Entrevista a Jesús Martín, presidente de AELMA

Estos carnés se conceden a título personal y no a la empresa, por lo que supone una acreditación para nuestros trabajadores. Inicialmente, está planteado para ser otorgado a los mandos intermedios, pero en un futuro queremos crear diferentes categorías para que todas las personas implicadas en la actividad de una empresa de servicios de limpieza puedan tener su propio carné que le acredite como profesional en su ámbito de actuación.

Estos documentos, aparte de aportar un plus de calidad y diferenciación respecto a la competencia, pretenden motivar a los trabajadores en la importancia de su trabajo y aumentar su nivel de compromiso con la empresa y con la actividad que realizan.

La iniciativa surge de la mano de AFELIN, que es la Asociación Federadas de Empresarios de Limpieza Nacionales, para contribuir a la dignificación del sector. En cierto modo, sí que pretende luchar contra la competencia desleal, una práctica que, en los últimos tiempos y al hilo de la crisis, ha venido incrementándose. De ahí que estos carnés persigan el objetivo de convertirse en un criterio de selección a la hora de elegir a la empresa con la que trabajar, nos aseguramos de que las empresas y trabajadores que lo posean prestan un servicio de excelente calidad, es decir, aumentamos la confianza de nuestros clientes.

La organización pionera en entregar estos carnés fue ASELBI (Asociación de Empresarios de Limpieza de Bizkaia), en 2008. Tras su éxito, la patronal madrileña decidió replicar la iniciativa y, de momento, ya hemos tenido nuestra experiencia piloto con la entrega de los 15 primeros carnés profesionales a 10 empresas de la asociación.

Tras pulir algunos puntos en el contenido de la formación, nuestra intención es que a lo largo de este año, un centenar de trabajadores puedan contar con esta acreditación.

Los ocasionados por el uso de maquinaria industrial para la limpieza y en la aplicación de primeros auxilios. Por este motivo, en AELMA le damos mucha importancia a la formación continua de nuestros trabajadores y periódicamente ofertamos un amplio programa de cursos relacionados con la prevención de riesgos laborales.

También, lógicamente, los trabajos que se realizan en altura, como la limpieza de fachadas y de cristales, entrañan un peligro específico por el riesgo que existe a una caída. De hecho, el 8% de la actividad desempeñada por los empleados de limpieza se centra en la limpieza de cristales y el 61% en limpieza de edificios y locales, de lo que se desprende que, aproximadamente, unos 20.000 trabajadores pueden sufrir algún riesgo a la hora de realizar trabajos en altura en el entorno de la limpieza.

Efectivamente, esta acreditación nos distingue como profesionales cualificados en el ejercicio de nuestra actividad y es un sello de calidad para el conjunto del sector, ya que nos aporta prestigio y diferenciación.

Este sector adolece de una falta de reconocimiento, se piensa, equivocadamente, que cualquiera es capaz de limpiar sin la necesidad de recibir una formación previa, pero eso es una falsa percepción que, poco a poco, estamos consiguiendo cambiar. Una cosa es que cada uno limpie su casa, pero otra muy diferente es hacerse cargo de la limpieza de un hospital, de un centro de oficinas, de colegios, etc. En todos los centros donde conviven un elevado número de personas se dan una serie de parámetros sobre los productos a utilizar, las máquinas empleadas, la limpieza de ventanas y fachadas a gran altura, conductos de aire acondicionado… Y, obligatoriamente, los trabajadores deben conocer cómo se debe realizar correctamente este trabajo para evitar riesgos de salud, no sólo para ellos, sino también, para las personas que cohabitan en esos centros o edificios.

Para la obtención del carné, los profesionales deben realizar un curso compuesto de una parte técnica y otra de prevención de riesgos laborales. Posteriormente, los aspirantes realizan un examen para cerciorar las competencias adquiridas. Superadas las pruebas, se entrega a cada aspirante el carné. Este documento tiene una duración de tres años, tras los cuáles deberán realizarse diversos cursos de reciclaje para su renovación.

Para ello será necesario diversificar nuestros servicios con el fin de completar las necesidades de nuestros clientes. Esta diversificación debe pasar por realizar trabajos de mantenimiento, jardinería, lavandería, seguridad, desinsectación y desratización.

Efectivamente, el absentismo laboral es una de las principales lacras que tiene el sector y desde AELMA estamos poniendo todo nuestro empeño para eliminar este problema. Nuestro sector afronta tasas de absentismo o que duplican a la media nacional en el resto de los sectores y alcanza unos índices superiores al 10%, lo que se traduce directamente en unas pérdidas económicas para las empresas que, en el año 2008 ascendieron hasta los 8 millones de euros. Y lo que es peor, la crisis apenas ha reducido los ratios de absentismo entre las empresas del ramo, por lo que la situación de muchas compañías es insoportable.

Desde AELMA hemos elaborado un informe para conocer el perfil del absentista “profesional” que viene definido como un trabajador entre 25 y 35 años y mayor de 50, con estudios básicos y con cargas familiares. Los periodos donde se producen mayores faltas al trabajo coinciden con el fin de periodos vacacionales, los puentes y los lunes.

Dado que el absentismo es el problema más arraigado en nuestro sector, AELMA, como representante de los empresarios en la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una serie de iniciativas encaminadas a poner fin a este problema. La fundamental es la creación de una Comisión para el estudio y control del absentismo laboral, aunque también hemos organizado diversas jornadas de trabajo para dar pautas para controlar el problema. La última iniciativa que hemos puesto en marcha ha sido la firma de un acuerdo de colaboración con la empresa TEBEX, especializada en el control y gestión de la incapacidad temporal por contingencia común, para establecer una adecuada gestión en el control de las bajas que se produzcan por contingencias comunes.

Nosotros nos hemos mostrado en contra de la subida del IVA desde un primer momento, pero por un motivo muy comprensible. Muchos de nuestros contratos ya estaban firmados antes de que el Gobierno informara de la entrada en vigor del incremento del IVA, por lo que nuestros clientes ya han anunciado que no van a aceptar que se les repercuta esta subida. De este modo, este gravamen tendrá que ser asumido por las empresas.

Esta circunstancia agravará la situación en la que se encuentran las empresas de limpieza, ya de por sí, asfixiadas por la mala situación económica derivada de la crisis (morosidad de las Administraciones Públicas, caída de la demanda, impagos, los problemas de tesorería en las empresas, etc).

El Observatorio Nacional está compuesto por las dos asociaciones nacionales (ASPEL y AFELÍN –de la que forma parte AELMA) y los dos sindicatos mayoritarios (CC OO y UGT). Este Observatorio tiene como finalidad velar por los intereses del sector en tres áreas que son de gran importancia: competencia desleal, la relación con las administraciones públicas y el fomento del empleo.

El primer Libro Blanco de la Limpieza Profesional en España nace tras las conclusiones alcanzadas en el I Congreso Nacional de Limpieza celebrado en mayo de 2009 en Madrid y supone una guía para este gremio, ya que ahonda en el presente y futuro de la profesión desde diferentes perspectivas: económica, socio-laboral y medioambiental.

En este trabajo se pone de manifiesto la importancia de la limpieza como motor de desarrollo económico (con una contribución al PIB nacional de un 1,5% y la existencia de 25.000 empresas), generación de riqueza (con una facturación que asciende a los 14.000 millones de euros) y creación de empleo (actualmente este sector emplea a 463.000 trabajadores y contribuye a la integración social y laboral de determinados colectivos con dificultades de inserción).