Fassi: 50 años de “pasión por las grúas”

En este 2015 se cumple medio siglo desde que el emprendedor Franco Cipriano Fassi lanzara al mercado la primera grúa hidráulica articulada Fassi, llamada Modelo 30, iniciando así una larga historia de éxitos para este referente internacional en el sector de la elevación. Aprovechamos tan feliz efeméride para visitar la cuna donde comenzó todo, la fábrica de Albino (Italia), y comprobar en directo cómo esta planta disfruta de las más modernas instalaciones para el diseño, fabricación, control de calidad y suministro de estos equipos.

Aunque Fassi celebra ahora el 50 aniversario de la salida al mercado de su primera grúa hidráulica articulada, los orígenes de la compañía se remontan realmente a 20 décadas antes, concretamente al año 1946, cuando se creó la empresa ‘Fassi Giacomo e figlio’ para la venta de madera, carbón y otros materiales destinados a la construcción y para su correspondiente transporte. Eran tiempos difíciles, como recuerda el fundador de Fassi, Franco Cipriano Fassi, marcados por las consecuencias de la II Guerra Mundial.

Fábrica del Grupo Fassi en Albino (Italia).

En el año 1956, la empresa decide especializarse en la venta de los trailers Viberti y en la fabricación de sus propios dumpers. Por aquel entonces, Franco Cipriano Fassi viajaba habitualmente a Milán para conocer las últimas técnicas en equipamiento para camiones, mecánica, motores… así como la nueva normativa en la fabricación de dumpers. “Recuerdo que durante un viaje a Roma, con ocasión de un encuentro entre los mayores operadores del sector y el Gobierno, conocí a un importador de grúas suecas. Hablamos y alcanzamos un acuerdo para distribuir algunas de estas grúas en nuestra zona. Realmente, ese encuentro cambió mi vida, porque tuve la oportunidad de ver y tocar aquellos productos y darme cuenta que nosotros mismos podíamos fabricarlos”, señala Franco Cipriano Fassi.

En 1964 comenzaba el primer proyecto de desarrollo de una grúa propia, llevado a cabo por el ingeniero Ermes Campanella, y un año después nacía, en la fábrica de Albino, cerca de Bérgamo, la primera grúa hidráulica articulada Fassi, denominada Modelo 30.

“Los comienzos fueron una gran aventura porque aunque teníamos las ideas claras y cierta experiencia en mecánica, tuvimos que aprender cómo debían trabajar adecuadamente estas grúas. Aprendimos rápidamente. Tan sólo el primer prototipo fue fabricado de forma incorrecta (se rompió durante la primera prueba). Pero en poco tiempo subsanamos los problemas e hicimos los ajustes oportunos. Estas primeras grúas, si se comparan con las actuales, eran ciertamente elementales y algo pesadas, pero lo importante es que hacían la función para las que eran fabricadas. El primer pedido llegó de un transportista de la zona y pronto las grúas Fassi comenzaron a ganar fama, incluso fuera de nuestra región”, recuerda el fundador sobre aquellos orígenes.

La gama de modelos fue creciendo (M1, M2, M3…) y en apenas tres años la compañía ya había vendido cerca de 150 unidades. Por aquellos inicios Fassi también iniciaba su vocación de internacionalización estableciendo sus primeros contactos en Francia y España.

Entre las anécdotas de esa época está la relacionada con la elección del color rojo para estas grúas. “Sería bonito decir que fue una elección estratégica para diferenciarnos de la competencia, que solían fabricarlas en amarillo o en un color anaranjado, pero la verdad es que cuando llegó la hora de pintar las primeras unidades, en el taller sólo disponíamos de pintura de color rojo, que fue la que usamos”, reconoce el fundador.

De izquierda a derecha: Giovanni Fassi, CEO del Grupo Fassi, Karen Trenzano, directora de Marketing de Transgrúas (importador de Fassi para España), y Emilio Bertazzi, director de Exportación del Grupo Fassi.

