5 claves que determinarán el avance de la digitalización logística
Klaus Lysdal, vicepresidente de Ventas y Operaciones de iContainers
12/03/2019Aunque la industria logística haya sido particularmente lenta en aceptar la innovación tecnológica, en los últimos años se han producido avances que sugerían una actitud más abierta y receptiva.
Pero, ¿cómo puede una industria tan tradicional y anclada en sus procesos y maneras de pensar abrir su mentalidad y aceptar plenamente un nuevo enfoque?
Para comprender la revolución digital logística, debemos comprender primero las demandas a las que se enfrenta la industria en su conjunto y que deberá satisfacer si desea mantener el ritmo de avance hacia el nuevo paradigma.
Fuerza de trabajo híbrida
Las empresas logísticas necesitarán repensar sus estrategias de contratación a medida que la naturaleza de los trabajos se transforme.
Desde hace años, los grandes transitarios han intentado desarrollar sistemas que les permitieran reemplazar internamente al personal de operaciones. El objetivo final de estos sistemas no es sustituir por completo a la fuerza de trabajo sino encargarse de las tareas repetitivas y manuales, mientras los trabajadores se ocupan de tareas de alto valor o que los sistemas automatizados no pueden gestionar.
Las habilidades que hoy son valoradas en la industria serán redefinidas y se exigirán nuevas combinaciones de aptitudes y conocimientos que permitan gestionar con éxito los procesos operacionales automatizados. Los empleados avanzarán hacia nuevos roles en gestión y programación a medida que las tareas logísticas básicas queden automatizadas. También veremos nuevas formas de encarar y solucionar los problemas. Y todo ello, sin perder de vista la gestión de la nueva co-existencia de máquinas y humanos.
Orientación al cliente
Con la tecnología al mando, los clientes demandarán de forma natural una mayor rapidez y precisión en los procesos. Y para satisfacer estas demandas, las empresas necesitarán adoptar un enfoque centrado en el cliente
Esto va mucho más allá de hacer un par de cambios departamentales y operacionales o de ajustar los objetivos para que incluyan métricas que midan la satisfacción del cliente. Requiere de una auténtica renovación y reorganización de toda la estructura de negocio.
Actualmente la confiabilidad del servicio sigue siendo un factor indispensable para los clientes, pero su principal preocupación ya no es si un servicio se lleva a cabo. La eficiencia y la comodidad se han convertido en factores clave para decidir qué es confiable. Hoy, el foco de toda la compañía debe ponerse en el cliente y el cambio debe implementarse de arriba abajo y de abajo arriba, de manera que impregne la mentalidad de cada empleado y quede reflejado en su trabajo.
La revolución digital actúa como un círculo virtuoso con una simple lógica. Promete eficiencia, la eficiencia se convierte en reclamo y aliciente para los clientes y los clientes impulsan la demanda.
Transparencia
La información en tiempo real se está convirtiendo en un imperativo para todo tipo de empresas. Pero, por desgracia, la industria logística, particularmente el sector del transporte internacional, está lejos de tener capacidad para ofrecer esa transparencia total demandada.
Las dos principales cuestiones que están siendo abordadas en estos momentos son la transparencia de precios y la transparencia operacional.
En cuanto a las las tarifas, existe una gran dificultad para mantenerlas actualizadas en todo momento y para calcular de forma exacta cómo se aplicarán los distintos conceptos y recargos que intervienen en un envío de mercancías internacional.
La transparencia operacional suena simple y fácil de conseguir. Pero supone un enorme reto. En la cadena de transporte internacional intervienen tantas figuras con sus propios procesos, tantos sistemas con lenguajes, reglas y protocolos diferentes, que crear una solución eficiente que ofrezca visibilidad sobre cada aspecto es una tarea de enorme complejidad. Incluso las operaciones mejor planificadas pueden venirse abajo como un castillo de naipes cuando se quita una de las cartas de la base, como cuando un buque retrasa la fecha de salida o un depósito se queda sin equipamiento.
Sólo si la industria consigue superar los obstáculos y avanzar en esta dirección, los clientes podrán saber de forma exacta en qué punto están sus envíos y cuáles son los costes implicados, de un extremo a otro de la cadena de transporte internacional.
Entonces será mucho más sencillo avanzar hacia el siguiente paso: la transparencia de servicios. Este nivel superior permitirá a los clientes obtener una visión completa de todo lo que está sucediendo entre bastidores, desde el despacho de aduanas, hasta las recogidas y entregas. No se tratará simplemente de responder a la pregunta estática de “qué ha pasado con mi envío”, sino de responder de forma continua a “de qué manera se están encargando ahora mismo de mi envío”.
Tecnología
Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías, como el internet de las cosas (IoT), el Big Data o la inteligencia artificial, la industria logística ha podido experimentar y mejorar la eficiencia y la inteligencia de las cadenas de suministro.
Actualmente, estamos viendo una explosión de innovaciones en campos como el almacenamiento inteligente, el seguimiento y la visibilidad del transporte en tiempo real.
El blockchain añadirá una nueva capa de transparencia y credibilidad entre los distintos actores de la cadena de suministro. Con algunos ejemplos exitosamente implementados, como la reciente transmisión digital instantánea del Bill of Lading, será interesante ver cómo se desarrollan estas tecnologías y cómo se integran en el camino de la digitalización
Pero la industria tendrá que adaptarse con rapidez, especialmente las navieras, porque a día de hoy, algunas de ellas todavía experimentan dificultades para mantener sus propios horarios actualizados correctamente en sus páginas web. Hasta que este tipo de problemas no sean resueltos, la industria continuará frenando el ritmo de la digitalización.
Seguridad y protección de datos
Con el auge de la digitalización y la tecnología, la privacidad y la integridad de los datos plantean nuevos retos y riesgos. Desde empresas privadas hasta instituciones gubernamentales y ONGs, cada entidad tiene ahora el compromiso nada sencillo de salvaguardar los datos personales correctamente.
La industria del transporte marítimo está lejos de poder asegurar su capacidad para proteger los datos comunicados entre los distintos jugadores. Los ciberataques a Maersk y Cosco sufridos en los últimos años evidencian que todavía queda mucho por hacer para reforzar la ciberseguridad y nos recuerdan los efectos en cascada y las profundas consecuencias logísticas que pueden llegar a vivirse en caso de no estar a la altura.
Por un lado, existe una creciente demanda de conectividad. Por otro, con los nuevos sistemas conectados y el aumento de capacidades por control remoto, el riesgo de que los datos se vean comprometidos aumenta exponencialmente.
Y el fallo en la protección de estos datos supondrá un claro freno a la revolución digital, dado que representa riesgos elevados no sólo para los clientes, sino también para los proveedores y los demás jugadores de la industria del transporte internacional.