De acuerdo con el Índice Crédito y Caución de Incumplimiento, los niveles medios de impago soportados por las empresas españolas se incrementaron un 34% en el tercer trimestre de 2012 con respecto al mismo periodo del año anterior. La caída del mercado interno y las dificultades para financiar la actividad empresarial en los mercados de crédito han dado lugar a un deterioro generalizado del comportamiento en pagos. Tras las mejoras vistas en 2010 y en el primer semestre de 2011, los impagos volvieron a crecer a partir del segundo semestre de 2011. El dato del tercer trimestre confirma el crecimiento de la morosidad empresarial, aunque ligeramente por debajo de los valores alcanzados en los trimestres precedentes.
Cabe esperar que esta situación de empeoramiento de la morosidad se prolongue durante los meses que restan de 2012 y, al menos, la primera mitad de 2013. Se observa un agotamiento en la capacidad de endeudamiento de las empresas unido a condiciones financieras más restrictivas. Además, su actividad económica se desenvuelve en un entorno marcado por la debilidad del crecimiento sin que ningún signo apunte a un cambio de tendencia.
Al descenso del consumo de los hogares, los ajustes del sector público y la caída de la inversión, se une el deterioro de las previsiones de los países del entorno. Si bien las exportaciones registraran un crecimiento este año, cabe esperar una caída de la tasa de crecimiento interanual en 2012 y 2013 ante el debilitamiento de la demanda global. El sector exportador español está relativamente sano y es competitivo, pero cuenta con una diversificación geográfica más bien limitada y gira principalmente en torno a la zona euro.
Los altos niveles de impago persistirán en los próximos meses y afectarán a todos los sectores comerciales. Crédito y Caución prevé que su impacto sea ligeramente superior en aquellos sectores que, como la venta minorista y el comercio, tienen una fuerte dependencia del consumo interno. La construcción y los sectores asociados seguirán representando el grueso de las insolvencias, una empresa de cada cuatro, seguidos del sector servicios.