¿Cómo afecta la problemática del transporte marítimo al sector juguetero?
La pandemia de la COVID-19 ha provocado también cambios en el transporte marítimo, debido a la gran escasez de barcos y contenedores, y a la alta demanda de los consumidores. El gigante chino ha provocado en los últimos meses un cuello de botella logístico en la distribución de las mercancías, cuyas consecuencias pueden tener un impacto directo en la Campaña de Navidad. Para analizar cómo afrontan esta problemática desde el sector juguetero, conversamos con Santiago Agudo (Colorbaby) e Ignacio Gaspar (Toy Planet), que comparten sus puntos de vista respecto a esta situación.
Tras la pandemia de COVID-19 y el parón en la producción derivado de la caída en la demanda provocada por la bajada de consumo, el sector juguetero (y todos los sectores en general), afrontan ahora una nueva problemática relacionada con el transporte marítimo, principalmente el que viene desde la China. La vuelta paulatina a la normalidad ha provocado un aumento de nuevo de la producción, y con ello ha crecido también la necesidad y la demanda de contenedores para hacer llegar los productos necesarios al punto de destino. Viniendo de la crisis sanitaria, con la que se paralizó la actividad, este nuevo arranque ha provocado que escaseen los contenedores, provocando afectaciones en las rutas y en los precios (en algunos casos se han llegado a multiplicar por diez las tasas). Esta situación puede provocar que aquello que demandemos para la Navidad no llegue en la fecha indicada, debido a la gran cantidad de pedidos demorados. Además, el problema no es únicamente la falta de mecanismos, sino que también lo es que los costes han aumentado desmesuradamente tras la pandemia. Ante esta situación, el sector juguetero, cuyas ventas se concentran principalmente durante la Campaña de Navidad, es uno de los más afectados, y por ello hemos querido conversar con Santiago Agudo, director comercial de Colorbaby, e Igancio Gaspar, director general de Toy Planet, que comparten con nosotros su visión sobre la problemática.
¿Cómo está afectando la problemática de la importación desde China a fabricantes y distribuidores del sector?
COLORBABY: “Como todos sabemos, la mayoría del comercio tiene una total dependencia de la producción en China y, por lo tanto, se verá afectado por cualquier causa que se origine allí. En este caso, las consecuencias son más que notables porque afectan a los dos factores corazón del negocio: los costes y la disponibilidad. Y son consecuencias negativas intrínsecas porque no contribuyen en modo alguno a mejorar los resultados de las empresas. Los incrementos en coste se repercuten, y terminan afectando a toda la cadena de la distribución. Esto crea una ‘selección natural’ donde algunos productos se extinguirán al no responder a la condición de valor percibido. El resto, al aumentar su precio, tendrán más dificultades para defender la rotación habitual. Este año no será tan crítico en este último aspecto, simplemente porque habrá problemas de disponibilidad”.
TOY PLANET: “De la misma manera que a los detallistas, con retrasos en las entregas, ya que no se ha podido embarcar los productos en la fecha deseada, principalmente por falta de espacio, más que por retrasos de producción. Todo esto ha acabado derivando en un retraso medio de entre dos y tres semanas en las implantaciones. Además de la falta de contenedores y espacio, hay otros factores como las dificultades de algunos puertos ante los efectos de la pandemia, las rutas más largas que deben seguir los buques, etc. Al final, el problema es que se han juntado el hambre con las ganas de comer”.
¿Cómo cree que está afectando esta misma problemática a los detallistas?
COLORBABY: “Los detallistas son también parte de la cadena, por tanto, las repercusiones son las mismas. Se ven igualmente obligados a vender más caro, lidiar con escasez de producto, ser mucho más selectivos realizando promociones y, en su caso, además, deben buscar alternativas de aprovisionamiento más cercanas”.
TOY PLANET: “La principal afectación es el retraso en la implantación completa de la colección de Navidad, con la media de retraso que puede estar rondando las tres semanas. En un año normal, a día 31 de octubre ya teníamos implantado el 90% de la colección, y este año la implantación en esta misma fecha ha estado en un 70%, y no se acabará de implantar al 100% hasta la tercera semana de noviembre”.
¿Cómo están lidiando desde su empresa con esta situación?
COLORBABY: “Desde marzo del 2020 todas las compañías hemos aprendido que el entorno es volátil, incierto, complejo y ambiguo. ¿Cómo se puede convivir con esa situación? Sin tener una respuesta mágica, ayuda mucho apoyarse en la flexibilidad, en la diversificación y en la anticipación. La curva de aprendizaje se ve condicionada por los valores y bagaje de cada empresa, pero estos ya no pueden ser inmutables”.
TOY PLANET: “En nuestra marca propia adelantamos un mes los pedidos a China respecto a otros años, lo que nos ha permitido tener implantada la marca propia mejor de lo que podíamos suponer a estas fechas. Igualmente, nuestras colecciones de producto nacional fueron comunicadas con tiempo a nuestros socios para poder cerrar los pedidos de programación a tiempo. En cuanto a costes, más que nunca, la gestión de la divisa ha sido clave para compensar la subida de fletes y materias primas, que se pagan precisamente en dólar”.
¿Qué consecuencias cree que acarreará esta problemática?
COLORBABY: “En el corto plazo, la falta de disponibilidad de producto y el aumento de los precios se están viendo compensados con la demanda existente por parte del consumidor, que también percibe escasez y quiere comprar. A medio plazo, es posible que estas circunstancias remitan, pero recordemos que el entorno es volátil, incierto, complejo y ambiguo. Nuevas situaciones, ahora improbables, pueden presentarse”.
TOY PLANET: “Por un lado, veremos retrasos en las ventas de algunas novedades, que otros años se vendían ya a principios de noviembre. Pero en ningún caso habrá desabastecimiento de juguetes, como parece que se ha querido transmitir desde algún medio de comunicación. Por otro lado, veremos una subida del precio de venta al público (PVP) a nivel general en el mercado. El flete medio en el sector del juguete podía suponer otros años un 5%, pero este año se ha multiplicado por 6 y por 7, lo que ha provocado una subida final en PVP del 15% de media, aproximadamente”.
¿Han tenido que cambiar su manera de trabajar para hacer frente a esta situación? ¿De qué manera?
COLORBABY: “Ahora estamos preparados para tomar decisiones de gran calado y aceptar cambios profundos en nuestra forma histórica de trabajar, pero de una manera reflexiva y consecuente. Vemos imprescindible reforzar los lazos con nuestros clientes. Es en estos momentos donde la sinergia deja de ser una aspiración para convertirse en una necesidad”.
TOY PLANET: “La parte positiva, por buscarle una, es que desde finales del año pasado se veía venir esta situación de falta de espacios, falta de contenedores, retrasos de rutas, subida de fletes, etc. Esto nos ha permitido prepararnos con tiempo, para poder seleccionar mejor el producto en función de su coste y volumen (la ratio dólar/metro cúbico este año era clave para decidir productos en igualdad de condiciones comerciales) y adelantar los procesos para compensar retrasos que de otra forma nos hubieran perjudicado mucho más en Navidad”.