50 años después de que esa primera grúa viera la luz, Fassi puede presumir de haber superado ya las 150.000 grúas fabricadas, consolidándose año tras año como uno de los grandes referentes internacionales en el mercado de las grúas hidráulicas articuladas. De hecho, aquella mítica grúa ‘Modelo 30’ ha quedado prácticamente como una ‘reliquia’ si se compara con alguno de los últimos modelos lanzados por la compañía, como la ultra avanzada F1950RAL. Pero, desde luego, lo que no ha cambiado en estos 50 años, como reconoce su fundador, es “nuestra pasión, nuestro amor por las grúas”.

Esa pasión por la actividad que desempeña es una de las claves que explican el crecimiento del que ha disfrutado Fassi en estos 50 años. El Grupo Fassi está formado a día de hoy por seis compañías independientes ubicadas en las regiones de Lombardía y Reggio Emilia. Todas ellas están dedicadas a la fabricación de grúas sobre camión (grandes, medias y pequeñas), sus elementos estructurales y componentes mecánicos e hidráulicos, contando para ello con 13 instalaciones que cubren un área total de 138.000 m² (63.300 m² cubiertos), así como una plantilla de 450 trabajadores.

Con esta infraestructura, el Grupo Fassi puede abarcar internamente el 90% del proceso de producción de sus más de 120 modelos de grúas hidráulicas articuladas (de hasta 160 t/m), lo que supone toda una garantía en el control de calidad de todos y cada uno de los equipos que pone en el mercado.

Fassi abarca internamente el 90% del proceso de fabricación de sus grúas.

Además, gracias a su avanzado departamento de ingeniería, Fassi puede desarrollar cerca de 30.000 configuraciones diferentes, pudiendo dar respuestas a todas las necesidades de sus clientes en cuanto a capacidad de carga, alcance, alturas de trabajo, aplicaciones, pesos, camiones portantes, etc.

Sin duda, Franco Cipriano Fassi ha encontrado en su hijo Giovanni, a la persona que ha sabido interpretar con determinación los valores que desde el principio quiso inculcar a la compañía y adaptarlos a los nuevos escenarios que la evolución de la economía mundial diseña. “Los principios con los que inició mi padre su aventura empresarial en el mundo de las grúas en el año 1965, siguen siendo los mismos por los que se rige la empresa global que somos hoy - explica Giovani Fassi -. Una empresa que opera en el nuevo milenio con los mismos valores de nuestros orígenes: la calidad, la innovación, la coherencia, la seguridad y la internacionalidad. Toda la excelencia de una marca que ha encontrado un espacio preciso en el corazón de decenas de miles de operadores en todas las partes del mundo”.

Colocación del logotipo conmemorativo del 50 aniversario de las grúas Fassi.

“Gracias a estos sólidos fundamentos –continúa- hemos podido desarrollar nuestra identidad mirando con confianza a horizontes lejanos, gracias a una continua búsqueda de mejora y a un fuerte impulso innovador que nos ha diferenciado desde el principio. Nunca nos hemos conformado y hemos seguido siempre adelante con la valentía de ser los pioneros y con los ojos de los exploradores”.

El Grupo Fassi mira al futuro con vocación de seguir creciendo pero sin perder esos valores inherentes a una empresa familiar. Para ello lleva desarrollando desde hace años importantes estrategias de desarrollo, como la vía de la internacionalización. A día de hoy, para Fassi, a pesar de liderar el mercado italiano de las grúas hidráulicas articuladas, el mercado doméstico apenas supone un 5% de su facturación. Es más, desde hace algunos años, factura más en otras partes del mundo que en todo el continente europeo, su mercado tradicional.

Especialmente significativo es el desarrollo que está experimentando en EE UU, donde sigue gozando año tras año de fuertes crecimientos en las ventas. Emilio Bertazzi, director de Exportación del Grupo Fassi, también destaca el buen comportamiento que está viviendo la marca en mercados como Australia, Shangai, Hong Kong, Sudáfrica, México, Chile, Perú, Magreb y Oriente Medio.

Laboratorio de Calidad en la fábrica de Albino.

En cuanto a Europa, tras la caída del mercado ruso por los problemas políticos y económicos que atraviesa el país, las tendencias más positivas se están apreciando en los países del norte de Europa y en Reino Unido, aunque se tienen puestas buenas expectativas para los próximos meses en mercados como el francés y el español, ambos históricamente muy importantes para Fassi.

A día de hoy, el Grupo Fassi está presente en más de 60 países de todo el mundo, con una red estructurada de distribuidores que expanden los valores tradicionales de la marca.

