La crisis del Coronavirus y cómo aumentar la elasticidad de las cadenas de suministro
Cinco medidas para dar elasticidad a las cadenas de suministro en entornos de crisis
Ramon Boixados, profesor experto del Centro Español de Logística
08/04/2020A mediados de marzo, era cuando se esperaba el mayor impacto sobre las cadenas de suministro ligadas con China, lo que, como estamos comprobando estos días, está forzando el cierre temporal de plantas de ensamblaje y producción en Estados Unidos y Europa.
Si tenemos en cuenta que los envíos marítimos de cualquier tipo de carga desde China a EE UU tardan 30 días y que las fábricas cerraron el 25 de enero por el año nuevo chino, el último de los envíos que zarpó antes del año nuevo llegaba a finales de febrero.
Además, si consideramos que el inventario medio suele ser de 15 a 30 días, lo más seguro es que por el año nuevo chino las compañías incrementasen una semana de inventario. Esto ha hecho que al inicio de la crisis se hayan encontrado con un inventario de entre 2 y 5 semanas.
El creciente peso de China y cadenas sensibles a roturas
Si buscamos una comparación con el virus SARS ocurrido en 2003, lo primero que llama la atención es el cambio de la importancia de China en el comercio mundial, que va desde el 4,31% del PIB mundial en ese año al 16% actual y, en segundo lugar, que el SARS causó 8.000 enfermos, mientras que el Covid 19 ya lleva contabilizados 97.878 casos hasta la fecha .
Una rápida recuperación en V parece cada vez más improbable. Por ejemplo, el Puerto de Los Angeles, que tuvo una reducción del volumen de carga del 5% en enero, alcanzaba un descenso del 25% en febrero. En Europa, el Puerto de Le Havre puede alcanzar un descenso del 30% en los próximos dos meses.
La limitación de entrada y salida de carga en puertos, aeropuertos, a lo que se suma su congestión por la limitación de medios de transporte, personal de operaciones, la cancelación de rutas de navieras o los retrasos en las fronteras entre China y sus vecinos, entre otros, está haciendo que el retorno a la normalidad en China, sea lento.
Además, nos encontramos con que la presión de reducción de costes sobre las cadenas de suministro, ha motivado la implantación de estrategias de “lean manufacturing”, “outsourcing”, “offshoring”...Unas medidas que han hecho también que las cadenas sean más sensibles a las roturas.
Al trabajar en Operaciones uno de los retos es responder a la incertidumbre. El mundo no es predecible y el caos hasta cierto punto es la normalidad. Si bien unas sorpresas son mayores que otras y son diferentes, dependiendo de los sectores. Sin embargo, estas sorpresas se van a seguir repitiendo.
Cinco medidas para dar elasticidad a las cadenas de suministro en un entorno volátil
Con todo lo expuesto, la pregunta es ¿Cómo se optimizan las cadenas de suministro para operar de forma efectiva en un mundo con volatilidad y con clientes que son intolerantes a las respuestas tardías?
En respuesta, estas son las acciones más inmediatas para para aumentar la elasticidad de las cadenas de suministro:
- Proteger a los empleados. Aplicar los criterios más conservadores de las autoridades médicas. Informar a los trabajadores frecuentemente de los aspectos médicos y hacer un seguimiento de la situación.
- Crear un equipo de respuesta interfuncional. Establecer objetivos semanales y un cuadro de mando con indicadores y alarmas
- Realizar un mapa de procedencia de compras. Hacer la lista de proveedores y de los proveedores de los proveedores. Llegar al nivel “tier 3”. Entender el riesgo de cada uno de los miembros del mapa y diseñar estrategias de solución en cada caso. El coronavirus ha demostrado la posible vulnerabilidad de tener varios proveedores en una única localización y de tener un solo proveedor.
- Realizar test de stress financieros. Realizar escenarios de cash flow, cuenta de resultados, balance. ¿Que variables pueden impactar en la liquidez? Establecer medidas para limitar los impactos. Extender estos modelos a los proveedores y conocer sus resultados.
- Crear planes de contingencia para lograr la continuidad. Estos planes deben incluir suministro, transporte, producción, distribución, comunicaciones, cash-flow, trabajo del personal en remoto, limitación de recursos humanos, etc. En estos planes deben participar proveedores y clientes.