“En Galicia cortamos el 50% de la madera que se vende en España”
Entrevista a Francisco Dans del Valle, director de la Asociación Forestal de Galicia
Creada en Santiago de Compostela en 1986, la Asociación Forestal de Galicia (AFG) es una organización privada sin ánimo de lucro que agrupa a propietarios forestales particulares y comunidades de montes de Galicia. Colaboradora de Galiforest, feria que tendrá lugar del 26 al 28 de junio en el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Sergude, Boqueixón, de Santiago de Compostela, aprovechamos la oportunidad para que el máximo responsable de la asociación esboce una radiografía del sector de la silvicultura en Galicia.
¿En qué situación se encuentra el sector forestal en Galicia?
A pesar de la crisis que ha sufrido la industria de la madera, la silvicultura, que emplea hoy a unas 20.000 personas, atraviesa un momento óptimo gracias a las inversiones del sector privado, que han propiciado una gran actividad en 2013 y 2014. Especialmente, habría que destacar una actividad potente hasta hace seis meses en las cortas de madera, y también el sector de la biomasa, que empieza a despuntar. Asimismo, observamos un ritmo más elevado en los últimos cinco años de repoblaciones y plantaciones.
Dice que, pese a la crisis, el sector no se ha visto afectado…
No, las cortas de la madera han estado muy sostenidas por la actividad del sector de la pasta de papel hasta hace tres meses, momento en el que se ha decelerado su nivel de actividad. Así, en 2013 y los primeros meses de 2014 ha habido una actividad muy potente, sobre todo en lo que se refiere a eucalipto. Esto ha mantenido el nivel de las ventas de madera más alto de lo que cabía esperar dentro de la crisis.
También afirma que la biomasa empieza a despuntar. ¿Puede ser un sector con futuro?
Nosotros confiamos en que así sea. Para el bosque gallego sería otro sector muy interesante, que permitiría dar salida a muchos productos que no tienen la que nosotros esperábamos.
Centrándonos en las empresas y su tecnología, ¿cuál cree que es el grado de sofisticación del tejido empresarial en Galicia con respecto a otras comunidades?
En cuanto a empresas de explotación forestal, aquellas que trabajan cortando madera en el monte tienen un nivel de tecnología y de equipamiento muy alto, acorde con el volumen de madera cortada y la actividad forestal de Galicia. Hay que tener en cuenta que aquí cortamos el 50% de la madera que se vende en España.
¿Y a dónde viaja esa madera?
No viaja porque se transforma casi toda. Hay unas salidas de eucalipto a Portugal y a la península, pero el resto se transforma en la industria gallega.
¿Qué puede decirnos del grado de competitividad de las empresas?
Las empresas de explotaciones forestales, las que hacen corte y saca de madera, tienen una alta competitividad. Con respecto a las empresas de servicios de silvicultura, viveros forestales, hay muchos contrastes. Hay empresas muy especializadas y con alta tecnología y otras muy pequeñas y con un deficiente grado de mecanización y pocos conocimientos técnicos. Conviven los dos polos: de las mejores y más altas tecnológicamente hablando en España con empresas ciertamente arcaicas.
¿Cree que están condenadas a desaparecer estas últimas?
Tienen su propio nicho de mercado porque hacen actividades, no artesanales, pero de fincas pequeñas o con pequeños detalles o trabajos de muy poca dimensión. Junto a éstas hay empresas de silvicultura muy potentes que hacen trabajos de repoblación de gran dimensión. Al mismo tiempo, tenemos viveros con tecnología punta que conviven con otros muy artesanales. Galicia es una tierra de contrastes en el terreno forestal. Tenemos la mejor tecnología y la más arcaica.
¿Y qué tipo de empresas forman parte de su asociación?
En nuestra asociación sólo forman parte propietarios forestales, comunidades de montes y propietarios de montes.
¿De qué perfil?
Hay propietarios con poca superficie de monte pero también los que tienen grandes dimensiones. En Galicia contamos con una figura que son las comunidades de montes vecinales o mancomunidades que tienen una media de 200 hectáreas por monte. Dentro de esos montes, encontramos montes muy bien capitalizados, que dan mucho empleo, donde se hace una silvicultura de primera línea y donde se elaboran productos de alta calidad, y algunos prácticamente abandonados.
Ustedes que conocen de cerca el día a día de sus asociados, ¿a qué retos se enfrenta el sector?
El reto es continuar en la línea que tiene la silvicultura privada en Galicia, que es una línea muy clara de mejora del I+D, de disponer de plantas de mayor calidad. Esta es la línea que llevamos, que en relación con el resto de España o Europa es peculiar porque aquí fundamentalmente es de carácter privado, por lo tanto el sector forestal funciona dentro de una economía de mercado, dentro de una actividad, empresarial e industrial muy considerable. Todo esto le da una fuerza y tiene una inercia que no ha dejado de crecer en los últimos 25 años.
¿Y en cuanto a las amenazas?
Existen algunas, principalmente el bajo consumo de madera. Tenemos un monte que ha aumentado mucho en existencias y la despensa forestal está muy llena.
Más oferta que demanda…
Lo cierto es que no hay tanto consumo de madera como esperábamos.
¿No puede ser la exportación una vía de salida a esa despensa forestal?
No, porque ocurre lo mismo en otros países. En Europa ha habido una capitalización forestal muy potente en los últimos años.
¿Qué especies destacan en Galicia?
Fundamentalmente las coníferas y el eucalipto.
Ya para concluir, ¿cómo se prevé que se cierre el año?
Desde nuestra perspectiva, este año tendrá un primer semestre bueno y un segundo semestre regular por la caída de precios en la madera de eucalipto y la caída de la demanda.