“Se están asimilando y entendiendo mejor las ventajas que aporta la tecnología de fabricación aditiva”

Informe del sector de la impresión 3D / fabricación aditiva 2024

La industria de la fabricación aditiva está viviendo un momento de punto de inflexión que definirá, irremediablemente, su futuro. Bien es cierto que estamos experimentando un crecimiento contenido de la tecnología de Impresión 3D aplicada a la alta producción, pero también es verdad que las empresas ya están acogiéndola para departamentos o áreas que no están directamente relacionadas con la fabricación, sino con el desarrollo de producto y prototipado, el mantenimiento, etcétera.

Además, la fabricación aditiva está entrando con más fuerza en los programas educativos, en planes de estudios y en centros de enseñanza, especialmente en FP y Grados. Algo que consideramos, desde el departamento de Ingeniería 3D de Grupo Solitium del que soy el responsable, como un punto muy positivo, pues se está poniendo un gran esfuerzo, dedicación e inversión en formar a los futuros profesionales que van a considerar esta tecnología como parte complementaria y validada en su uso para las empresas con procesos de producción.

Asimismo, la aparición de nuevos desarrollos de equipos de prototipado y preserie, o baja producción con notables mejoras en términos de rendimiento, resultado y fiabilidad está abriendo la puerta de entrada de esta tecnología en empresas que recelaban hace unos años de su viabilidad. Lo mismo ocurre con los materiales, porque cada vez nos encontramos con más posibilidades en este sentido con el que se evitarán, además, malas experiencias y se obtendrán mejores resultados en menor tiempo, reduciendo, igualmente, la curva de aprendizaje y la aparición de errores.

Creo que estamos en un momento en el que se están asimilando y entendiendo mejor las ventajas que aporta la tecnología de fabricación aditiva, porque los decisores en las empresas también están observando que su uso beneficia su cuenta de resultados, ya que se reducen los plazos de entrega y los costes, en un escenario, el actual, en que se sufren ciertos problemas de suministros.

La digitalización en las empresas, tanto en sus procesos administrativos como en sus procedimientos de inventarios, almacenamientos, fabricación bajo demanda, etc., junto con una mayor concienciación por la sostenibilidad y la exploración de nuevas aplicaciones, además de la democratización que estamos viendo en la tecnología de fabricación aditiva con nuevos y mejores equipos más accesibles para las organizaciones, están abriendo un mundo de posibilidades para la Impresión 3D.

La demostración de que se puede producir de forma eficiente y con buenos resultados piezas funcionales, con repetitividad, con propiedades mecánicas y dimensionales aceptables para la industria es una oportunidad real para un sector que necesita demostrar que es capaz de ampliar el porfolio de clientes en las empresas que confían en ella. Equipos desktops muy mejorados en términos de rendimiento y capacidad industrial están siendo, en muchas ocasiones, la puerta de entrada de la tecnología a ciertas compañías.

Esta confianza en la fabricación aditiva en el plano empresarial también alcanza al ámbito educativo. Muchos centros de estudios ya están formando en esta tecnología e invirtiendo en equipos más eficientes. Este punto es más que esperanzador, porque se acercan dos mundos que normalmente, y sobre todo en España, han vivido alejados el uno del otro: empresa y educación.

Hay que seguir formando profesionales especializados en fabricación aditiva que entren en compañías con tecnologías de fabricación tradicional poco dadas al cambio de paradigma. Apoyar las prácticas duales en empresas afianzadas en la impresión 3D es uno de nuestros retos como compañía innovadora, como también lo es seguir trasladando nuestro conocimiento a pymes y empresas poco familiarizadas con esta tecnología. En este sentido, deberíamos ser capaces, también, de lanzar softwares de toma de datos/modelado y edición más user-friendly, que no supongan tanto nivel de complejidad.

Siempre hay oportunidades y retos que asumir, como el de hacer cuantificables las ventajas para que los departamentos de finanzas y los directivos y decisores en las organizaciones consideren la fabricación aditiva algo más que un ‘capricho’ de sus ingenieros. En este sentido, creo que deberíamos ser capaces, desde los que nos dedicamos al estudio y desarrollo de esta tecnología, de mejorar la selección y el análisis de aquellas aplicaciones con rentabilidad real para las empresas que permitan, en paralelo, reducir las curvas de aprendizaje y la posibilidad de vivir malas experiencias.

Además, para el cliente final es muy importante que se sigan desarrollando materiales con mejores capacidades de postprocesado y acabado, para lograr piezas más aceptables por los consumidores habituados a aquellas fabricadas con tecnologías tradicionales.

Desde el punto de vista de la sostenibilidad, aunque la tecnología de fabricación aditiva ha demostrado su capacidad para reducir la huella de carbono al permitir la producción dónde y cuándo se necesite sin generar stock, debemos asumir el desafío de trabajar e investigar en la posibilidad real de reciclar y reutilizar.

Otro de los desafíos, que puede convertirse en una oportunidad en función de cómo se mire, es la integración real de la fabricación aditiva en softwares de gestión de producción (ERP y similares) que permitan tener conocimiento de costes y planificación de producción, y la incorporación de la impresión 3D como medio de fabricación a todos los niveles.

Destacaría la Form4 y la Fuse 1+ como ejemplos de equipos de fabricación aditiva con uso industrial, pero hasta cierto punto accesibles y con mayor abanico de aplicaciones que los equipos de alta capacidad de producción. La Form4 va a suponer un gran salto de calidad, velocidad y costes con respecto a la Form3, y puede ser un gran equipo de entrada de esta tecnología para muchas empresas, no sólo de sector dental donde su uso va a ser mucho más habitual.

Por otro lado, creo que HP también está haciendo grandes esfuerzos por acercar su tecnología propia Jet Fusion al mayor número de empresas con procesos de producción, a través de equipos como la serie 5000, que permite la entrada de esta tecnología cuando las necesidades son menores, y a la vez es escalable, ofreciendo la posibilidad de mejorar y potenciar el sistema en el futuro si la producción se incrementa mediante sus capacidades de actualización.

También me gustaría apuntar la aparición de la Bambulab, porque es un equipo de escritorio con buenas prestaciones que permite un acercamiento en el uso de la fabricación aditiva. Es un dispositivo que, como ocurre con ciertos escáneres e impresoras de entradas, ofrece la calidad adecuada para su uso en educación, pero también se puede utilizar en empresas e industrias. Este tipo de productos permite profundizar en el conocimiento del flujo de trabajo (toma de datos modelado e impresión de forma gradual), desde cero en muchos casos, pero con equipos y métodos propios de la Industria. En este sentido, no puedo olvidarme del servicio que empresas como Grupo Solitium ha puesto a disposición de sus clientes. Desde nuestro servicio de Ingeniería 3D apoyamos y acompañamos a las empresas que están implementando la fabricación aditiva en sus procesos de producción internos.