Limpieza profesional postpandémica, ¿y ahora qué?
Desde la aparición de la pandemia provocada por el coronavirus y el decreto de Estado de Alarma en España por parte del Gobierno hasta el acuerdo del fin de la obligatoriedad de las mascarillas en espacios interiores, salvo excepciones, han pasado más de dos años en los que todos los sectores profesionales, incluyendo el de los servicios de limpieza, han debido adaptarse a las nuevas circunstancias. En este artículo, Alberto Guasch, director general de Serlimar, apunta algunos de los cambios producidos en la industria de la limpieza profesional.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía recuerda que la pandemia no ha terminado, los altos índices de vacunación frente a la COVID-19 y la situación epidemiológica actual en España han permitido flexibilizar algunas medidas como las limitaciones de aforo o el uso de mascarillas en espacios interiores. Otras, en cambio, ya implantadas a lo largo de estos más de dos años de pandemia, han venido para quedarse. Entre ellas la correcta y máxima higienización y desinfección de los espacios, tanto privados como públicos. El sector de la limpieza profesional ha tenido que afrontar esta situación y adaptarse a unos cambios que configuran la nueva realidad. Tres son los principales aspectos a tener en cuenta a partir de ahora: una nueva concepción del sector, las nuevas metodologías de trabajo y el uso de productos más ecológicos.
Concepción del sector
Durante la pandemia, las empresas de limpieza han vivido un doble efecto. Por un lado, el parón de la actividad económica ha afectado a muchas empresas hasta el punto de cerrar o tomar medidas tipo ERTE. Por el otro, como es el caso de Serlimar, se ha asumido la creciente demanda para la desinfección de instalaciones, empresas y centros de trabajo para reducir los riesgos de contagio. De lo que no hay duda, y así, también lo expone el último informe de ASPEL, es que hemos sido y somos un servicio esencial, declarado oficialmente así, y que hemos velado para que hospitales, geriátricos, escuelas, medios de transporte, oficinas y demás espacios comunes estén siempre limpios y desinfectados. De esta crisis el sector sale fortalecido, al menos con mayor visibilidad y aceptación de nuestro trabajo por parte de la sociedad. Ahora toca seguir defendiendo esta posición y afrontar los nuevos retos, entre ellos el convenio sectorial y la reforma laboral, los precios de las materias primas, la contratación pública, etc. Según ASPEL, “los principales clientes de servicios de limpieza son los organismos públicos, los centros docentes y hospitalarios, y las grandes compañías de servicios e industriales, y es allí donde se aprecia el mayor grado de externalización. Por el contrario, la gestión directa de la limpieza sigue siendo un debate muy actual que crea una gran incertidumbre por la reforma laboral. Desde Serlimar ofrecemos siempre un servicio basado en la calidad, no en el precio".
Metodologías de trabajo
Productos ecológicos
El sector de la limpieza tiene que estar alineado con la sostenibilidad y el medio ambiente, no solo por los beneficios ecológicos que reporta (menos emisiones de CO2, menos consumo de agua…), sino también por la mejora en la imagen y la reputación de marca tanto para las propias empresas de servicios como para los clientes con los que operan. Esta sostenibilidad debe aplicarse en todos los procesos de limpieza, sobre todo con el uso de productos ecológicos. En Serlimar, promovemos la implementación de prácticas sostenibles que ayudan a preservar el medio ambiente mediante la minimización de productos químicos, el uso de productos ECO o la compra y uso maquinaria específica y de nueva generación que consume menos energía y agua. Entendiendo que la sostenibilidad es el futuro, disponemos de la certificación ISO 14001 de gestión medioambiental.