Con nivel récord de CO2, la UE acelera las tecnologías sostenibles
Cada vez más, el ahorro de las toneladas de CO2 que una empresa deja de emitir a la atmósfera suele ser una de las cartas de presentación de su RSC. De responsabilidad a obligación parece que el paso está cada vez más cerca cuando la Administración Nacional y Atmosférica de EEUU (NOAA) advertía que el pasado viernes se alcanzó un nivel récord de gases efecto invernadero, superando por primera vez las 400 partes por millón de CO2. Estos umbrales históricos tomados en el observatorio del volcán de Mauna Loa, Hawai, llamaban la atención sobre la necesidad de empezar a revertir el daño causado al medio ambiente por las actividades humanas y el uso de combustibles fósiles contaminantes.
Según los expertos, la tierra no había alcanzado esos niveles de CO2 en millones de años, en un clima prehistórico que enfrenta a las sociedades humanas a enormes riesgos. El científico Michael Mann, Director del Centro de Ciencias de la Tierra de la Penn State University, explicó que la mayor preocupación es la rapidez del aumento de las concentraciones de CO2. En esa medición, el CO2 estaba a niveles de hace 10 millones de años y fueron necesarios cientos de millones de años para cambiar las concentraciones de CO2 a través de procesos naturales como el enterramiento del carbono y la desgasificación volcánico. Pero ahora lo estamos desenterrando y quemando a una escala de tiempo de 100 años, un millón de veces más rápido. Parece que no es fácil que nos acostumbremos al nuevo clima.
En este contexto, la CE ha instado a los países miembros a promover apoyos que permitan acelerar la comercialización de tecnologías de energía sostenible, aumentado la coordinación de sus programas y utilizando fondos estructurales europeos. Bruselas ve necesaria una alineación del apoyo financiero europeo, nacional y regional con los recursos privados para promover un enfoque de investigación e innovación integrado. La CE ha propuesto el desarrollo de una hoja de ruta que promueva las tecnologías e innovaciones energéticas a finales de 2013 y definir un Plan de Acción para 2014. La UE necesita profundizar en la introducción en el mercado de nuevas tecnologías energéticas sostenibles de alto rendimiento, bajo coste y bajas en carbono. El Ejecutivo ha defendido una estrategia fuerte y dinámica de tecnología e innovación, tanto para cumplir sus objetivos políticos, como para reforzar su competitividad y coordinar mejor las inversiones.