Construir acorde con la naturaleza
Stefan Natke, Biohaus Goierri, S.L.
02/09/2020¿Se puede construir acorde con la naturaleza en tiempos de máximo desarrollo industrial? Sí, se puede. Más que esto, en los tiempos actuales en que la tecnología está avanzada como nunca y los recursos de la tierra comienzan a escasear, es necesario plantearse un modo de construcción que ya desde su principio, desde la elección de los materiales a emplear, esté pensado en gastar lo menos posible en energía y evitar materiales no renovables. Es evidente que el omnipresente material de hormigón armado, que revolucionó el mundo de la construcción en su día, es imprescindible en algunos tipos de obra como por ejemplo grandes puentes, puertos, cimentaciones etc., pero en edificios menores como bloques de viviendas u oficinas, salones deportivos o escuelas, no es obligatorio utilizar éste material tan caro en gasto energético para su producción sino que se puede reemplazar fácilmente por otros materiales menos costosos y de fuentes renovables.
Unos ejemplos: en el año 2010 se construyó en Londres un edificio de 10 plantas de altura en madera. Solo para la planta de sótano y la primera se empleó hormigón. Todo lo demás, incluso la caja de escaleras y ascensores, fue construido en KLH / CLT, madera contralaminada, un modelo constructivo de la madera técnica como llamamos a este tipo de madera con una geometría artificial, que nos permite elaborar secciones que en la naturaleza no se pueden encontrar. Paneles de madera maciza, de 13,50 m de largo y 3,50 m de ancho en diferentes grosores nos dan múltiples posibilidades de uso. La combinación con las vigas laminadas (GL24 /36) que se conoce desde hace ya unas décadas, nos permite unas construcciones modernas, amplias al más alto nivel. También se puede combinar con los materiales clásicos como el hormigón o el acero si es preciso y se configuran así edificios híbridos.
El acondicionamiento contra incendios de las estructuras de madera se consigue mediante su revestimientos con tableros de fibra-yeso o por aumento de sección. Este fabuloso material renovable que se llama madera, no solamente nos proporciona materia prima suficiente para las estructuras sino incluso para el aislamiento térmico y acústico de los edificios nos ofrece su fibra.
Mucho más lógico que hacer un material aislante que como materia prima tiene roca, materia inorgánica con extrema conductividad (2,3 roca sedimentaria) térmica que con un empleo enorme de energía se tiene que convertir en fibra, es el uso de los residuos de la industria forestal para conseguir fibra de madera material que por sí mismo tiene una conductividad mucho menor que la piedra (Pino/Abeto 0,13). Además la elaboración de la fibra de madera es mucho más sencilla que triturar piedra. Pionero en ello ha sido una empresa alemana que se llama Gutex, ubicada al sur de la Selva Negra y que empezó ya en el año 1932 con la fabricación de tableros de fibra de madera con el fin de aislar térmica y acústicamente las estructuras de madera de las anchas cubiertas que se construyen en esta zona.
Hoy en día existen tableros de fibra de madera en muchos formatos y con características distintas, cada uno de ellos concebido para su uso concreto en cada lugar de un edificio y para la función que tiene que cumplir. Incluso existen mantas flexibles de este material y fibra a granel para insuflar en espacios huecos de difícil acceso o de entramados. Con distintos aditivos naturales como por ejemplo el látex, se hidrófugan los tableros bajo teja y con otros de tipo mineral se reduce la inflamabilidad.
En los últimos años este tipo de aislantes como la fibra de madera o la celulosa como reciclado del papel están en auge. Distintos fabricantes han surgido y la empresa pionera Gutex se ve obligada a invertir en una fábrica nueva para el año 2021 ya que la demanda es tal que no pueden satisfacerla con la planta existente. Cabe de añadir que existe otro argumento pesado para el uso de la madera en todo lo posible, que es el de que cada m3 de madera contiene unos 840 kg de CO2, es decir que funciona como almacén de óxido de carbono evitando así su liberación a la atmósfera, cosa que tanto nos preocupa en éste momento.
Solamente en el mencionado edificio Stadthaus N°1, Murray Grove, en Londres se emplearon 905 m³/ 7.000 m² en planchas de madera maciza de KLH de madera aserrada certificada PEFC, paredes de KLH 5s 128 mm y forjados de KLH 5s 146 mm que equivalen a 760 toneladas de CO2 combinado. Cada ventana, cada silla o juguete de madera nos libra un poco de la sobrecarga que tiene que aguantar la atmósfera en estos momentos.
Construir con madera hoy en día no quiere decir que volvamos a vivir en cabañas como en siglos pasados sino al contrario en casas de alto rendimiento y de máximo confort, gracias a las tecnologías avanzadas de las cuales nos podemos servir. Londres no se quedó como un caso aislado, luego surgieron mucho más obras de este tipo incluso barrios enteros como en Viena o edificios singulares como en Barcelona las viviendas La Borda, en Tarragona el edificio emblemático de las oficinas de Schwartz-Hautmont, empresa de acero que se decidió para la edificación de sus oficinas por una construcción hibrida de acero y madera.
Lógicamente lo que hace falta para una construcción intensiva con madera técnica es una silvicultura adecuada y bien planificada que esté al tanto para poder abastecer un mayor uso de la madera en la construcción. Esto no sería una cosa que nos perjudique como es el devastamiento de los montes por las canteras o la carrera y las guerras por el petróleo, al contario, cultivar bosque es un buen hacer, una actividad noble que puede dar trabajo a mucha gente y que concuerda con nuestras necesidades como especie humana con las necesidades y la reproducción de la tierra, igual que la agricultura sostenible. De este modo nos acercaríamos un poco más a la vida acorde con la naturaleza y no en contra de ella, de la que somos solo una pequeña parte.