Álvaro Rico: “Me sorprendió la la exactitud que Wood-Mizer tiene en el corte”
La relación entre Maderas Rico González y Wood-Mizer nace en las primeras jornadas técnicas celebradas por Representaciones Hersan el pasado mes de noviembre, en las que la empresa albaceteña exhibió las últimas novedades del fabricante polaco de aserraderos portátiles.
“Vi la máquina trabajar y me quedé alucinado –reconoce Álvaro Rico, socio fundador junto a su cuñado de la empresa Maderas Rico González, afincada en Pedrajas de San Esteban (Valladolid)-. Por la exactitud que tiene en el corte, incluso hilando tablas de tres milímetros”.
En lugar de tronco, Maderas Rico González corta sus propias vigas y las sierra en forma de tablas; bien sea para hacer palets, o para construcción. Esta empresa castellana también fabrica cuñas de madera y estacas, cortando su propia madera para abastecer la producción propia. “Hemos comprado la máquina de Wood-Mizer para dar valor añadido a nuestra propia madera –explica Álvaro Rico-. Si nos quedásemos sin vigas, evidentemente podríamos serrar tronco. Estamos convencidos de que la operación va a resultar bien”.
Aprovechando su precisión, robustez y fiabilidad, la sierra LT15 de Wood-Mizer ha quedado instalada y fija en la nave industrial que Maderas Rico González posee en Pedrajas de San Esteban. La sierra incorpora descortezador y el programador automático SW lo cual, unido a la calidad de la herramienta, garantizan “una exactitud increíble en el corte”, tal como dice el propio Álvaro Rico.
La máquina no está todavía a pleno rendimiento, ya que a poco de llegar a su emplazamiento definitivo, llegaron en el calendario las fiestas de Navidad. “A partir de ahora pensamos utilizarla mucho más, aunque esperamos de ella más calidad en el producto final que cantidad de producción –afirma el nuevo cliente de Wood-Mizer-. La formación inicial que nos proporcionó Hersan ha sido más que suficiente para poner en marcha el aserradero y ser capaces de dominarlo poco a poco. Como todo, tiene sus detalles y peculiaridades, pero en absoluto es difícil de usar”.
“Observo que es una máquina muy segura –prosigue Álvaro Rico-. La mano izquierda siempre está en el botón del programador, y la derecha en los mandos del carro, así que difícilmente estás en riesgo de cortarte”.
Un único operario es suficiente para gobernar la sierra y cargarla con un toro, porque en ocasiones se colocan en el carro hasta tres vigas a la vez. “La máquina va más ligera y rápida si corta un máximo de dos vigas; muchas veces es mejor trabajar con un poco menos de material, para avanzar más, pero en todo caso nunca es imprescindible una segunda persona ayudando en la máquina”, comenta Álvaro Rico, quien llevaba años viendo los aserraderos de Wood-Mizer en Internet, pensando que sería para él inalcanzable adquirir una de estas sierras. “Su coste es asequible y muy razonable; pensamos que seremos capaces de amortizarla rápidamente”, concluye.