Hay una trazabilidad completa de todo el proceso de fabricación para garantizar un control de la calidad.

Otro de los ámbitos de actuación por los que está apostando intensamente Fassi es por la diversificación. En primer lugar respecto a los campos de aplicación de sus grúas. Mientras tradicionalmente su principal mercado ha sido (y es) el de la construcción, la marca tiene cada vez mayor penetración en las empresas de servicios: grúas marinas, Ejército, Minería, sector ferroviario… Un claro ejemplo lo encontramos en el sector del petróleo y del gas, donde Fassi acaba de realizar importantes acuerdos con las empresas Sicim y Euro Pipeline, entre otras, para equipar sus vehículos con estas grúas en los trabajos que están realizando, respectivamente, en la construcción de conductos de metano en Perú y de un oleoducto en Argelia.

La diversificación también viene por la parte de la gama, y no sólo contempla la fabricación de nuevos modelos Fassi, sino también la incorporación de nuevos productos al catálogo. En este sentido es digno de reseñar las recientes adquisiciones de las empresas Cranab (Suecia) y Marrel (Francia). La primera es uno de los principales fabricantes de grúas forestales y de reciclaje del mundo, lo que permitirá a Fassi aumentar su penetración en ambos mercados. Y Marrel cuenta con casi un siglo de experiencia en el equipamiento de vehículos para la industria del reciclaje, con una completa gama de ganchos y otros componentes.

El objetivo, como confirma Giovanni Fassi, es siempre el mismo: “Ser una empresa protagonista en el escenario mundial, preparada para ofrecer nuevas oportunidades de negocio a su propia red de venta, favoreciendo el crecimiento de nuestra red y aumentando la satisfacción de nuestros clientes finales, que pueden volver a encontrar en su territorio un interlocutor único capaz de ofrecer la solución a numerosas necesidades relacionadas con la elevación y los vehículos industriales. Trabajamos continuamente para construir nuestro futuro, donde nos identificamos con una oferta pluriproducto, pluriservicio y plurimercado. Es un futuro ya presente en el que nos posicionamos con un concepto de grupo internacional, con una red de distribución increíble y fuertes connotaciones y especificidades territoriales”.

Test de fatiga al que son sometidos todos los prototipos.

Es también interesante destacar, en cuanto a la evolución del mercado, que durante el primer trimestre de 2015 la demanda se concentró especialmente en las grúas de mayores dimensiones, de 60 t y en adelante, con cifras dobles con respecto al mismo periodo del año anterior. Por tanto, si en términos de números los dos periodos presentan una equivalencia, en términos de facturación el aumento registrado en el primer trimestre de 2015 es especialmente significativo.

El nacimiento de cada grúa Fassi y de cada uno de sus componentes lleva aparejado un largo proceso de innovación, en el que se incluyen las últimas tecnologías en diseño, fabricación, inspección y control de calidad. Durante nuestra visita a la fábrica de Albino, donde se fabrican las grúas más grandes de la compañía, pudimos dar buena fe de ello. En primer lugar, en el diseño de los productos. Fassi cuenta con los sistemas CAD de diseño y simulación más avanzados. De hecho, ésta fue una de las primeras compañías, en 1989, en usar el sistema Catia que permite trabajar bajo realidad virtual teniendo una visión global de todas las fases y de todos los aspectos de diseño, verticalizando e integrando en una única herramienta todos los procesos: diseño, desarrollo, simulación y análisis estructural.

Para la fase de producción, Fassi no sólo cuenta con los equipos más innovadores para automatizar la mayor parte del proceso (incluidos robots) sino que también trabaja con una amplia gama de materiales para garantizar la máxima calidad del producto. El poder recurrir a diferentes tipos de aceros le permite satisfacer en cada caso concreto las necesidades de resistencia, flexibilidad, capacidad de torsión, peso y dimensiones que se requieren. El Laboratorio de Calidad de Fassi, conformado por un equipo de 15 profesionales altamente cualificados, realiza los más exigentes tests a cada uno de estos componentes y materiales, para asegurar un correcto funcionamiento de los mismos durante toda su vida útil. Se vigila hasta el último detalle, desde la óptima aplicación de las soldaduras hasta la capacidad de resistencia a la corrosión y a la radiación solar de la pintura de las grúas. Incluso la electrónica, cada vez más importante en este tipo de máquinas, pasan por pruebas de alta exigencia, como la comprobación de su buen funcionamiento en un amplio rango de temperaturas ambientales.

