Excelencia en las entregas, cómo lograr una mayor eficiencia en la última milla
José Fanego, Business Consultant manager de Zetes España
11/02/2022La cadena de suministro está sometida a una gran presión como consecuencia del crecimiento del e-commerce durante la pandemia, el complejo funcionamiento de los mercados mundiales y las crecientes expectativas de los clientes. Sumado a la incertidumbre y las dificultades añadidas por la COVID-19, con trabajadores afectados y los confinamientos, lograr la eficiencia en la tramitación de los pedidos es ahora más importante que nunca.
Aunque el cliente es responsable, en parte, de que la entrega pueda realizarse, la cadena de suministro es decisiva para lograr entregas correctas en el primer intento. Los clientes son cada vez más exigentes, quieren opciones de entrega flexibles, localizar los envíos y devolver los productos con facilidad. Con la COVID-19 ha sido todavía más difícil cumplir los plazos de entrega, ya que, muchos consumidores se han decantado por las compras online en detrimento de las tiendas físicas. Teniendo en cuenta que la última milla representa el 30 % del coste total de la preparación de un pedido, la eficiencia es primordial.
Pero, ¿cuáles son las causas de las entregas fallidas? Las cadenas de suministro no tienen un funcionamiento lineal, sino que son estructuras complejas, dinámicas y de varios niveles. Sabemos que todas las etapas de la cadena de suministro afectan al proceso de entrega, por lo que si una entrega falla el problema puede estar en la primera milla. No obstante, la falta de visibilidad en la última milla puede tener consecuencias catastróficas si se producen eventos que impiden las entregas puntuales, como incidencias de tráfico o aparcamiento. Cada minuto cuenta, pero sin acceso a información en tiempo real, las empresas no pueden corregir los posibles problemas. Y, sin embrago, muy pocas empresas ofrecen visibilidad completa de las mercancías mientras se encuentran en reparto.
Afortunadamente, la mayoría de las causas subyacentes se pueden solucionar con tecnología escalable y una cadena de suministro conectada y flexible. Gracias a soluciones de movilidad con gestión electrónica de entregas (ePOD) de última generación y herramientas de visibilidad para logar un entorno colaborativo se consigue este nivel de control y eficiencia, que permite hacer previsiones de entrega y realizarlas en el primer intento, incluso durante y después de una crisis mundial.