Un proyecto global fomenta las buenas prácticas de higiene en el puesto de trabajo
El proyecto, que se desarrolla simultáneamente en los cinco continentes, tiene como fin último crear espacios de trabajo saludables que contribuyan a reducir el absentismo laboral y motivar a los empleados y a la vez cuidar de su bienestar y se aumentando su compromiso con la empresa.
Contempla tres ámbitos de actuación:
- El primero se orienta a identificar y explicar el problema.
- El segundo pone los medios, desarrollos de nuevos hábitos y uso de barreras que cortan la cadena transmisión de los gérmenes, para evitarlo.
- Finalmente, se contemplan diferentes acciones de comunicación y materiales divulgativos para crear una cultura saludable en el puesto de trabajo.
La implementación de este programa ofrece una serie de test que permiten identificar y mostrar a los trabajadores los ‘puntos de foco’ en el lugar de trabajo, midiendo los niveles de ‘concentración de microorganismos’ en su mayoría gérmenes y virus en diferentes lugares de la oficina: puertas, barandillas, fotocopiadoras, teclados, etc.
Salud en el puesto de trabajo
“La salud y bienestar del empleado debe ser un objetivo de negocio, por que un trabajador sano trabaja más motivado”, afirma Adriana DiIppolito, responsable de Trade Marketing de KCP para Iberia. “Esta apuesta —añade DiIppolito— tiene como objetivo ayudar a las empresas a cuidar del bienestar de sus empleados, motivarlos y generar compromiso, reducir la incidencia de las enfermedades típicas de la oficina y con ello, reducir el absentismo y el presentismo”.
Los primeros resultados han demostrado que la puesta en marcha de buenas prácticas de higiene en la empresa permite reducir hasta en un 80% la probabilidad de infección por resfriado común y gripe. Asimismo, disminuyó de un 40 a un 8% el número de personas que podrían ser contagiadas de gripe y se redujo en un 62% el número de personas contaminadas con un virus de diferente tipo.
La ausencia de unos protocolos de higiene básicos favorece el contagio de gripes y resfriados entre los empleados y el aumento de superficies contaminadas por virus. En este sentido, un estudio realizado recientemente por KCP en Francia mostraba que en una oficina hay 400 veces más gérmenes que en la taza del váter de un hogar.
Son múltiples los factores que intervienen en el aumento de la productividad de los trabajadores. Tradicionalmente se han identificado aspectos como la satisfacción personal, el reconocimiento del empleado, el equilibrio entre trabajo y vida personal, la ética de la empresa, su buena gestión, los planes de pensiones, los beneficios sociales, las oportunidades de desarrollo profesional o las actividades deportivas y sociales. Sin embargo, son pocas las empresas que cuidan la higiene como elemento clave para la salud y bienestar del empelado. Es más, en los últimos años se ha identificado un alarmante ‘ahorro’ en las partidas dedicadas a este fin.
Paradójicamente, se ha demostrado que la salud y el bienestar de los trabajadores promueven su compromiso con la empresa, un compromiso que les lleva a ir más allá de los requisitos formales de su trabajo, aportando un esfuerzo extra orientado a lograr mejores resultados. Este compromiso se refleja en una mayor fidelización de los clientes, menor rotación de los empleados, menor absentismo y mayor productividad.
“Las inversiones de las empresas en la salud de sus empleados se orientan normalmente a programas de asistencia para manejar el stress y los conflictos, vacunas contra la gripe o comida más saludable y deporte”, señala DiIppolito. “Ninguno de ellos —añade— van en la dirección de un lugar de trabajo higiénico, cuando un entorno de trabajo limpio y sano es la base de cualquier programa de bienestar de los empleados”.