Últimos desarrollos en las cadenas de suministro de la industria alimentaria

La mejora del nivel de servicio sigue siendo una prioridad importante para poder competir en el mercado. En un entorno donde el avance de la marca de la distribución se está ralentizando como consecuencia de una intensa actividad promocional y por la incipiente recuperación económica, la alta volatilidad de la demanda existente obliga a las cadenas de suministro a reaccionar de una manera mucho más ágil a los movimientos del mercado, a efectos de mantener o mejorar su nivel de servicio.

De acuerdo con la experiencia de Miebach Consulting, y teniendo en cuenta el entorno actual, hay cinco tipos de acciones que pueden aportar oportunidades de mejora en la reducción de costes y en el incremento del nivel de servicio de las empresas de la industria alimentaria:

1. Optimización de las redes logísticas conjuntamente con los procesos productivos.
2. Mejora de los procesos de planificación.
3. Automatización de los flujos de materiales.
4. Colaboración entre compañías.
5. Implementación de nuevos modelos organizativos.

Estas cinco soluciones, cuyas características se desarrollan detalladamente en las líneas siguientes, cubren todas las dimensiones de la cadena de suministro desde un punto de vista de diseño, planificación y ejecución de la misma.

En los últimos años, las circunstancias operativas de las compañías han ido cambiando constantemente. Los orígenes de los suministros se han incrementado, así como el número de referencias que se comercializan en cada mercado.

Estas circunstancias hacen que las redes logísticas diseñadas en el pasado tengan que actualizarse, ofreciendo una serie de oportunidades que pueden aprovecharse mediante la utilización de la última vanguardia de herramientas de modelización, ya sea tanto de optimización como de simulación de operaciones logísticas. Las nuevas técnicas permiten encontrar las ubicaciones óptimas para los centros de producción, para los stocks y para los centros de consolidación de flujos de aprovisionamiento, así como optimizar los inventarios o determinar cuál es la relación más adecuada entre stocks de seguridad y lotes de producción. Su aplicación en estos momentos se está convirtiendo en una fuente de generación de eficiencias y mejoras operativas relacionadas con el diseño de la cadena de suministro.

Adicionalmente, en un entorno agitado y cambiante como el actual, es muy importante poder ofrecer diferentes modelos de cadena de suministro soportados por una infraestructura física y de sistemas común, que sea capaz de dar soluciones a requerimientos dispares. Sólo entendiendo correctamente los comportamientos de compra existentes en el mercado y agrupándolos en segmentos lo suficientemente homogéneos es posible ofrecer unas soluciones para la cadena de suministro alineadas a las necesidades reales identificadas en el mercado. Cuando este ejercicio se junta con un proyecto de rediseño de red como el anterior, es cuando existen mayores oportunidades para poder diseñar la red más adecuada para afrontar los retos actuales de las empresas alimentarias.

El incremento sostenido de la capacidad de computación y el nivel de sofisticación de la tecnología actual están permitiendo una mejora exponencial de las soluciones disponibles en el ámbito de los sistemas de planificación de la cadena de suministro. Un conocimiento más profundo sobre el comportamiento del consumidor, como resultado de una mayor capacidad de análisis de datos, también está considerando como una oportunidad que es posible explotar.

Por otro lado, la implementación de los procesos de S&OP está permitiendo a las empresas una mejor coordinación de las diferentes funciones y una respuesta más rápida a los cambios del mercado. Que este S&OP pueda incluir socios comerciales, en un entorno colaborativo, está considerado también como otra oportunidad que las empresas están implementando con éxito.

Las mejoras tecnológicas a nivel de equipos de almacenaje y manutención han aumentado a un nivel exponencial. El abanico de soluciones disponibles no deja de crecer y su sofisticación tecnológica ofrece muchas oportunidades para realizar mejoras operativas, ya sea para reducir costes, aumentar niveles de servicio y capacidad de respuesta o ambas cosas a la vez.

La otra cara de la moneda ante esta situación de variedad y riqueza de soluciones tecnológicas es que también es más fácil cometer errores en el momento de seleccionar una solución. La selección de equipos e implantación de soluciones automatizadas es un proceso complejo en el que intervienen muchos aspectos además de los puramente tecnológicos: contractuales, de construcción de obra civil, relacionados con los sistemas informáticos para gobernar el nuevo proceso o con el nivel de formación del personal involucrado en el momento del arranque, etc. Las decisiones adecuadas en este ámbito están consideradas por los expertos en la materia como la fuente más importante para la reducción de costes en el área de la intralogística.

La colaboración entre empresas es un método sobradamente contrastado para la mejora de resultados. No obstante, no existen tantos casos de éxito como sería de esperar. La verdad es que se trata de un proceso complejo en el que, durante su implementación, aparecen muchas barreras que en principio no son tan evidentes.

Afortunadamente, la necesidad de las empresas de seguir mejorando cuando ya prácticamente han agotado las oportunidades entre sus cuatro paredes, les está empujando a seguir buscando fuera de ellas. En este tipo de situaciones, una metodología sólida de la gestión del cambio y una buena comprensión de los efectos de los diferentes estilos de liderazgo y de los valores de las empresas participantes, permiten soportar estos procesos y llevarlos a buen puerto para el beneficio de todos los participantes.

Los casos de éxito en procesos colaborativos han demostrado que pueden derivar en beneficios para todas las dimensiones de la cadena de suministro, ya sea en su diseño, planificación o procesos de ejecución.

Una de las palancas más importantes que facilitan y potencian nuevas oportunidades para la mejora de resultados es la implantación de nuevos modelos organizativos, más alineados a las necesidades del mercado actual.

Existen dos razones poderosas que fomentan los cambios en esta área. Por un lado, es necesaria una mejor alineación con los requerimientos de los clientes y con las funciones internas que gestionan estas relaciones. Con algunas excepciones, las empresas de distribución alimentaria siguen estando muy vinculadas a sus mercados de origen, y por tanto los procesos de organización y de decisiones siguen muy ligados a las circunstancias de cada mercado. Este aspecto, para las cadenas de suministros de la industria alimentaria, implica tener equipos locales que puedan entender y ejecutar los requerimientos de servicio de sus clientes. Estos equipos pueden estar organizados con mayor o menor sofisticación, pero en cualquier caso la tendencia es ir hacia una mayor capacidad interfuncional para dar soluciones integrales a los clientes.

Por otro lado, hay funciones que, ya sea por una mayor sofisticación en su funcionamiento (como puede ser la planificación) o por la implantación de procesos regionales que den cobertura a varios mercados (como por ejemplo la especialización de las fábricas a nivel europeo), pueden requerir soluciones organizativas más centralizadas y menos enfocadas a cada uno de los mercados locales de una manera específica.

La correcta comprensión de estas dos dinámicas permitirá la implementación de soluciones organizativas que beneficien a la cadena de suministro en todas sus dimensiones y que, por tanto, mejoren de los niveles de rendimiento de todos los factores clave.