada encolada, vigas laminadas dúo y trío, madera y tableros macizos para la construcción (empalme mediante finger-joint), piezas dimensionadas para carpintería, puntales y planchas de encofrado, kits completos para casas de madera, productos perfilados y cepillados, parquet y muebles macizos, etc.
A todo ello se suma la opción de optimizar madera, es decir, de ahorrar dinero. “Según precisemos reducir el desperdicio de madera, incrementar su valor o bien obtener mayor número de piezas por tabla, existen soluciones a medida para aumentar el rendimiento de cada serrería” explicó Christian Frank, representante del Departamento Técnico de Optimizadoras en Dimter. “Nuestras tronzadoras permiten al aserradero eliminar los defectos, ayudan a los fabricantes de palés y embalajes a obtener largos fijos y, conectadas con una moldurera, ofrecen a los fabricantes de ventanas o suelos perfiles acabados con una calidad insuperable”. A todo ello hay que unir veinte años de experiencia con prensas en continuo para producciones altas, medias o bajas de tablero alistonado, vigas y perfiles para ventanas.
Aprovechamiento de los residuos
Las posibilidades de mejorar no terminan en la producción, sino en el aprovechamiento de los restos y residuos que genera la fábrica.
César Tavares, gerente de Ventil, firma representada por Maesma, explicó en el Aserradero de Valsaín que “la biomasa que sobra del proceso de producción se convierte en una oportunidad de negocio si la convertimos en pellets o briquetas, o bien la desplazamos a una caldera para que genere calor para nuestros secaderos, líneas de acabado o sistemas de calefacción de las naves. Todo lo que se transforma en la industria de la madera se puede aprovechar —aclaró Tavares—. No hay que mirar la aspiración como un problema o un coste, sino como una oportunidad”.
Además de los silos y calderas que Ventil ha instalado en Valsaín, las trituradoras de Weima, ubicadas en puntos de recogida bien estudiados, organizan el desperdicio que no es posible enviar a la aspiración, para después convertirlo en briquetas.