Logística automatizada: la llave para que los pedidos lleguen al cliente lo antes posible

El comercio electrónico vive una nueva era en la que el cliente es más exigente que nunca sobre cómo, cuándo y dónde desea recibir su pedido. Las empresas también lo son: quieren tener más control sobre el producto, su trazabilidad y su capacidad para asumir la demanda en cada momento. Con todo, el flujo logístico necesita una nueva incorporación que lo impulse y establezca un tiempo de respuesta mínimo.

Ahí es donde entra en juego la logística automatizada, la cual permite simplificar las entregas y ayuda a los proveedores a planificar y predecir sus necesidades de manera más consistente para lograr la entrega al día siguiente o incluso el mismo día. Por tanto, se trata de utilizar sistemas de control, maquinaria y software, para mejorar la eficiencia de las operaciones en almacenes o centros de distribución.

Este tipo de logística conlleva una serie de ventajas evidente. Por un lado, el acceso a los datos y su análisis potencia la toma de decisiones, se disminuyen errores y se tiene un mayor control de las operaciones. Por otro, es posible hacer un seguimiento en tiempo real de la carga, adaptarse a la demanda en cada momento y, así, reducir costes. Teniendo en cuenta el auge del ecommerce, hay que estar preparados.

La dinámica competitiva del comercio electrónico y la necesidad por establecer nuevos esquemas de distribución omnicanal marcan la hoja de ruta de las empresas. A lo largo de una cadena de suministro y todo lo que la involucra, existen múltiples procesos que podrían y deberían ser automatizados. Esto se traduce en una mayor eficiencia y calidad para la compañía, pues se mejora la gestión y el flujo de trabajo.

No es baladí: la mayoría de los almacenes tienen el reto de procesar los pedidos online que a menudo sólo constan de uno o dos artículos. La preparación, el embalaje y el envío de paquetes pequeños, junto con los plazos de entrega tan ajustados, hacen que cualquiera pueda quedarse obsoleto con facilidad. Los pesos pesados de la industria han dado pasos de gigante en este aspecto y es relativamente fácil quedarse atrás.

De ahí la importancia de unir al humano y la máquina. La automatización de los procesos ofrece a los almacenes una mayor capacidad de preparación de pedidos y almacenamiento. Así, las empresas pueden ampliar la disponibilidad de los almacenes de forma flexible sin renunciar al papel clave de las personas. La transformación digital no implica tanto que los robots sustituyan a los trabajadores, sino que éstos sean capaces de trabajar con ellos.

La automatización está alimentada por la inteligencia artificial y el machine learning, dos tecnologías fundamentales en el almacén, ya no del futuro, sino del actual. Por ejemplo, permiten aumentar la frecuencia de recogida en un almacén fusionando los pedidos en lotes y clasificando los artículos por orden. Esa agilidad y garantía del envío a tiempo es crucial. Por no hablar del elemento predictivo que ofrecen, permitiendo saber con mayor exactitud qué productos se pedirán, dónde, cuándo y cuánto tiempo se necesitará para procesarlos.

Por tanto, las empresas necesitan conocer el estado de toda su operativa desde un único punto. Por tanto, les hace falta la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para navegar a través de grandes volúmenes de datos, también integrar la automatización para garantizar la máxima eficiencia en sus almacenes y centros de distribución. Todo ello sin olvidar el importante papel creativo que tienen los trabajadores.

La mejora de la cadena de suministro siempre había sido clave, pero ahora es imprescindible. Desde las capacidades omnicanal hasta el almacenamiento inteligente y las soluciones de gestión del transporte más eficientes y ecológicas, todo debe replantearse para prosperar en 2021 y más allá. Estar preparados para lo que sea que esté por venir es la mayor de las ventajas.