Arquima destaca el creciente interés por la construcción en madera en España
Las edificaciones pasivas se distinguen por diversas características: reducen las emisiones de carbono; son más eficientes en el consumo de energía; dependen muy poco de la red eléctrica; contribuyen a aumentar la concienciación ambiental y suponen un gran ahorro económico (entre un 75% y un 90% menos que una vivienda tradicional). Poco a poco este tipo de construcciones se va implementado. La sociedad de hoy es cada vez más consciente de que hay que cuidar el medio ambiente.
Arquima está especializada en construcción industrializada de edificios de consumo energético nulo o casi nulo, con criterios de arquitectura bioclimática, pasiva y de máxima eficiencia energética, obligatorios para la edificación pública a finales de este mismo año.
Durante 2017 la compañía de edificación sostenible ha realizado numerosos proyectos, entre los que destacan la finalización de 2.000 m² de fachadas del Centro de Medicina Comparativa y Bioimagen (CMCB) de la Fundación Institut d'Investigació en Ciències de la Salut Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona), el montaje en tan solo tres semanas de los 1.000 m² de estructura y envolvente del renovado Hotel-Balneario de Yémeda (Cuenca) o la certificación de su primera vivienda Passivhaus en Barcelona.
En la actualidad, Arquima cuenta con 25 proyectos en marcha, tanto de viviendas unifamiliares y plurifamiliares como de edificios de equipamientos públicos y privados.
El equipo de esta empresa, liderado por José Antonio González, está convencido de que “así como el acero fue el material del siglo XIX y el hormigón el material del siglo XX, la madera será el material del siglo XXI”.
Arquima ofrece una alternativa respetuosa con el medio ambiente y energéticamente eficiente para reducir el exceso de emisiones de CO2 en el planeta. El tipo de madera utilizado por esta firma para la envolvente de los edificios es el abeto KVH certificado. Asimismo, sólo utiliza materiales con una mínima huella de carbono, como la madera de bosques gestionados de manera sostenible y certificados con sellos PEFC (Programme for endorsement of Forest Certification Schemes) y FSC (Forest Stewardship Council).
Las envolventes de los edificios se realizan completamente en la fábrica de Arquima y se transportan los módulos en 2D en camiones hasta el lugar del montaje, donde, con la ayuda de una grúa se monta de manera rápida y limpia. Como las paredes llevan ya integradas las carpinterías exteriores y el revestimiento de fachada, el montaje es muy rápido y además la obra no necesita andamios y apenas genera residuos.
Este tipo de edificaciones aportan más rapidez de ejecución, más confort térmico y más calidad del aire interior. El coste económico constructivo puede ser ligeramente superior al de la construcción tradicional, pero se amortiza en pocos años ya que su ahorro energético puede llegara a ser de hasta un 90% respecto a las construcciones tradicionales. El plazo de ejecución puede llegar a reducir en un 50% el plazo de una obra tradicional, y esto, en sectores como el hotelero o el de los promotores inmobiliarios, puede generar muchos beneficios.