Sistema de control para una alta eficiencia al servicio del confort
Matteo Galenda, Application Specialist HVAC Residential de Carel
23/01/2024Nuestro sentido del olfato, por ejemplo, se acostumbra de tal forma que solo cuando salimos y volvemos a entrar en el entorno en el que nos encontrábamos nos damos cuenta instintivamente de lo “viciado” que está el aire que respiramos, por su olor y pesadez. El término “viciado” sugiere inmediatamente la posible insalubridad del aire y sus efectos negativos sobre la salud humana.
En primer lugar, dentro de una habitación donde hay personas, pero también plantas o animales, el oxígeno presente disminuye gradualmente durante el día y esto al mismo tiempo solo puede conducir a un aumento del dióxido de carbono, CO2. Ahora se sabe por múltiples estudios que la alta concentración de CO2 provoca una disminución de la atención y, por tanto, del rendimiento en las personas. Además, pueden surgir irritaciones de ojos, nariz y garganta, migrañas o alergias, con posibles problemas respiratorios en los casos más graves.
El CO2 no es el único factor a tener en cuenta, ya que probablemente habrá otros contaminantes presentes en la mezcla de sustancias (polvo y microorganismos como COV o MP), además de tener niveles inadecuados de humedad relativa (HR). Es fundamental mantener el rango de HR entre 40%-60% para que las personas estén cómodas con la hidratación correcta de las mucosas nasales y limitar al máximo la propagación de bacterias y virus haciendo que se descompongan. El tema de la calidad del aire interior, CAI, y el interés por la relación con nuestra salud psicofísica se ha relanzado con fuerza durante la pasada pandemia de COVID 19.
Considerando que un adulto con buena salud inhala y expulsa al menos entre 10.000 y 12.000 litros de aire cada día y pasa aproximadamente el 90% de su vida en ambientes cerrados (hogar, trabajo o escuela, comercial), es crucial comprender cómo el aire más sano es un factor esencial para realizar cualquier actividad de la mejor manera posible.
Además, al abrir la ventana, ¿estamos haciendo una acción eficiente?
La mayor atención a la calidad del aire se pone entonces en otoño/invierno, cuando el clima es más duro y por un lado intentamos abrir las ventanas lo menos posible para evitar que se escape el calor, y por otro lado es una acción necesaria para renovar el aire del ambiente.
Así, resulta aún más fundamental minimizar la pérdida de calor innecesaria y al mismo tiempo garantizar un sistema que asegure una correcta renovación del aire.
No es casualidad que los nuevos edificios de alta eficiencia y casas pasivas integren un sistema de ventilación mecánica con recuperación de calor. El calor contenido en el aire expulsado se utiliza así en altos porcentajes para calentar el aire fresco renovado (y quizás controlar su humedad) que entra en el sistema, reduciendo el consumo energético para calefacción y aportando un importante ahorro en la factura con una reducción de emisiones de CO2. Dependiendo de las personas presentes en el entorno que determinan los niveles de contaminación interna, la acción de abrir las ventanas para garantizar el mismo intercambio de aire que la unidad de ventilación aumentaría significativamente el consumo para climatizar las habitaciones. Por lo general, estas unidades también pueden funcionar de manera inversa y mantener un confort adecuado incluso en verano recuperando el aire “más frío” que sale del ambiente interno.
Un controlador adecuado para la gestión eficiente de pequeñas UTAs con recuperador de calor
Para contribuir al mantenimiento de ambientes saludables y confortables, Carel ha desarrollado un controlador adecuado para la gestión eficiente de pequeñas unidades de tratamiento de aire con recuperación de calor que se utilizan en el mercado residencial o comercial ligero. El producto µAria, gracias a su lógica de control inteligente, puede definirse como listo para su uso y permite una gestión completa de los dispositivos, modulantes u ON/OFF, presentes en una unidad de ventilación normal (ventiladores EC de alta eficiencia, compuertas de bypass, recuperadores rotativos o de flujo cruzado, resistencias de precalentamiento y batería principal). Gracias a su configuración dinámica se pueden gestionar desde simples unidades de ventilación hasta otras más sofisticadas que requieren la inserción de múltiples componentes.
El software del µAria consigue coordinar de forma óptima todos los dispositivos mencionados y es compatible con diferentes tipos de sondas y sensores (temperatura, humedad, CO2, COV, CAI) que garantizan la medición de los valores de interés para un control óptimo del set point definido, y la notificación de posibles anomalías o alarmas (por ejemplo, fuego/humo, filtros, etc.).
Su programador también permite establecer múltiples franjas horarias para garantizar un mayor ahorro energético en las horas en las que la casa u oficina están vacías y que ahora es imprescindible para cumplir con las cada vez más estrictas normativas de eficiencia. Otra característica distintiva de µAria es un nuevo nivel de usabilidad. Gracias a la conectividad NFC y Bluetooth, los usuarios pueden interactuar con el controlador a través de la app Carel Applica, lo que permite un acceso sencillo a todos los parámetros de la unidad para una rápida configuración y puesta en marcha.