Uno de los procesos más espectaculares en el desarrollo de prototipos es la prueba de fatiga por la que tienen que pasar todos ellos, una fase que lleva desarrollando desde el año 1980. Durante esta prueba, la compañía simula exactamente las condiciones de trabajo durante un mínimo de 200.000 ciclos de carga. Esto permite a los ingenieros evaluar que los resultados obtenidos coinciden con los previstos en la fase de diseño.

Todas estas pruebas explican por qué muchas de las grúas que puso Fassi en el mercado hace años, o mejor dicho, hace décadas, aún sigan operando a pleno rendimiento. De hecho, Karen Trenzano, directora de Marketing de Transgrúas, importador de Fassi para España, destacaba que recientemente han reparado una grúa en el puerto de Barcelona que fue fabricada hace ¡35 años!

En resumen, y como concluye Giovanni Fassi: “Hemos sido siempre fieles a nuestra historia. Hemos crecido, hemos aceptado siempre nuevos desafíos, nunca nos hemos parado, ni conformado. Hemos sido siempre nosotros. Seguimos siendo Fassi, con nuestro estilo, nuestra identidad, nuestro producto y nuestra forma de estar presentes en los mercados de todo el mundo. Hoy queremos escribir con fuerza en las páginas de nuestra historia una palabra que seguramente no será nueva para nosotros, pero en la que cada vez creemos más: ‘Compartir’. Compartir en la continuidad, compartir en la evolución, compartir el valor”.

Fassi SmartApp System, patentado en Europa

Fassi SmartApp es un sistema integrado de lectura y recopilación de datos en tiempo real capaz de proporcionar un diagnóstico de forma remota sobre el funcionamiento de la grúa. Este sistema es compatible con Android. Su uso ofrece la oportunidad de optimizar las potencialidades de la grúa a través del perfecto conocimiento de las estadísticas de uso y de los plazos de mantenimiento. De hecho, analizar y valorar las estadísticas de uso de la grúa ayuda a entender mejor su uso y permite programar y gestionar los costes de mantenimiento con mejores eficacias durante un periodo más prolongado, sin olvidarse de la asistencia remota inmediata en caso de problemas.

Hoy el sistema está patentado a nivel europeo tras un largo proceso que comenzó hace cuatro años en la Oficina de Patentes italiana, en el momento en el que surgió la idea. El éxito obtenido con los clientes, pero sobre todo las innovaciones introducidas, han llevado a la Comisión Wuropea a conceder esta importante “protección” sobre casi todos los puntos que Fassi Gru había solicitado tras una serie de profundos acuerdos y desacuerdos con los técnicos del departamento de I&D de Fassi.

Gracias al intuitivo menú del Fassi SmartApp es fácil acceder a las distintas secciones, pasando con pocos toques de la recopilación de los datos, expresados también en gráficos para una consulta rápida, a la sección de regulación de los mandos. Además, siempre desde el smartphone, se pueden activar algunas funciones de la grúa, como el XP, o del vehículo, como el encendido y el apagado o la variación de las revoluciones del motor.

Por ejemplo, la sección Radio Remote Control permite visualizar los umbrales de reacción de las palancas del radiocontrol con la posibilidad de modificar su sensibilidad: regulando su respuesta se pueden configurar las articulaciones principales, basta con modificar las curvas de trabajo de los distintos elementos.

O la función Black Box, que no es solo una memoria de las operaciones efectuadas, sino también un instrumento de comunicación con la red de asistencia de Fassi.

Además, en caso de detención improvisada de la grúa, con la función Geo-Locator se puede encontrar el centro de asistencia más cercano y, a través de la Black Box, se activa el procedimiento de diagnóstico remoto guardando los datos y las eventuales alarmas en un archivo que se puede enviar al servicio de asistencia Fassi a través de los correos electrónicos del smartphone, informándolo así de forma correcta y precisa de los errores detectados para poner en marcha una intervención rápida de asistencia remota.