Tableros Muñoz Cuenca propulsa su competitividad, de la mano de Homag

Tableros Muñoz Cuenca (TMC) es una empresa familiar dedicada a la venta, distribución y transformación de una amplia variedad de productos de madera. Es puntera en la incorporación de maquinaria para la transformación de la madera con la más avanzada tecnología, y su vocación es “dar soluciones a los clientes, de la forma más ágil posible”, resume Luis Felipe Muñoz, gerente de TMC, en los procesos principales que realizan, como son el corte, el canteado y el mecanizado de paneles.

En los años ochenta Tableros Muñoz Cuenca fue pionera en Madrid al incorporar el servicio de canteado del panel. Ofrecíamos esta novedad a nuestros clientes, mientras los almacenes vendían la mercadería tal cual la compraban, incluso hoy algunos lo siguen haciendo así.

La empresa empezó poco a poco a mirar más allá de lo que era su barrio y su calle. “Llegó el momento en el que nos dimos cuenta que habíamos tocado techo en Madrid, y decidimos marchar a Rivas, decididos a crecer y diferenciarnos, invirtiendo en tecnología y aportando valor añadido al producto”.

La evolución ha sido grande, hasta llegar a convertirse en un almacén que ha apostado por la automatización, como modo de fabricación a seguir, por dar un valor añadido cada vez mayor al producto y un servicio cada día mejor a sus clientes.

Esta empresa madrileña nació en el año 1975, de la mano de Heliodoro Muñoz y Nicomedes Cuenca. El negocio se fue perfilando poco a poco, orientándose hacia la carpintería y la distribución del tablero, hasta convertirse en una referencia como “tercerista”, gracias a la adquisición de automatismos y máquinas de corte, canteado y mecanizado potentes y fiables, de la marca Homag.

Así, progresivamente, se pasó de una época en la que todo era manual, de carga y descarga, a crecer y mejorar gracias a la automatización, cuyo máximo exponente es la reciente adquisición de un almacén inteligente para la preparación de los pedidos. Lotes unitarios que se sirven con rapidez y alta calidad en el acabado, atendiendo a las necesidades de un cliente más y más exigente, “y sin decir a nada que no. Ese valor añadido, esa aportación, esa transformación que requiere y demanda nuestro cliente, es lo que nos ha hecho crecer y consolidarnos”, afirma Luis Felipe Muñoz.

“Indudablemente, para nuestra empresa, Homag ha sido un aliado importante -prosigue el gerente de TMC-. Es caballo ganador y una apuesta segura, que encaja con nuestra forma de entender el negocio, ya que ofrece soluciones que nos ayudan a diferenciarnos en el mercado. En un principio no pudimos acceder a ella, y tuvimos que apoyarnos en marcas más asequibles, pero en cuanto pudimos adquirimos una primera seccionadora de Homag y, a partir de ahí, todo vino rodado; su asesoramiento ha sido siempre oportuno y acertado, tanto en la venta como en la postventa”, relata Luis Felipe Muñoz.

En el almacén inteligente de Tableros Muñoz Cuenca no hay una seccionadora anexa al mismo.”Nuestra línea de trabajo siempre ha sido dar valor añadido al producto, tal y como demandan nuestros clientes, y ese valor añadido está también en servir los pedidos con rapidez -reafirma Luis Felipe Muñoz-. Hemos tratado siempre de no depender de una única máquina que haga todo el proceso, y por ello hemos duplicado e incluso triplicando los medios de producción. Actualmente tenemos seis seccionadoras y cuatro canteadoras. Aun así, había momentos en los que no conseguíamos sacar el máximo partido a las máquinas, y ahí surgió la idea de que el cortador estuviera más tiempo cortando y no preparando material para cortar”.

Tras observar con detenimiento el funcionamiento en Alemania de algunos almacenes inteligentes sin seccionadoras en su salida, cada vez son más rápidos y con un software más potente, Tableros Muñoz Cuenca decidió realizar una inversión de este tipo, con Homag. “Hemos conseguido una reducción de tiempo en el proceso de corte y los pedidos fluyen con mucha más agilidad desde el primer momento”.

En efecto, en este almacén inteligente se preparan los materiales para que, cuando llegue la lanzadera que lo comunica con la nave anexa, donde se transforma el tablero, todo esté preparado y organizado, por lotes de fabricación. Obviamente, se ha empleado el programa CUT-Rite para la máxima optimización de los paneles. Cuando el operario de corte viene a por sus hojas de trabajo, el material ya está preparado y lo lleva directamente a la sierra. Son seccionadoras que llevan mesas elevadoras y son automáticas. “Puedes introducir un paquete caótico y ellas solas gestionan ellas solas, dejando libre el almacén para cubrir otras necesidades que tiene el negocio”, explicaLuis Felipe Muñoz.

