Entrevista a Juan Antonio Rodríguez-Portugués Fernández. Homenaje a su trayectoria como director de Cuentas Especiales en BYG
Marzo de 1977. España está a tres meses de sus primeras elecciones generales de la democracia, se aprueba el derecho a huelga y se legaliza el juego; en los cines de nuestro país se proyectan taquillazos como 'Taxi Driver', 'La matanza de Texas' y 'Harry, el Ejecutor'; en TVE triunfa el programa 'Esta noche fiesta', presentado desde el mítico Florida Park de Madrid por José Mª Íñigo; en Los 40 Principales comparten número uno 'Otro ocupa mi lugar' de Miguel Gallardo e 'If You Leave Me Now' de Chicago; y en materia de sucesos, desgraciadamente el aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife ocupa todas las portadas al sufrir el mayor accidente aéreo a nivel mundial de la historia de la aviación.
Pues bien, en ese mes, también tuvo lugar un acontecimiento que marcó el devenir de un gran profesional y de una gran empresa. Ese día, Juan Antonio Rodríguez-Portugués Fernández firmó su contrato con Tracesa, antiguo distribuidor de BYG en Madrid, compañía en la que se ha volcado en cuerpo y alma en estos últimos 46 años.
Hemos querido aprovechar su reciente jubilación para rendirle también nosotros desde estas páginas un más que merecido homenaje y, a través de sus palabras, hacer un recorrido por la historia de BYG, conocer cuáles son, a su juicio, las claves del éxito de la compañía y recopilar sus sentimientos ahora que inicia una nueva etapa en su vida. Una emotiva entrevista en la que Antonio vuelve a demostrar que su corazón y sus valores humanos y profesionales siguen siendo directamente proporcionales a su grandeza corporal.
Juan Antonio Rodríguez-Portugués Fernández.
Una vez jubilado y tras 46 años trabajando en BYG, ¿qué sentimientos afloran ahora en su cabeza?
Después de tantos años y tantas vivencias, desde los comienzos en Tractocentro (Tracesa) hasta estos últimos tiempos, es lógico que afloren muchos sentimientos. Fueron comienzos difíciles, con pocos recursos pero con muchas ganas, confiando siempre en un equipo de compañeros, los que iniciamos esta aventura, que lo daban todo por salir adelante.
El contexto era complicado. Recuerde que a mediados de los 70 estábamos saliendo de una crisis social muy importante y suponía prácticamente una temeridad empezar un negocio de esta categoría. Por fortuna, gracias al apoyo de los propietarios, todo salió bien.
No teníamos medios, se cargaban a mano repuestos muy pesados y se trabajaba en un local pequeño de una calle céntrica de Madrid que estaba en cuesta y cuyo tráfico, a veces, se tenía que cortar para poder descargar los camiones que llegaban a diario.
Luego llegaron los años 80, que vinieron con la transición del equipo comercial de la empresa y con la entrada de savia nueva que todavía dirige BYG.
Y después, los 90, con la consolidación y la ampliación a toda España de las delegaciones propias, lo que dio paso a nuestro liderazgo en el sector.
Posteriormente, con la llegada del nuevo siglo, inauguramos unas instalaciones modélicas en Alcobendas (Madrid), una de las alegrías más importantes en mi trayectoria. Pero también en esa década irrumpió la crisis de 2008/9, con el peor momento vivido en todos estos años y que supuso, entre otras negativas consecuencias, el cierre de las instalaciones que comentaba antes.
Desde entonces y hasta ahora hemos ido salvando con éxito todos los obstáculos que se interponían en nuestro camino y hemos seguido avanzando con un equipo de compañeros inigualable. Gracias a la labor de todos ellos podemos decir que estamos muy cerca de los mejores momentos de la empresa.
Antonio (centro), junto a los dos fundadores de BYG, José Gallén (izquierda) y Aureo Bartolomé (derecha).
¿Con qué se queda de todo lo vivido en este casi medio siglo de vinculación con BYG?
Sin duda alguna, con la gente, con los compañeros que han hecho posible llegar hasta aquí. Sin el trabajo incansable de todos los profesionales que han pasado estos años por BYG no habríamos podido hacer esta entrevista, por ejemplo.
Antonio siempre ha mantenido una gran relación con la prensa técnica. En la primera imagen, con parte del equipo de Tractocentro Madrid, directiva de BYG y responsables de la revista Potencia. Y en la segunda, algunos de los artículos publicados en Potencia relativos a los aniversarios de la compañía.
