Entrevista Jordi Motjé, socio director general de Miebach Consulting
22 de noviembre de 2010
Como consultoría logística, ¿en qué consisten sus servicios?
En Miebach Consulting ofrecemos servicios de consultoría e ingeniería para mejorar la cadena de suministros de nuestros clientes y ayudarles a cumplir sus objetivos de reducción o variabilización de costes, reducción del capital circulante y maximización del servicio, así como aspectos más intangibles como agilidad y reactividad de la cadena de suministros a la demanda de los clientes.
Nuestros servicios ofrecen soluciones en las áreas de compras, aprovisionamiento, producción, distribución y logística inversa, así como en la planificación integrada de toda la cadena de suministros.
Asistimos a nuestros clientes durante el diseño de procesos, la selección e implantación de sistemas informáticos, el diseño e implantación de los centros de distribución, la selección y contratación de operadores logísticos y servicios de transporte, etc.
¿En qué fase del proyecto entra Miebach?
Generalmente, empezamos e trabajar con nuestros clientes en la definición de la estrategia para ganar competitividad en la cadena de suministros a medio y largo plazo. En esta fase, se establecen las iniciativas que deberán implantarse en los próximos años, muchas de las cuales pueden contar con nuestro soporte en su conceptualización e implantación.
En otros casos, nuestros clientes ya tienen definido su plan estratégico en el área de operaciones y acuden a Miebach Consulting para que les asistamos en su ejecución o para profundizar en ahorros o medidas a más corto plazo.
En general, sus clientes ¿se dejan aconsejar?
Nuestros clientes no solo se dejan aconsejar sino que además nos pagan para que lo hagamos. La filosofía de trabajo de Miebach Consulting se basa en la conjunción del conocimiento específico de nuestros clientes con el amplio know how que puede ofrecerle nuestra compañía.
Se trata de un trabajo en equipo que ofrece las máximas garantías de éxito, ya que los resultados obtenidos se consensúan con quienes deberán gestionar las decisiones tomadas y convivir con ellas.
Este enfoque requiere una alta profesionalidad para convencer y demostrar analíticamente los resultados, huyendo de la visión de que ‘el papel lo aguanta todo’. En este sentido, nuestra compañía también se compromete con la consecución de los objetivos marcados una vez iniciada la fase de implantación.
En los últimos años hemos notado un importante cambio de mentalidad en cuanto a la externalización de la logística y la preparación de pedidos entre las empresas españolas. Cree que esta tendencia ¿seguirá al alza?
El nivel de subcontratación de la logística en España está por debajo de la media europea, en especial si lo comparamos con los países del centro y del norte de Europa. La gran presencia de empresas multinacionales en nuestro país con una clara vocación de externalización logística está elevando el nivel de subcontratación año tras año, pero estas mismas compañías se enfrentan con una realidad del mercado español, muy distinta a la de sus países de origen. Esto es especialmente relevante en el caso del mercado de transporte de mercancías, mucho más atomizado en España que en otros países de Europa.
Por otro lado, en los últimos años, ha habido un desarrollo tecnológico en equipamiento de automatización de la preparación de pedidos que ha permitido automatizar un proceso que consume cerca del 70% de los recursos de un centro de distribución.
Claramente, muchas empresas van a apostar por nuevas tecnologías en la preparación de pedidos, siendo precisamente las compañías que no piensan en subcontratar su logística las que mayor interés tienen en automatizar.
Y ¿qué explica este cambio en la manera de trabajar de las empresas?
Los periodos de retorno de inversiones exigidos en las grandes compañías son cada vez más cortos, así como la constante mejora de los ratios financieros como rentabilidad de activos, fondo de maniobra o número de empleados. Muchas compañías multinacionales, que cotizan en bolsa o que son propiedad de fondos de capital riesgo, tienen una estrategia clara de subcontratar sus operaciones y de no invertir en automatización, evitando invertir dinero en activos con plazos de retorno más largos a los exigidos y convirtiendo costes fijos en variables (aunque con un límite).
Sin embargo, otras compañías trabajan con una visión a medio plazo e invierten en sistemas automáticos que pueden tener un plazo de retorno de la inversión de 3 a 6 años y que les permiten disponer de una cadena de suministros muy competitiva.
En general, ¿en qué posición se encuentra la logística en España respecto otros países?
Como ya he comentado, España tiene unos niveles de subcontratación logística y de automatización inferiores a otros países occidentales, aunque la eficiencia de las cadenas de suministro españolas suele estar en posiciones muy altas dentro del benchmarking de las grandes multinacionales. Además, España es un país que cuenta con grandes profesionales en la gestión de la cadena de suministros, que han sabido buscar la eficiencia acorde con la realidad del mercado.
¿Hay algún sector más proclive a mejorar su logística?
Los sectores punteros y que históricamente han marcado la pauta de la innovación en la gestión de la cadena de suministros han sido el sector de la automoción y el de la gran distribución.
También cabe destacar la adaptación de mejores prácticas de un sector a otro, como por ejemplo la trazabilidad y calidad de los procesos del sector farmacéutico que se han aplicado posteriormente a la industria alimentaria.
En general, el resto de sectores industriales y sus canales de comercialización tienen aún muchas asignaturas pendientes en aspectos básicos como la codificación, la estandarización de embalajes y paletización, los sistemas de información, los centros de distribución y las redes de transporte.
Sin embargo, la colaboración a lo largo de la cadena de suministros, aumentando la visibilidad de la información y el uso inteligente de la misma, es la gran asignatura pendiente para todos los sectores.
¿Cuáles han sido los principales problemas a los que se han enfrentado en alguno de sus trabajos realizados en España?
La mayor problemática suele venir de la complejidad del proceso de toma de decisiones en algunas compañías con estructuras matriciales, que cuentan con responsables locales y corporativos y diversos departamentos involucrados con visiones contrapuestas de lo que debería hacerse. Este tipo de proyectos requieren una metodología importante, así como grandes dotes de comunicación y convencimiento. Por otro lado, existen también los problemas del incumplimiento de plazos o niveles de calidad o funcionalidad por parte de algunos proveedores de equipamiento, servicios o de software, que requieren mucha atención y dedicación para garantizar el éxito de la implantación.
La tecnología está avanzando a un ritmo acelerado. ¿Va a remolque de las necesidades de la empresa o viceversa?
La tecnología debe ser siempre considerada como un medio y no como un fin en sí mismo. Existen empresas innovadoras que han llevado a los proveedores de equipos o software a innovar en sus productos para satisfacer sus necesidades, pero también existen muchas otras empresas que adaptan sus procesos a productos existentes pero a su vez con solvencia contrastada.
Para finalizar, todavía hay quien considera que mejorar la gestión del almacén y la cadena de suministro supone un gasto. ¿Cómo hacerles ver que es una inversión?
Es cierto que la cadena de suministros, y en especial la logística, se considera como un gasto y no como una fuente de competitividad. Sin embargo, cada vez más empresas se han dado cuenta de la vital importancia de la cadena de suministros como factor diferencial de sus productos o servicios.
Poner a disposición del consumidor el producto adecuado, en el lugar adecuado, en el momento adecuado y en la cantidad y calidad adecuadas es una tarea muy difícil de conseguir de manera eficiente. El reto es hacerlo mucho mejor que tu competidor y con extrema agilidad para adaptarte a los cambiantes requerimientos del mercado.
Anteriormente se perdieron guerras por menospreciar la complejidad e importancia de la logística, y en la actualidad se pierde cuota de mercado y prestigio, mucho prestigio.