Pelotazo LED
Quien podría pensar hace unos diez o doce años que un puntito que se iluminaba iba a revolucionar la iluminación de la forma en que lo ha hecho. Creo que nadie llegó a pensar los cambios que ha supuesto la irrupción de esta tecnología en nuestro día a día. Recuerdo al principio cuando se vendían los primeros productos LED… Que si duran 100.000 h, que si ahorrarás el 90% del recibo eléctrico, falsas afirmaciones que han servido para dar una publicidad engañosa a esta tecnología.
La aparición del LED ha cambiado también el mercado de la iluminación: Como diseñador de iluminación estaba acostumbrado a los fabricantes clásicos de sistemas de iluminación, quienes además tenían alguna solución LED como nueva tecnología. Éstos, conscientes de lo que implica el sacar un nuevo producto de iluminación al mercado, con garantía suficiente trataban al LED “con respeto”, probando, analizando, evaluando y certificando. Una vez se tenían las completas garantías de que aquel producto tenía la fiabilidad garantizada, se lanzaba al mercado.
Por otro lado apareció el oportunista… Cuando empezó la debacle inmobiliaria muchas empresas encontraron en el LED una potencial vía de negocio. Contacto con un proveedor o fabricante “chino” (Cuidado!!!, actualmente podemos encontrar producto chino con plenas garantías y de excelente calidad), llenaba un container, lo traía, lo vendía a un precio muy competitivo (acorde con la calidad del producto) y a por otro container… Por lo general, este tipo de producto no ofrecía ninguna garantía y al cabo de un periodo relativamente corto, comenzaban los problemas… Intentabas localizar al proveedor y ya no existía, había cambiado de nombre, ponía mil excusas, etc.
Esto ha hecho mucho daño al mercado de la iluminación, empresas y profesionales sin formación ni conocimientos, que aprovechan el tirón del LED para dar el pelotazo.
Hoy parece que la fiebre por el pelotazo LED ha bajado, todo y que sigue, tras varios escarmientos comenzamos a plantear dudas y preguntas ante la solución que nos ofrecen, nos volvemos más incrédulos y por suerte exigimos que demuestren lo que dicen. Dicen que aprendemos a base de palos…
Exijamos calidad, garantías, que nos demuestren lo que dicen… Busquemos profesionales y proveedores que realmente se preocupen por el producto y por el servicio que venden, sabiendo que nos asesorarán y se preocuparán por nuestras necesidades, que nos ofrecerán garantías y que responderán ante los posibles problemas que puedan aparecer.
