La industria valora la situación del sector juguetero y las previsiones para 2025 (Parte 3)

“La incertidumbre ha marcado la evolución del sector durante el último año. Como en muchas otras industrias, nos vemos influenciados por el contexto global, una caída de consumo a nivel nacional y europeo, la inestabilidad y los conflictos bélicos, que han perjudicado las ventas tanto nacionales como las exportaciones. Las previsiones para este año ya apuntaban a complejas, como así ha sido. A estos factores se han sumado los que ya se enfrenta el sector desde hace tiempo, como la estacionalidad, muy notoria en este país, y el descenso de la natalidad y de la edad de juego. Confiamos en ir hacia un crecimiento moderado en esta última recta del año. Por su parte, el consumidor está cambiando y está marcando las nuevas tendencias en juguetes. Cada vez está más informado y concienciado. Más allá del producto en sí, valora todo lo que hay detrás, como la huella ambiental que deja su fabricación, las buenas prácticas de la empresa, la sostenibilidad, inclusividad y también la innovación”.

“El consumidor de juguetes se dirige hacia el ámbito educacional, busca que el producto aporte un valor añadido. Además, prioriza la calidad del artículo haciendo una comparativa de precios. Respecto al target kidult, es un público con cierta afluencia que nos ofrece la oportunidad de aumentar el número de clientes potenciales. Toda una ventaja teniendo en cuenta el número de nacimientos actual. En la actualidad, nos encontramos un mercado cada vez más exigente, en el que se espera constantemente un mayor número de novedades y productos que sorprendan. Así, el sector juguetero sigue muy cambiante. La innovación o cambio disruptivo que en mi opinión marcará el futuro del mercado es el ritmo de crecimiento de los productos tecnológicos”.

“En 2024, podemos apreciar un descenso en las ventas de juguetes debido a la incertidumbre derivada de los conflictos internacionales y la elevada inflación que todavía afecta a los presupuestos de las familias. Además, la disminución de la natalidad sigue haciendo mella en el mercado potencial del sector del juguete, así como su acceso cada vez más temprano a pantallas y otras modalidades digitales. Los hábitos de consumo en el sector juguetero seguirán marcados por una fuerte estacionalización, en la que el consumidor hará compras más planificadas y menos impulsivas. Además, los consumidores seguirán buscando piezas de calidad, que aporten valores educacionales a sus hijos/as mientras juegan y se divierten de forma segura”.

“La evolución del sector juguetero en el último año está siendo muy conservadora, incluso a la baja, debido principalmente a la incertidumbre que hay a nivel global por los conflictos bélicos y políticos. El descenso de la natalidad está provocando que el juguete tradicional tenga menos opciones y las oportunidades se abren gracias al target kidult, que es lo que nos puede salvar. Respecto a la sostenibilidad, intentamos hacer todo lo que esté en nuestras manos, pero sin que afecte a precio del producto. El principal reto es reinventarse, hay que cambiar el concepto, debido a la baja natalidad y al uso y abuso a muy temprana edad de las pantallas y el mundo virtual. Por último, destacar que a corto plazo esperamos una campaña navideña muy conservadora”.

“El sector juguetero ha evolucionado impulsado por la sostenibilidad, con más demanda de juguetes ecológicos, y por la innovación tecnológica, destacando los juguetes interactivos y educativos. La pandemia ha fortalecido las ventas online y el interés por juguetes que promueven el bienestar. A su vez, la inflación y los problemas logísticos han incrementado costos, mientras que la diversidad y la inclusión ganan terreno en el diseño de productos. Las colaboraciones con grandes franquicias también han sido clave para el crecimiento del sector. Los consumidores buscan cada vez más personalización, optando por juguetes únicos que reflejen su individualidad. Además, hay una creciente demanda de productos sostenibles, fabricados con materiales ecológicos y prácticas éticas. Los juguetes educativos también están en auge, especialmente aquellos que fomentan el aprendizaje en áreas STEM, combinando diversión con educación”.

“En estos momentos, la presión principal sigue siendo la caída de la natalidad, que en nuestro sector se une a los cambios tan rápidos que está habiendo en la forma de consumir, muchos de ellos contrarios a los intereses básicos tradicionales del sector de vender calidad y seguridad para los más pequeños. Necesitamos que las autoridades se involucren en que haya un juego limpio y en las mismas condiciones para todos, ya que no es justo con el trabajo realizado durante años tanto por fabricantes como por el retail. Ahora mismo, las modas cada vez son menos duraderas y el sector cada vez está corriendo menos riesgos dado que no puede permitirse más los problemas de overtoscks de años anteriores. Cada vez hay más juguetes y competencia en todas las categorías y niveles de precio”.

“La evolución del sector juguetero durante el último año ha sido estable, pero marcada por factores como la inflación, el aumento del coste de la vida y un consumidor más selectivo en sus compras. Las tendencias de producto están marcadas por las películas o series de éxito, así como los artículos evergreen que siguen manteniendo un peso importante en el mercado. El segmento kidult y la elección de productos sostenibles van aumentando poco a poco. Siendo aún prioritarios por parte del consumidor factores como el precio y la disponibilidad de producto en la fecha necesaria para él. Los principales retos del sector juguetero pasan por un consumidor más selectivo en sus compras, la bajada de la natalidad, las falsificaciones o la velocidad en los contenidos que están de moda en cada momento”.

