La industria española del videojuego alcanza una facturación de 1.280 millones de euros
Hace apenas unas semanas, la Asociación Española de Videojuegos, AEVI, presentó su anuario para el año 2022, un informe que constataba que el año pasado se registró un incremento considerable del consumo de videojuegos en España. Así, la facturación aumentó un 12%, alcanzando un récord de 2.012 millones de euros, y el número de jugadores también consiguió anotar un dato nunca visto, con más de 18 millones de jugadores. Año tras año, el videojuego acostumbra a celebrar estos logros, aunque muchas veces no se llegan a bordar las problemáticas reales que afronta el sector.
Además, es importante distinguir entre el consumo de videojuegos y la producción de los mismos. La publicación de AEVI aborda el consumo, que en el caso de España suele registrar una cifra considerablemente mayor a la de la facturación que alcanzan las empresas españolas que se dedican a desarrollar videojuegos. Y así lo ha corroborado la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento, DEV, que ha presentado su Libro Blanco del desarrollo español de videojuegos 2022, donde apunta que la facturación de las desarrolladoras de videojuegos españolas alcanzó los 1.280 millones de euros, lo que supone un aumento del 16% respecto al año anterior. Asimismo, DEV anticipa un crecimiento agregado del 15% hasta el 2025, pudiendo alcanzar los 2.239 millones de euros de facturación.