Planificar la calidad en la industria manufacturera
La planificación de la calidad es el proceso de establecer objetivos de calidad de largo alcance y definir un enfoque para alcanzar los mismos. En el presente artículo vamos a tratar de desgranar como organizar un proceso de planificación de la calidad en la empresa manufacturera.
En la definición anterior, si pretendemos ser justos con la realidad a la que se enfrenta una compañía, deberíamos añadir que, la planificación de la calidad va más allá de la planificación estratégica, porque se le añade un requerimiento de mejora continua o permanente. Lo importante es que la dirección y el personal trabajen juntos para asegurar la mejora continua usando el plan como vehículo, es decir, como herramienta.
Las organizaciones orientadas hacia la calidad generalmente desarrollan y aplican mecanismos de planificación descentralizados. Esto significa que la alta dirección se reserva el derecho de desarrollar la misión, y por otro lado, los departamentos y grupos desarrollan los objetivos de calidad y su aplicación.
Los planes de calidad difieren en términos de alcance, detalle, tiempo y aplicación. Existen tres tipos de planes: estratégicos, tácticos y operativos. Y se pueden elaborar a través de un análisis del entorno, de los clientes internos y externos, y de los recursos disponibles en la organización. Tras la etapa de análisis vendrá la planificación de las políticas objetivos y acciones concretas, para pasar, seguidamente a la ejecución, con una evaluación y retro alimentación del resultado obtenido.
Proceso de planificación de la calidad
El proceso de planificación de la calidad puede constar de varios puntos, que hemos reducido a seis puntos que consideramos elementales para la empresa:
- Empezamos por la misión de la calidad cuyo desarrollo es un elemento crucial, pues proporciona dirección a la organización e indicadores a todos los implicados de lo que es importante para la organización. El informe de la misión debe ser por escrito, corto, claro y conciso. Tiene el rol estratégico de guiar a la organización a través del uso de la política de calidad. Se convierte así en el punto de partida del proceso de planificación de la calidad.
- En segundo lugar situaríamos establecer una política de calidad. La política de calidad da directrices de qué debe hacerse, frente a cómo debe hacerse. Opera genéricamente y se aplica a todo tipo de esquemas de trabajo y a toda la organización industrial. La política de calidad, para una mayor efectividad, deberá ser analizada tanto por agentes internos como externos, por lo que la organización tiene la obligación de comprometerse con las políticas.
- El tercer paso lo constituye el generar los objetivos estratégicos de calidad. Para que el objetivo sea útil se tiene que poder determinar, que sea operativo, que se pueda medir y ser concreto. Podemos considerar varios métodos que dependen de circunstancias operativas, como son datos de actuaciones pasadas, el entorno externo, que podemos asimilar como el cliente, la fijación de estándares, o basarnos en los competidores. Los objetivos también podrán salir de la aplicación de técnicas de control de la calidad, incluidas en los propios procesos de calidad de las compañías. Cualquiera que sea la fuente y el alcance de estos objetivos deben ser comunicados y aceptados por el personal. Por ello deberían tener la capacidad de conocer a priori cuales van a ser estos objetivos y poder influir en su elaboración. A su vez, deben valorar también la mejora continua como elemento fundamental a todos los niveles.
- El cuarto paso es establecer los planes de acción de la calidad. Las acciones son similares a las estrategias: formulan directrices de acción que son necesarias para cumplir tareas de calidad, fijadas en alcance y tiempo menor que las estrategias. Están directamente relacionados con temas de aplicación y resultados.
- El quinto paso se corresponde con la ejecución de la estrategia de calidad. Entre sus aspectos más importantes encontramos la educación y la formación, la participación, la cultura-motivación, la tecnología, el proceso, la autoridad-poder, las estructuras compensatorias y las estructuras organizativas.
- Como último punto encontramos el control y evaluación de la calidad. Los planes de calidad requieren un control continuo para asegurar su efectividad. Esto significa desarrollar sistemas de control a todos los niveles del plan.
El desarrollo de un proceso de planificación de la calidad no es complicado. Con la guía de los seis puntos anteriores, podemos mejorar notablemente la planificación y mejorar la creación de valor para la industria.