Tork recomienda la línea Reflex para controlar el orden y la limpieza en las cocinas
Tork, la marca de limpieza profesional de Essity, recomienda el uso de la línea Tork Reflex como el catalizador perfecto para facilitar la fluidez en la cocina, ya que es un espacio que puede convertirse en un entorno complicado para trabajar. Por eso Tork, en su compromiso con el hostelero, ha demostrado la importancia de desarrollar herramientas de limpieza y recursos necesarios para que cada cocina determine un ritmo óptimo y lo mantenga, con el objetivo de controlar costes, recursos y tiempo.
Los chefs Alan Kinsella y Simon Wood desvelan las claves para mantener la fluidez en la cocina
Tork ha contado con la colaboración de Alan, consultor especializado en la optimización de cocinas, junto con Simon Wood, propietario y chef ejecutivo de Wood Manchester y ganador de MasterChef en Reino Unido en 2015, para analizar las áreas de mejora que facilitan la fluidez en la cocina. Alan y su equipo realizaron un estudio preliminar en la cocina de un restaurante con gran afluencia.
Dicho estudio consistió en limpiar toda la cocina exhaustivamente -instalando productos de la línea Tork Reflex en varios puntos clave- para crear un entorno organizado e higiénico que el equipo de trabajo supo valorar-. Los nuevos dispensadores Tork Reflex contribuyeron a mejorar la fluidez en la cocina, tanto del equipo de trabajo como del servicio. Sus características optimizaron el acceso a las toallas de papel, evitando el riesgo de contaminación cruzada y facilitando una gestión mejor de costes y residuos.
Tras el estudio preliminar, Alan y Simon propusieron la implementación de 6 claves esenciales para optimizar el funcionamiento de un restaurante:
- Seguir la guía C.H.E.F.S de Alan-Control, Higiene y herramientas, Ingeniero, Finanzas y Sistemas, en base a los siguientes puntos:
- Evaluar la situación actual y luego facilitar al personal los recursos y el entorno necesarios para hacer bien su trabajo.
- Diseñar el menú para cumplir con las expectativas del cliente, con el menor estrés posible para los chefs.
- Controlar todos los costes para alcanzar los objetivos.
- Una vez que el proceso esté en marcha, hacer seguimiento y repetir.
- Ubicar estratégicamente los productos de higiene. A sugerencia de Simon, las toallitas de papel y los jabones de manos deberían estar situados en la entrada y salida de la cocina, ubicados a la altura de los ojos para asegurarse de que no se olvidan, con el objetivo de convertir su uso en un hábito.
- Crear un entorno limpio. No sólo favorece la fluidez sino mejora el escenario para que el personal trabaje feliz y a gusto.
- La rotación de las existencias es vital para la higiene: reorganizar y limpiar las neveras, los almacenes y los congeladores para que las reservas no se olviden ni desprendan olores no deseados.
- Una buena cocina siempre debe tener contenedores de basura vacíos: esto minimiza el desperdicio de alimentos y ayuda a evitar la contaminación cruzada.
- La ergonomía es la clave. Todo debe instalarse en la misma dirección en la que trabajas, de izquierda a derecha, y de frente a al personal. Además, siempre hay que disponer de un contenedor de residuos cerca.