Tecnología RFID para hacer la compra
15 de diciembre de 2008
Entre otras cosas, con Grocer el cliente puede saber al momento el precio de los productos que introduce en su carro y conocer el importe global de su compra, recibir información sobre promociones, disponer de sugerencias de recetas y de un listado de ingredientes necesarios para prepararlas o recibir orientación para localizar en la tienda los productos por el camino más rápido. Además, el carro cuenta con una oferta de entretenimiento que permite al consumidor escuchar música, chatear con otros clientes e incluso navegar por Internet. Por su parte, las empresas también pueden ofrecer mayor información y servicio personalizado al cliente, optimizar su inventario, llevar a cabo prácticas de márketing más efectivas y fidelizar al consumidor. "La importancia de Grocer es el valor que está dando al cliente. De momento es sólo un prototipo que nace de un proyecto de I+D. Quizás dentro de uno, dos o cuatro años sí pueda comercializarse", manifestó durante su intervención Carlos Ponce, responsable para el mercado español de Wipro Retail.
¿Cómo funciona el carrito 'inteligente'?
El primer carro de la compra inteligente se desarrolló en 2003 y funcionaba con un código de barras. En 2008, se le ha aplicado por primera vez la tecnología RFID.
Grocer cuenta con un lector de RFID y antenas que escanean los productos; un ordenador de pantalla plana que permite interactuar con el cliente; red Wifi (para la localización e interacción con el sistema); un sistema de alimentación interrumpida y productos etiquetados con RFID.
Con el carrito, el consumidor toma mayor control de la situación. Dispone de más libertad, más información, más capacidad de diferenciarse y más posibilidades de obtener auténtico valor añadido. Gracias a su equipamiento técnico, el consumidor puede recibir información sobre las promociones del día, el camino mas corto para encontrar un producto en la tienda, información de recetas, etc. Además, puede conocer al momento el precio de los productos que introduce en el carro y saber cuánto dinero lleva gastado.
Radiofrecuencia de Identificación
Aunque no es una tecnología nueva, los orígenes de la RFID se remontan a la II Guerra Mundial. Hasta hace algunos años no existía un estándar global que favoreciese su despegue e implantación masiva.
Hoy en día, sin embargo, más de un centenar de países apuesta ya por un estándar, el Electronic Product Code (EPC), que Aecoc promueve y desarrolla en España y que, según los expertos, será el trampolín definitivo para esta tecnología. El EPC es un código que introducido en un pequeño chip, permite identificar de manera inequívoca y a distancia cualquier mercancía, artículo, documento, etc. Es el relevo generacional del código de barras; un sistema aún más avanzado que puede contener más información que el sistema tradicional y que permite acceder a ella a distancia.
El EPC es una especie de ADN que permite diferenciar dos productos de idénticas características como, por ejemplo, dos botellas de agua de igual tamaño, marca o propiedades.
"Estamos en el ámbito de hacer cada vez más presente este tipo de tecnología al consumidor, para ello se requiere generalizar la tecnología RFID", explicó durante la presentación de Grocer a la prensa, Josep Maria Bonmatí, director general de Aecoc.
Con más de 24.000 asociados, Aecoc es una de las mayores asociaciones empresariales de España y la única en que fabricantes y distribuidores trabajan conjuntamente para aportar mayor valor al consumidor. La entidad nació para promover el uso del código de barras. Es una organización en que la industria y la distribución trabajan conjuntamente en áreas como la identificación de productos, el comercio electrónico, la logística y el transporte, el marketing o la seguridad alimentaria.
La asociación presta servicios de asesoramiento y consultoría, formación e investigación en cada una de sus áreas de trabajo y organiza a lo largo del año puntos de encuentro destinados a acercar a los asistentes las nuevas estrategias comerciales y de gestión.