Germans Santandreu organiza su producción de cocinas con Imos
20 de marzo de 2014
Germans Santandreu, S.L. es una empresa fabricante de muebles de cocina y baño, afincada en el municipio mallorquín de Petra. Una carpintería en el corazón del pueblo que, hace ahora diez años, decidió mirar al futuro, y confió a Schuler la organización de su taller.
La ingeniería alemana acometió la planificación y hoy Germans Santandreu es un modelo de optimización, flexibilidad y agilidad en la entrega del producto al cliente. Fiel desde sus inicios a Homag, esta empresa balear ha incorporado la tecnología de seccionado, chapeadora y centro de mecanizado de la firma germana. En el presente, Germans Santandreu ha llevado a cabo la integración del software de CAD/CAM Imos con las máquinas Homag, incluido el etiquetado de las piezas.
Una carpintería en manos de una ingeniería
Germans Santandreu fue fundada en 1967 por los hermanos Martín y José Santandreu. Hoy dirigen la empresa dos hijos del primero, Biel y Mateu, junto con un primo, también llamado Biel. Con unos medios muy limitados, la pequeña carpintería de Petra salió adelante haciendo todo tipo de trabajos de mueble y ebanistería, hasta que finalmente se especializó en la fabricación de muebles de cocina, que vendía a una tienda de Manacor. Poco a poco fueron generando su propia cartera de clientes, y en los primeros años 90 los hijos se fueron incorporando al negocio. “En aquella época había mucho trabajo. Pero no podíamos empezar una cocina hasta que saliera la anterior; no había medios ni espacio para generar dos remesas”, recuerda Martín Santandreu.
En el año 2004, cuando fueron conscientes que sus hijos deseaban continuar la actividad, Martín y José Santandreu decidieron construir una nave industrial en una parcela familiar del Carrer Bellavista. Entonces sí, había espacio para maquinaria y para acometer una producción mayor.
Germans Santandreu puso su futuro en manos de una ingeniería, lo cual no es habitual en el sector español de la madera y el mueble. “Conocimos a Schuler en la feria Fimma-Maderalia, y acordamos que nos distribuyera y organizara la fábrica. Dispusieron las máquinas y los flujos de materiales y piezas de una manera lógica y sencilla, lo que ha simplificado nuestro trabajo y nos ha hecho más productivos y eficientes. Ahora la fábrica funciona mejor; ahorramos mucho tiempo y gozamos, a la vez, de más flexibilidad y capacidad de producción (hasta seis cocinas al día)”, explica Mateu Santandreu.