Entrevista a Salvador Ordóñez, coordinador general del Gremi Fusta i Moble

Con 762 años de historia, el Gremi Fusta i Moble es, según define su coordinador general, Salvador Ordóñez, la apuesta más completa, imaginativa y decidida por el mundo de la madera en Cataluña. En la actualidad, representa a más de 500 empresas de toda la cadena de valor de este material, desde el árbol en pie a los productos acabados más sofisticados, así como las industrias auxiliares de la maquinaria, los productos complementarios, el software, la logística… El próximo 14 de febrero, la entidad organizará en Barcelona la tercera edición del Congreso Madera Constructiva.

Salvador Ordóñez, coordinador general del Gremi Fusta i Moble: “La simple sensación de entrar en una construcción hecha en madera no tiene igual”.

Contará con las mejores aportaciones de actualidad internacional sobre la construcción en madera, sostenible, saludable y eficiente, a través de cuatro conferencias magistrales (Juhani Pallasmaa, Marc Catellnou, David Sebastian y Ramon Torrents); doce grupos de trabajo técnicos, dinamizados por los mejores especialistas; comida-networking y mesas de representación de las empresas más destacadas del sector. Una oportunidad única para aportar y recoger ideas, para conectar con personas y dar salida a proyectos de innovación constructiva...

En realizar con madera una caseta informativa en 8 horas de trabajo en equipo multidisciplinar, bajo un proyecto ejecutivo dado por la organización. El concurso ofrece la oportunidad de cooperar a ocho estudiantes provenientes de arquitectura y de la formación profesional en madera, para poner en práctica sus habilidades en la interpretación de planos y la ejecución del proyecto, compitiendo con otros equipos iguales en un ambiente sano, estimulante y divertido. Los ganadores reciben un premio de gran valor.

La matrícula gratuita en nuestro máster V Curso Madera Constructiva, tal vez la mejor opción de aprender y comprender todo lo que significa construir en madera hoy en día de la mano de los expertos en esta revolución constructiva. Este año, se realizará el sábado 15 de febrero en el Instituto Miquel Martí i Pol, de Cornellà de Llobregat.

¿Y si planteáramos la pregunta al revés? ¿Por qué utilizar materiales fríos, altamente contaminantes en su fase de reciclado, de elevados costes energéticos en su fabricación…? Existen tantos argumentos a favor de la construcción en madera que resulta difícil relacionarlos todos; pero si me pides que destaque algunos empezaría por decirte que la simple sensación de entrar en una construcción hecha en madera no tiene igual, y todo el mundo tiene la percepción de sentirse bien. Seguiría por explicarte que el proceso constructivo es muy rápido ya que un proceso en seco; que el comportamiento frente al fuego es mejor que otros materiales habituales… y que el precio, a igual calidad, es equiparable al de otras tecnologías constructivas.

¡Cierto! Cuando entras en un espacio hecho en madera, te sientes acogido, y tu mano, de manera instintiva, se acerca a tocarla, acariciarla, te sientes bien y no sabes porqué… Con la ayuda de un equipo de expertos interdisciplinario, vamos a estudiar las razones científicas y técnicas de esas sensaciones, para comprender mejor cómo funciona la interacción de la madera en nuestro hábitat en relación con nuestro bienestar y nuestra salud. Las conclusiones se publicarán en El Libro Blanco Madera y Salud. El trabajo lo vamos a iniciar durante la celebración del III Congreso Madera Constructiva, que realizaremos en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona el 14 de febrero.

Que formarán parte del estudio, ya que nos interesa mucho que las cualidades benéficas de la madera no se vean alteradas por productos nocivos o poco saludables. De hecho, estamos trabajando en colaboración directa con la industria de los complementos de la madera para lograr productos amigables, saludables y eficaces.

Que el día que alguien muestre un edificio de más de mil años hecho de hormigón armado, empezaré a considerar que hay un material estructural que le hace la competencia a la madera.

De entrada, déjame aclarar que hablar de madera no es la mejor denominación para una materia prima, la única autoregenerable, de la que hay más de 22.000 tipos diferentes en todo el mundo, cada una con sus características propias que la hacen más adecuada para unos usos que para otros. Todos los materiales tienen sus cualidades, que los hacen idóneos para unas aplicaciones o desaconsejables para otras. Todos tienen cosas buenas y cosas menos buenas. La madera no es una excepción.

Es cierto que la madera arde (todos los materiales arden o son gravemente afectados por el fuego), pero la madera quema mejor, es decir, de manera más controlable y fiable que los otros. Es cierto que la humedad puede afectar a las maderas, pero la técnica constructiva actual permite evitar ese efecto negativo si se sabe diseñar y construir bien. Es cierto que la madera es material apetitoso para ciertos animales u hongos, pero también es cierto que, si se sabe cortar en su momento oportuno y si se trata adecuadamente, podemos reducir ese riesgo a casi inexistente. La construcción en madera permite la reparación de piezas o partes dañadas con relativa facilidad. Eso ha permitido que edificios de más de mil años estén aún hoy en día en perfecto estado de uso.

Cuatro argumentos que le están abriendo las puertas de la ciudad: rapidez de montaje en relación con la obra húmeda, peso reducido en relación a otros materiales, salud y bienestar en comparación a otros materiales menos “humanos”, y le eficiencia energética asociada a sus cualidades intrínsecas.

El abandono del campo hace que estén creciendo cada año. En Catalunya también. Pero crecen mal, porque al haber trastocado toda la cadena trófica del bosque, faltan elementos de esa cadena, que los humanos debemos suplir. Hemos de tratar el bosque como un jardín enorme, que requiere una gestión sostenible eficiente, y eso quiere decir poda y tala selectiva, pera regenerar el bosque con más fuerza.

Tenemos los bosques. Queremos la madera en nuestro entorno urbano y doméstico. Tenemos a nuestro alrededor los mejores profesionales de la madera. Apreciamos la sensación de bienestar que nos reporta… pero no queremos que se corten árboles.

Así es. Cortar árboles de manera ordenada no es un mal, sino todo lo contrario. La ausencia de gestión sostenible nos lleva a bosques saturados, que representan una carga de fuego imparable en caso de incendios fortuitos o malintencionados. Gastar en medios de extinción sin invertir en gestión forestal sostenible es como comprar muchos medicamentos en vez de prevenir la enfermedad: irracional e inútil.

La madera es un invento genial de la naturaleza. Por eso, esa fábrica que trabaja día y noche produciendo material, de manera gratuita, sin conexión a ninguna red de suministro “oficial”, está funcionando de manera perfecta desde hace 370 millones de años, mucho antes de que los humanos empezáramos a colonizar este precioso planeta; ¡y eso es así porque es una fábrica perfecta! Respiramos gracias a ella, hemos vivido desde nuestro origen como especie gracias a ella y a toda la vida que alberga y genera. Aprendamos de ella o correremos un grave riesgo como especie.