Según un estudio enmarcado dentro del proyecto The Healthy Workplace Project de
Kimberly-Clark Professional, las contagios de enfermedades como gripes o resfriados comunes en los lugares de trabajo se pueden evitar hasta en un 80% tomando las medidas adecuadas, como una correcta higiene de manos. Pero el lavado de manos no es suficiente; es necesaria una solución bactericida que elimine todo riesgo de proliferación de microrganismos, una solución como la que ofrece el higienizante de manos en espuma y sin alcohol de Kleenex.
Los higienizantes de manos Kleenex presentan numerosos avances en utilidades para el cliente: su formulación en espuma facilita la aplicación y resulta de alta eficacia, dejando las manos suaves y sin olores o manchas, ya que está libre de fragancias y tintes. Su efecto es instantáneo, dejando una sensación de frescor y limpieza inmediatos en las manos. Al no contener alcohol, tiene múltiples aplicaciones y sus dispensadores pueden colocarse en aquellos lugares donde el alcohol pueda suponer un problema, como las escuelas. Entre otras características, se seca rápidamente y no hay necesidad de enjuagarse después de su uso, por lo que resulta especialmente útil en su formato de botella de 50 ml para el uso individual.
Los higienizantes de manos Kleenex se presentan en tres formatos diferentes: botellas de 50 mililitros, que cuentan con 125 dosis, botellas de 480 mililitros, que contienen 600 dosis, y un formato de 1,2 litros de recarga electrónica para un dispensador especial, que puede ofrecer hasta 1.850 dosis de higienizante de manos. Junto al producto se comercializan diferentes sistemas de dispensación altamente eficaces y comprometidos con el ahorro de recursos, que dispensa únicamente la dosis necesaria de producto. Desde una abrazadera para la botella de 480 ml, que permite fijarla en un lugar accesible a todos, hasta un dispensador eléctrico, que se recarga periódicamente, y que aparece acompañado de un soporte especial que se puede colocar en cualquier área del sitio de trabajo.