¿Y hay algo que le haya dejado una espinita clavada? ¿Se arrepiente de alguna decisión?
En cuanto a decisiones, creo sinceramente que volvería a tomar las mismas. Que recuerde, no he tenido que arrepentirme de ninguna importante.
Respecto a la espinita clavada, si hubiera una, esa sería posiblemente el no haber podido realizar el proyecto que tenía en mente de contar en Madrid con un gran taller que aglutinase todas las posibilidades de trabajos relacionados con nuestros productos y con ello dar al cliente un paquete completo de suministro y montaje, con todas las garantías.
¿Qué queda de aquella BYG a la que unió su trayectoria profesional y vital en marzo de 1977?
Queda mucho: compañeros que empezaron conmigo, la Dirección, la filosofía empresarial de BYG basada en ofrecer Servicio, Seriedad, Confianza y Compromiso a los clientes…
¿Cómo definiría la evolución que ha seguido la compañía en todos estos años?
Muy positiva. La mejora vivida en todos los aspectos ha sido muy importante. Hoy, BYG es una empresa moderna, ágil, capacitada en todos los aspectos para seguir siendo líder en el sector, con unos trabajadores de primer nivel, unos productos y marcas que son lo mejor del mercado y con unas posibilidades de desarrollo aún muy grandes en la era de la digitalización y de las nuevas tecnologías.
Antonio con Javier Bartolomé, director general de BYG, en una Smopyc de los años 80.
¿Considera que BYG conserva aún esos rasgos de empresa familiar con los que nació en 1967?
Por supuesto. Ya lo decía anteriormente, la Dirección sigue en manos de la Familia Bartolomé, a la cual siempre estaré agradecido por todo lo que me ha ayudado y apoyado en todos los proyectos, desde que empecé. Además, puedo decir que en los momentos más difíciles, siempre estuvieron al frente de la compañía afrontándolos y buscando soluciones. Todos los componentes de BYG tenemos que estar agradecidos por su gestión y por su capacidad de decisión en momentos muy difíciles para la empresa. Son parte muy importante del éxito de BYG.
Por su experiencia dentro de la compañía, ¿cuáles destacaría Ud. como los valores diferenciales de BYG en un mundo cada vez más competitivo y globalizado como es el del material de desgaste, repuestos e implementos?
La competencia en los negocios siempre es necesaria. Es más, si no existiera, sinceramente creo que no existirían las empresas.
La competencia obliga a tener una mayor y mejor oferta de productos, contribuye a buscar las fortalezas y las debilidades propias y ajenas, y obliga a ser más eficiente en costos a la hora de poder ofertar bienes y servicios a precios más competitivos y así captar más clientes. Fomenta la actividad y da a los clientes alternativas donde elegir, además de bajar los precios y mejorar la calidad.
BYG siempre se ha diferenciado de los demás por disponer de productos con un valor añadido muy importante, fabricación propia, equipo de I+D desde hace muchos años, una alta fiabilidad en todos los servicios, distribuciones de las mejores marcas y, sobre todo, por disfrutar de un equipo de atención al cliente altamente preparado y capaz de dar solución a todas las necesidades.
Inauguración de las antiguas instalaciones de BYG en Alcobendas (1999).
Aunque ya me ha adelantado algo durante la entrevista, ¿podría describirme en pocas palabras qué han supuesto para Ud. estas cinco figuras: clientes, proveedores, competencia, compañeros y directivos de BYG?
Los clientes son la razón de ser de nuestro trabajo. Nos están haciendo un favor al darnos la oportunidad de atenderles.
Los proveedores son necesarios siempre, pues abastecen a la empresa con sus artículos y servicios. Una vez seleccionados los mejores, pasan a cubrir las necesidades.
La competencia, como decía en la anterior respuesta, es necesaria. Eso sí, siempre que sea legal.
De los compañeros, qué decir. Desde el principio de la entrevista creo que ha quedado claro que son lo mejor de lo que puede presumir una empresa, el mejor valor añadido.
Y en cuanto a los directivos de BYG, su compromiso ha sido siempre ejemplar. En todo momento han estado con los trabajadores, entendiendo que todos formamos una gran familia.
Su última responsabilidad ha sido la de director de Cuentas Especiales, un puesto fundamental para cualquier empresa. ¿Cree que las compañías mantienen los mismos niveles de fidelidad que hace 20, 30, 40 años?
