195.000 empresas industriales afrontan el reto de la desinfección por COVID-19 tras los últimos rebrotes
Ezsa advierte que algunas empresas están confundiendo tareas ordinarias de limpieza -por ejemplo, usando lejías con paños o fregonas- con trabajos de desinfección. Para realizar una eliminación total del virus, se debe hacer una desinfección ambiental que llegue a todas las superficies, y estos tratamientos solo pueden hacerlo empresas registradas en el ROESB (Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas).
“Muchas empresas creen que los precios de estos tratamientos de desinfección profesional están fuera de su alcance y por eso optan por una empresa de limpieza”, explica Ignacio Santamarta, director de Innovación de Ezsa. “Cualquier pyme puede llevar a cabo una desinfección completa y profesional, con su correspondiente certificado, a partir de 150 euros”, añade.
Procedimientos de desinfección
La compañía utiliza diversos métodos de desinfección con el objetivo de destruir los microorganismos patógenos productores de enfermedades. Uno de los más extendidos es la desinfección con nebulización ULV (Ultra Bajo Volumen). Tiene un efecto fungicida, bactericida y viricida, lo que permite eliminar todo tipo de microorganismos patógenos que se desarrollan en ambientes especialmente húmedos o con importantes cargas orgánicas.
Para ello se emplea un equipo nebulizador que aplica unas microgotas de peróxido de hidrógeno u otras materias activas de manera totalmente homogénea, tanto en el ambiente como en las superficies de las salas a desinfectar.
La aplicación de un agente desinfectante permitirá atacar hongos, bacterias y virus, asegurando así un entorno limpio, higiénico y totalmente seguro.
El tiempo de actuación es de 10 a 50 minutos, dependiendo siempre del tamaño de las superficies a tratar, y gracias a su cualidad biodegradable permite una desinfección total sin riesgos de residuos.
La desinfección por nebulización se puede llevar a cabo, también, por medio de un procedimiento electroestático. Para este tipo de desinfección se utiliza una tecnología de carga magnética que hace que las pequeñas gotas se adhieran a la totalidad de las superficies, consiguiendo con ello que estas microgotas lleguen hasta las caras opuestas de los elementos a desinfectar. Con ello se consigue un 100% de alcance en todas las superficies, incluidas las áreas ocultas y los equipos sensibles.
Otro método de desinfección, que se combina con los anteriores, es el uso del ozono para eliminar con rapidez los microorganismos patógenos. Tras cumplir su función, el ozono se descompone hasta convertirse en oxígeno, que es su estado original. Esta propiedad garantiza que la desinfección sea inocua tanto para las personas como para el medio ambiente y los alimentos.
En los tres casos casos, tras la desinfección se emite un certificado profesional de desinfección indicando la fecha de aplicación y los productos utilizados en el tratamiento para una mayor seguridad.