En la fase de mecanizado, Tableros Muñoz Cuenca también aporta un importante factor diferenciador, con la adquisición de un centro de mecanizado y canteado con 5 ejes. “Partíamos de máquinas que no tenían quinto eje -relata el gerente de la prestigiosa firma de Rivas Vaciamadrid-. Anteriormente a esta tecnología teníamos un BAZ pero, fieles a nuestra filosofía de no decir a nada que no, surgió la necesidad de dotarnos de tecnología de 5 ejes, con la cual hacemos las piezas más complejas y nos permite, con menos utillaje, resolver trabajos que anteriormente teníamos que suplir con demasiadas herramientas. La nueva máquina es muy versátil y, además, nos permite cantear piezas curvas, con muchísima fluidez”.

Con las soluciones de Homag, el sello TMC ha ganado un enorme prestigio en el mercado. Cualquier tipología de cliente, principalmente el que no tiene acceso o no puede permitirse tener cierta maquinaria, muchos empleados o una gran instalación, acude a TMC para resolver cualquier necesidad que tenga, y es atendido de inmediato. “La calidad, la rapidez y la inmediatez priman y en esa línea vamos a seguir en el futuro”, concluye Luis Felipe Muñoz.

Tableros Muñoz Cuenca es un almacén transformador de paneles que camina con paso decidido hacia la industria 4.0, con vocación de ofrecer un servicio lo más rápido posible al cliente.

El proceso que sigue Tableros Muñoz Cuenca en su oficina de producción, desde que llega un pedido hasta que el lote está preparado para el clientes, se ha acortado notablemente. El pedido llega a la oficina desde el despacho de atención al público, por correo eléctronico, teléfono o, todavía hoy, por fax. A partir de ahí se generan una serie de hojas de corte que se procesan en el optimizador CUT-Rite de Homag, que a su vez está conectado con las máquinas seccionadoras.

Abastece la fábrica un nuevo almacén inteligente de Homag, donde se están recogidos, ordenados y clasificados toda la variedad de paneles que maneja TMC en la actualidad.

Una vez que las máquinas de corte ejecutan las órdenes, las piezas cortadas pasan a ser canteadas y mecanizadas, hasta que se obtienen lotes completamente terminados, listos para entregar al cliente.

“La principal ventaja de trabajar con esta tecnología es que así se termina con los tiempos muertos -remarca José Antonio García Hernández, encargado de producción en la empresa madrileña-. Antes, el operario de la seccionadora tenía que prepararse su material, mientras que ahora va directamente al almacén inteligente y ahí tiene preparados los pedidos. Se ha agilizado enormemente el proceso de corte”.

Otra gran ventaja es que antes del día de fabricación de los pedidos, se puede dejar todo listo, ya que el almacén inteligente no cesa de gestionar el material. De hecho, numerosos lotes se preparan en horario nocturno. “Dejamos programadas las órdenes al almacén inteligente y cuando a la mañana siguiente se llega a trabajar, el material está preparado, tanto para el corte como para el reparto directo al cliente. Esto ha reportado a la empresa una ventaja competitiva importante y, lo que es más importante, la fidelización de nuestro cliente, por nuestro servicio rápido y eficaz”.

El almacén lleva en funcionamiento desde el pasado mes de junio, por lo que aunque aún es difícil cuantificar cuánto tiempo se puede llegar a ahorrar exactamente. Por el momento, “se ha notado bastante la agilidad y comodidad en la producción -asegura José Antonio García Hernández-. Es una maravilla iniciar la jornada y disponer de material ya preparado, cuando llega el repartidor. Gracias a Homag, hemos mejorado nuestro servicio”.

Por lo que respecta a la fiabilidad del sistema, “con el almacén inteligente todo está más controlado”. Además, “manejar el software Wood-Store es sencillísimo, porque es muy intuitivo”, comenta el encargado de producción de Tableros Muñoz Cuenca.

“Las máquinas de Homag son fuertes y fiables –afirma José Antonio García Hernández-. Tenemos una seccionadora con más de dieciséis años de servicio, concebida para sostener un ritmo alto de producción. También tenemos sierras de Homag con un ciclo de corte más rápido. Todas ellas con conexión online para que los planos vayan directamente desde la oficina de producción a la sierra. Si una Homag está bien atendida y mantenida, su uso se puede prolongar durante muchísimo tiempo”.

Desde que José Antonio García Hernández empezó a trabajar en esta empresa, hace veintidós años y hasta ahora, “con Homag la mejora ha sido continua e incesante, con una fiabilidad máxima en sus productos; desde que se empezó a cortar con la primera sierra seccionadora, hasta que se han incorporado los programas informáticos y el almacén inteligente, siempre hemos ido por delante en el mercado”, concluye.

El futuro en esta empresa pasa por la creciente automatización, por acortar tiempos y conseguir un servicio cada vez más rápido para sus clientes. El compromiso con el medio ambiente también es una premisa, que se traduce en el reciclaje de forma certificada del 100% de los residuos.