India, el gran mercado para productos infantiles
India podría ser el principal mercado del mundo para productos infantiles en los próximos años. Obviamente, no se trata de una tendencia a corto plazo, pero los índices de natalidad, junto con las previsiones económicas, apuntan a que pueden aparecer cada vez más oportunidades.
Y es que por ejemplo el mercado del juguete indio podría duplicar su facturación en 2015, superando los 2.200 millones de euros, diez veces menos que lo facturado en 2011 por el principal mercado, Estados Unidos, pero por encima de los casi 800 millones de España, acercándose a los 3.500 del Reino Unido y Francia, e igualando a los países del este de Europa.
Según un informe de Spielwarenmesse, India cuenta con más de 800 fabricantes y distribuidores de juguetes, que dan trabajo a unos dos millones y medio de personas. Un 60% del mercado está controlado por empresas indias o multinacionales con filiales en el país. Estas empresas cada vez están apostando por ofrecer un producto de mayor calidad.
De hecho, está creciendo el dinero que los padres destinan a los juguetes más caros, aunque un 43,8% del mercado sigue destinándose a los productos más baratos, por debajo de las 100 rupias (1,5 euros), según un informe de Euromonitor. Las gamas superiores siguen creciendo, con un 29,2% destinado a juguetes de entre 100 y 200 rupias (1,5-3 euros) y en torno al 10% para cada una de las gamas superiores (entre 3 y 6 euros, entre 6 y 10 euros, y más de 10 euros).
Además, las multinacionales ya llevan años incrementando sus cuotas de mercado. Según Euromonitor, entre 2008 y 2010, la cuota de Mattel habría pasado del 15,2% al 18,5%, mientras que la de Hasbro llegaría al 14,3%, desde el 10,7% anterior, consolidándose ambas empresas como las jugueteras más importantes del país.
También tendrían una presencia destacable Lego, con un 1,1% y Meccano, con un 0,4%. La empresa india con mayor cuota es Hanung Toys & Textiles, con un 4,3% del mercado, ya que una gran parte del sector sigue dominado por las empresas pequeñas y regionales.
El sector de la distribución es que tiene más retos por delante: está formado en su mayoría por minoristas independientes, que controlan el 65% de la facturación, pero ya existe una clara tendencia a la organización y la agrupación.
La clave: la natalidad
Las previsiones también son buenas para la puericultura, mercado que podría crecer un 12% anual hasta 2014, con un incremento de la participación de empresas internacionales y una mayor demanda de marcas, sobre todo desde ámbitos rurales.
A ambos sectores le ayuda el hecho de que la India sea el país con más nacimientos anuales: 25 millones, superando los 18 millones de China. Además, la India cuenta con un 30% de la población por debajo de los 14 años, frente al 15% de España, el 19% de Francia, el 20% de Estados Unidos y el 19% de China.
Actualmente la India es el segundo país más poblado, con unos 1.240 millones de personas. China sigue siendo el primero, con unos 1.340, pero la ONU espera que India se convierta en el más poblado a finales de la década, debido en gran medida a las políticas de control de la natalidad aplicadas en China.
El reto: la economía
De todas formas, la situación económica de la India no es tan positiva como cabría esperar. Según datos de Unicef de 2009, la tasa de mortalidad infantil de niños de menos de un año estaba en 50 de cada mil (en España es de 4). Además, el 18% de los recién nacidos mostraban bajo peso (en España, un 6%), la tasa de alfabetización era para los hombres de entre 15 y 24 años del 88%, mientras que para las mujeres, del 74% (en España, el 100%). Y la renta per cápita era de 1.170 dólares anuales (en España, es de 31.870).
Eso sí, las previsiones son positivas. El PIB de la India alcanzó los 4,06 billones de dólares en 2010, y es ya el cuarto mayor del mundo, por detrás de China (10 billones) , Japón (14 billones) y Estados Unidos (15 billones). Además, el PIB está creciendo a un ritmo del 9,1% (2009) y 8,8% (2010), gracias a que el país lleva años consolidándose como exportador de servicios de tecnología y software.
Además, y con todas las dificultades y contradicciones, India es una democracia desde 1947, lo cual facilita no sólo las relaciones con Occidente, sino las expectativas de futuro y de mejora económica de sus ciudadanos. Falta, por supuesto, cuidar el peligro que suponen las desigualdades.