Puedo decir que BYG mantiene clientes desde el principio: grandes constructoras, familias de excavadores que han pasado de padres a hijos, talleres de todo tipo… Desde hace muchos años BYG mantiene cuentas especiales, estratégicas y acuerdos de todo tipo con grandes grupos de mantenimiento, fabricantes, alquiladores, excavadores, estibadores, vertederos, empresas de reciclaje y todas las posibilidades de la Plataforma de Contratos del Estado, con unos muy altos porcentajes de fidelidad y de ayuda por parte de todos.
Esto de mantenerse más de 40 años trabajando en la misma empresa parece hoy una quimera, más propio de nuestros padres o abuelos. ¿Cómo lo ha conseguido?
La verdad es que yo siempre me he sentido muy a gusto trabajando en BYG. El ánimo, el compromiso, la aptitud y el positivismo siempre han sido mis premisas. Puedo decir que se me han pasado estos 46 años en BYG tan rápido que parece que fue ayer cuando empecé. No sé cómo voy a lograr no seguir con el mismo ritmo que hasta ahora.
Lo que sí tengo claro es que mi relevo está asegurado. Mi hijo Juan Antonio, con más de 23 años en BYG, seguro que lo hace tan bien como yo, y además mejorará en muchos aspectos el trabajo ante los nuevos retos y los nuevos tiempos que llegan.
Apasionado de este sector, pocas veces ha faltado a los grandes foros de esta industria. En la imagen, junto a Ignacio Lanzadera (JCB), Jorge Cuartero (Anmopyc) y su hijo Juan Antonio, en los XVI Premios Potencia.
Hablando más a nivel sectorial, ¿cómo valoraría la evolución que han seguido los mercados de la obra pública y la minería en estos 46 años?
El mercado de la obra pública ha pasado por varios ciclos muy importantes. Desde los inicios cuando las constructoras gestionaban sus propios parques de maquinaria de todo tipo, hasta el momento en que muchas de ellas decidieron dar parte de su trabajo de excavación y de otro tipo a alquiladores o a grandes empresas de servicios que aglutinan todo tipo de maquinaria. Esto ha dado paso a la selección de verdaderos especialistas en todos los trabajos necesarios para cumplimentar las obras públicas y civiles, tanto en España como en el extranjero, donde somos una referencia a la hora de hacer grandes obras.
El catálogo de BYG, de cara a cubrir las necesidades del mercado de máquinas de obra pública, civil y construcción, es un referente desde hace muchos años, siendo la información que ha mantenido a muchos de los jefes de compras y departamentos al día para sus consultas.
Referente a la minería, el cierre de las minas de carbón, sobre todo, ha dado paso a centrarse en las pizarreras y en otros minerales como el cobre, el zinc, el wolframio, el hierro, el caolín u otros. Continuamente se está intentando abrir nuevas minas en España.
En la minería, BYG es una empresa imprescindible para todos los suministros de equipos de desgaste, para las grandes máquinas y con los sistemas más modernos y usados en el mundo. Lo último en llegar, los labios completos para máquinas de 200 a 800Tm, lo que nos hace pioneros para este suministro en España, y en competencia con las mejores marcas en todo el mundo.
BYG dispone de un catálogo especializado muy importante de suministros de piezas de desgaste para minería, único en el mercado, lo que supone una fortaleza de cara a satisfacer las necesidades de los clientes más importantes de este sector.
¿Aprecia que asistimos ahora a los cambios más disruptivos del sector con tendencias como la digitalización, la automatización o la electrificación?
Evidentemente, el mundo gira hacia adelante. Los cambios son diarios. La digitalización, la sostenibilidad, la automatización y todos los demás resortes en los cuales se basarán los productos del futuro, son una posibilidad de negocio y de diferenciar a BYG de la competencia. En estos momentos podemos decir que estamos preparados para afrontar todos los retos de futuro, teniendo unos resortes ampliamente establecidos y canales para su desarrollo. Una de las posibilidades más importantes de cara al presente y al futuro es la página web de BYG.com, que desde hace varios años informa y es muy accesible para los clientes. Se actualiza diariamente y se ha convertido en una herramienta imprescindible para el desarrollo de todos los departamentos de la empresa.
Antonio en los XVII Premios Potencia. En la primera imagen junto a Cristina Bartolomé y su hijo Juan Antonio. En la segunda, junto a todo el equipo de BYG que asistió al evento.
