Cleanity y FIAB analizan los desafíos de la Industria en materia de seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria es un elemento imprescindible para la industria de alimentación y bebidas y por ello es necesario intensificar aún más no sólo los controles de los materiales de entrada y materias primas, sino también los procesos de higiene y desinfección. Precisamente para abordar qué se está haciendo y qué se puede hacer en esta materia, Cleanity y la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) han organizado un desayuno con representantes de algunas de las empresas y asociaciones del sector en el que se han puesto de manifiesto los grandes retos a los que se enfrentan en materia de seguridad alimentaria.
En palabras de Mariam Burdeos, directora de Cleanity, “reunirnos para analizar qué se puede mejorar y hacia dónde nos dirigimos en materia de seguridad alimentaria, así como identificar los retos que están por llegar es de extremada importancia y de incalculable valor, puesto que las conclusiones que extraigamos pueden ayudar a muchas empresas a adelantarse a posibles crisis alimentarias y, por ende, a evitar cualquier alerta social”.
El sector, consciente de la importancia que ha adquirido en los últimos años la higiene industrial, lleva tiempo trabajando en la mejora de los sistemas de autocontrol y en la creación de guías de mejores prácticas para la limpieza y desinfección. El reto, según coincidieron, es contar con cada vez mejores métodos para analizar los posibles riesgos que puedan surgir, principalmente de origen microbiológico, cuya detección y eliminación sigue siendo uno de los grandes retos de la industria.
“Desde Cleanity hemos atendido las demandas del sector lanzando al mercado el pasado año Cleanity BIO, un nuevo camino en la formulación de soluciones mediante la utilización de extractos naturales para prevenir la aparición de biofilms, además de ayudar a eliminarlos de forma eficaz al tiempo que permite reducir el consumo de agua en la operación completa y la cantidad de biocida necesario”, comenta Antonio Morán, responsable de I+D de Cleanity.
Precisamente la sostenibilidad de los procesos y la adecuada gestión de los residuos originados durante la producción son dos de los grandes retos a los que se enfrentan las industrias alimentarias en su día a día. ¿Cómo limitar el elevado consumo de agua en las empresas? La solución, según coincidieron los presentes, pasa por la apuesta por la biotecnología, que abre la puerta a la creación de nuevos productos.
La tendencia actual es la utilización de materias primas más biodegradables y basados en extractos naturales para la creación de nuevas soluciones, uso de productos enzimáticos, menos agresivos, más concentrados lo que conlleva menos transporte de agua, más fácilmente eliminables de las superficies y con una mayor biodegradabilidad y, por tanto, faciliten la eliminación de residuos.
La biotecnología ayudará no sólo a la gestión de residuos, sino a hacer frente a otra de las grandes preocupaciones de la industria, que es la eliminación de alérgenos. Según reconoció Antonio Morán, “todos los agentes implicados en la Seguridad Alimentaria tenemos un gran reto ante nosotros con la gestión de Alérgenos, y las empresas demandan técnicas de verificación de presencia de alérgenos, y productos y métodos que garanticen su total eliminación”.
Otro de los retos que afronta el sector actualmente es el saber adaptar los diseños higiénicos a las nuevas instalaciones y maquinaria que están que se ponen en marcha o se introducen en las industrias alimentarias. En palabras de Antonio Morán, “las soluciones de limpieza, productos y métodos deben adaptarse a los nuevos procesos productivos y a los objetivos relativos a la seguridad alimentaria que se van planteando y actualizando continuamente”.
Las reflexiones de este encuentro serán incluidas en un Manual de Buenas Prácticas que Cleanity está elaborando junto con FIAB, y que será presentado en el marco de la próxima edición de Alibetopías, que organiza FIAB el próximo 18 de octubre, con el único interés de proporcionar al resto de representantes de la Industria una herramienta que les facilite la toma de decisiones en la puesta en marcha de nuevas soluciones que garanticen las medidas más exigentes en el ámbito de la Seguridad Alimentaria.