El sector de embalaje y palés se encuentra “totalmente preparado” para la EUTR
30 de mayo de 2013
La industria de embalaje y palés de madera afirma estar totalmente preparada para la nueva regulación europea que rige el aprovisionamiento legal de madera. La regulación sobre madera recientemente aprobada en la UE (EUTR) prohíbe la comercialización de madera que se considera aprovechada de manera ilegal o cualquier producto que contenga madera cosechada ilegalmente en el mercado.
Esta normativa se ha puesto en marcha para evitar los impactos económicos, ambientales y sociales de tala ilegal y se aplica tanto a la madera cortada como a una gran variedad de productos fabricados con madera, entre los que se incluyen palés y embalajes.
Según la UE, el aprovechamiento ilegal puede tener los siguientes impactos:
- Económicos: Pérdida de ingresos y reducción de negocios de compañías que operan de manera legal
- Ambientales: Deforestación, cambio climático y pérdida de biodiversidad
- Sociales: Conflictos territoriales y de recursos y desempoderamiento de las comunidades locales.
Basado en los principios de la diligencia debida, la normativa especifica las obligaciones legales para dos tipos de empresas: “operador” (operator), que colocan madera o productos derivados en el mercado por primera vez; o “comercializador” (trader), que compran o venden la madera o los productos derivados a otras empresas.
Un operador debe ser capaz de demostrar y garantizar que la madera que vende es legal; mientras que un comercializador debe garantizar que lleva registros de todos los compradores y vendedores de madera o productos de madera durante un mínimo de cinco años.
La Federación Europea de Fabricantes de Palets y Embalajes de Madera (FEFPEB) ha lanzado un conjunto de documentos para asesorar a sus miembros, incluyendo un Resumen de la normativa de la EUTR, las responsabilidades clave y preguntas frecuentes; además incluye una definición de cuándo una empresa se clasifica como un “operador“y cuando es un”comercializador”, con ejemplos. “La extracción ilegal en los bosques europeos es muy poco frecuente ya que la industria cuenta con medidas para controlar y mantener nuestra madera trazable”, explica Gil Covey, presidente de FEFPEB.