Siempre ha mantenido una gran vinculación con los alquiladores. ¿Cree que este modelo de negocio va a ir a más en los próximos años?
Efectivamente, desde el principio los alquiladores son parte imprescindible del negocio de BYG. Desde aquellos pioneros en el negocio de alquiler en España, a distribuidores de maquinaria que luego montaron sus filiales de alquiler directo, hasta los grandes grupos nacionales e internacionales extranjeros que ya cuentan con una implantación muy importante en todo el territorio.
BYG mantiene acuerdos con la mayoría de estas empresas, aportando toda clase de repuestos y servicios, para que la maquinaria de alquiler no se pare, sobre todo en situaciones de trabajos críticos que requieran 'non-stop'.
Creo firmemente que este negocio del alquiler tiene un futuro muy importante, por las ventajas que ofrece en materia de diversificación, ahorro de inversión, eliminación de costes de mantenimiento, ahorro económico (al contar con el equipo solo durante el periodo que se necesita) y, sobre todo, por evitar las preocupaciones burocráticas relacionadas con las propias máquinas (el seguro, por ejemplo, está incluido en el alquiler).
Entre otros muchos aspectos, una de las cosas que más destacan de BYG es su creciente internacionalización. ¿Cómo ha vivido Ud. esta continua expansión de fronteras?
La verdad es que es impresionante la expansión de BYG en exportación. Hoy está presente en más de 200 países de todo el mundo, y en todos los sectores: primeros equipos, fabricantes, obra pública, civil, dragado, minería, etc.
De los principios en el pequeño taller, donde se fabricaban los ripper y las cuchillas, que fueron los primeros productos en exportase, hasta ahora con la implantación, hace años, de BYG-China, desde donde salen más de 400 contenedores para todo el mundo. 40 trabajadores propios altamente cualificados en comercio exterior y con un alto conocimiento técnico permiten atender con éxito a todos los clientes de Export y han facilitado que BYG sea un referente mundial en el sector.
A todo ello sumamos que BYG está presente en todas las ferias internacionales del mundo, lo que nos abre más posibilidades para captar nuevos clientes y ampliar nuestro catálogo.
Amante de las máquinas, Antonio no ha perdido nunca la oportunidad de ver los grandes equipos en primera línea. En estas fotos, con un dózer Komatsu en Cintruénigo (Navarra) y con una excavadora Liebherr en Puertollano (Ciudad Real).
Para ir terminando… ¿cómo le gustaría que le recordaran en este sector?
Pues sinceramente, como me han demostrado en mi despedida compañeros, directivos, amigos y demás personas con los que de alguna manera he mantenido relación a lo largo de todos estos años. En todos estos encuentros la frase que más he oído es “gracias por tu ayuda". Así me gustaría que me recordasen, como alguien que prestó sus conocimientos y ayuda a los que se lo pidieron. Y si les sirvió para mejorar, perfecto.
Y la última, una curiosidad, ¿tiene pensado a qué se va a dedicar ahora que está jubilado? Y no me diga que a ver obras…
Bueno, las obras siempre para mí serán un capítulo importante, por lo que no me importará ver algunas. Sobre todo aquellas que van a contribuir a la profunda transformación que va a vivir Madrid en los próximos años, que será muy importante y beneficiosa para todos.
Pero dedicaré más tiempo a la familia, a los nietos, a conocer los sitios más importantes de Madrid, que es lo que menos conozco porque he pasado mucho tiempo de viaje por toda España. Y por supuesto, ahora no faltaré a mi asiento en el nuevo Santiago Bernabéu.
No quiero despedirme sin antes agradeceros a ti, David, a Ángel Lara, con quien hace mucho tiempo mantengo una buena amistad, y al Grupo Interempresas, por acordaros de mí a la hora de hacer esta entrevista. Siempre he sido un lector de vuestras revistas, y como bien sabes, desde Potencia y con sus precursores, he estado muy unido a vosotros todos estos años de trabajo. Un abrazo y cuidaros mucho.
Igualmente, Antonio. Te deseamos lo mejor en esta nueva etapa y te agradecemos enormemente tu perpetua predisposición a la colaboración. Te echaremos de menos.
Antonio, fiel asistente a todas las ferias (Bauma, Smopyc, Samoter, MMH, Ficop, Fider...)
Grande entre los 'grandes'