“Estamos observando que el sector juguetero está poco activo. La baja natalidad ha provocado que el consumidor destine presupuesto a juguetes para él. En nuestro caso, siempre nuestro producto ha sido mayoritariamente para kidult, con lo que seguimos apoyando al consumidor con artículos adecuados. En cuanto a la sostenibilidad, el sector está respondiendo rápido. En nuestro caso, intentamos ser pioneros hace unos años, cambiando los packagings de los circuitos, de manera que son 100% derivados del papel. El principal reto pasa por afrontar la caída del mercado infantil siendo creativos para seguir creciendo”.

“Creo que el mayor problema es la estacionalidad forzosa a la hemos llegado para las compras de los juegos y juguetes. Deberíamos focalizarnos en intentar crear más cultura de juego para poder ofrecer producto a todo tipo de público durante todo el año. Por otra parte, el pensamiento generalizado de que jugar a juegos de mesa es sola para niños u adolescentes está totalmente equivocado, aunque sea muy antiguo y siga arraigado en la mente de una gran parte de la población. Por su parte, el target kidult avanza sin parar. Cada año que pasa hay más personas que han descubierto los juegos de mes modernos, ya que los que comenzaron en los 90 o antes, ya han tenido descendencia e incluso esa descendencia ha tenido descendencia, por lo que hablamos ya de mucha población que consume este tipo de producto. La oportunidad de ofrecer este tipo de artículos a los clientes está ahí y muchas empresas ya se han subido al carro”.

“Estamos en un momento de cambio en el consumo debido a la situación económica. Es hora de ampliar nuestro público y diversificar estratégicamente la oferta. Aunque siempre podemos competir bajando precios, también existe la opción de vender menos, pero con mayor rentabilidad. La clave está en escoger los productos adecuados y enfocarlos a un público lo suficientemente diverso para superar este bache. Esta estrategia puede ofrecernos mayores garantías a medio y largo plazo en el sector”.

“La industria juguetera no puede provocar más nacimientos en nuestro país. Tenemos que conseguir que los niños jueguen más con juguetes y durante más tiempo. La ley de la oferta y la demanda rige un sector que en los últimos años ve reducido su parque de clientes. Creo que hay que poner el foco en una demanda que, siendo en términos de consumidores niños y niñas, puede crecer en valor por consumidor y en número de años que esos niños y niñas ven atractivo nuestro sector. A corto plazo creo que no debemos esperar grandes cambios en un sector tradicional como el juguetero y en una coyuntura que no deja espacio a apuestas arriesgadas. Si jugamos a mirar el futuro, creo que la inteligencia artificial será uno de los elementos que someterán al sector a un debate ético y un desarrollo de juguetes espectacular”.

“Considero que la evolución del sector juguetero en el último año ha sido negativa, marcada por el descenso de la natalidad y unas compras de menor importe. Respecto a las tendencias de mercado, estamos observando que muchos juguetes han sido reemplazados por los artículos tecnológicos, como los móviles y tablets, que cada vez se incorporan a los niños en edades más tempranas. En cuanto a la sostenibilidad en el sector juguetero, creemos que aún no hemos notado una gran incidencia por parte del consumidor a la hora de realizar su selección del juguete”.

“Desde hace unos años ha habido un importante cambio en el uso de los teléfonos móviles o tablets en la infancia. El uso excesivo de estos dispositivos puede tener efectos negativos en el desarrollo de los niños como la disminución de la capacidad de atención, problemas en el lenguaje, alteraciones del sueño, sedentarismo, problemas visuales o conductas adictivas son solo algunas de ellas. Estamos en una sociedad hiperconectada, pero a la vez solitaria frente al móvil por eso es muy importante concienciar de lo importante que es el juego en esta etapa de desarrollo de los niños y fomentar actividades alternativas como jugar con juegos que estimulen las actividades creativas y que permiten una interacción social. Además, como adultos debemos dar ejemplo controlando el uso de dispositivos en presencia de los niños y tenemos que fomentar momentos en familia sin el uso de este tipo de dispositivos que ayuden a desarrollar mejores habilidades sociales y emocionales, el juego y las actividades compartidas fortalecen los lazos familiares y dan soporte emocional a los niños”.

“Pensamos que en el sector juguetero los cambios se van a producir más en el canal de venta. El consumidor tanto online como offline busca un canal especializado con un conocimiento profundo del producto, con una oferta variada y sobre todo con una atención diferenciada. Respecto al target kidult, cada vez es más común que los niños abandonen los juguetes tradicionales en una edad temprana, por lo que se están desarrollando productos diferenciados que atraen a un público más mayor que ya había abandonado la compra de juegos y juguetes tradicionales”.

“El sector juguetero tuvo un buen comienzo de año durante el primer trimestre, pero después se ralentizaron las ventas, probablemente debido a cierta incertidumbre económica entre los consumidores. El interés por los coleccionables dirigidos al mercado kidult ha crecido visiblemente entre los compradores minoristas. Respecto a los hábitos de consumo, hemos detectado que actualmente los tickets de compra son más pequeños y con más rotación con vistas a maximizar la relación calidad-precio del producto. Mirando al futuro, creo que la categoría kidult ayudará a contrarrestar el descenso del consumo de la categoría de juguetes. El principal reto del sector es la bajada de la natalidad, así como la reducción del uso por parte de juguetes de los niños, que tienden, a edades más tempranas, a pasarse a otro tipo de productos de ocio”.