Las complicaciones de la importación desde China continuarán en 2022
El miedo a un posible desabastecimiento en Navidad está llevando a industria y retail a comprar por encima de sus necesidades y mucho antes de lo esperado, generando cuellos de botella en unas cadenas de suministro que ya se encontraban tensionadas por la falta de personal y los límites generados por el Covid-19. La situación es crítica y el pánico de las empresas (incrementando sus pedidos) solo está agravando la situación. Los nuevos pedidos por miedo no van a lograr que los productos lleguen antes a las estanterías, más bien todo lo contrario. La gran esperanza es que todo este nudo se deshaga antes de Navidad. En principio, si la mayor parte de los pedidos se están realizando ahora, para finales de año se podría aliviar la presión, aunque esto es algo que aún está por ver.
Esta coyuntura se ve agravada por los cortes de electricidad que se han extendido por casi toda la geografía china y que suman retrasos en la producción. Por una cosa u otra, los regalos que repartirán Papá Noel y los Reyes Magos llegarán más tarde de lo habitual o no llegarán a tiempo. Se descarta un desabastecimiento generalizado, pero puedan faltar algunos productos en concreto. A continuación, destacamos una selección de valoraciones de las empresas jugueteras sobre esta problemática. Para Maite Bellido, directora general de Aquamarine Games, “el transporte marítimo es nuestro principal problema, ya no solo por el coste desproporcionado, sino también por la falta de profesionalidad y ética de las navieras a la hora de saltarse las escalas y no respetar los bookings previamente confirmados. Por desgracia todo apunta a que la situación no mejorará en 2022”. Por su parte, Arnaud Sattonnay, CEO de BB Grenadine, detalla que “esta situación lamentablemente no va a poder resolverse en un corto plazo, ya que es un eslabón del sistema que ya presentaba deficiencias, pero como estas no solían afectar a la escala sobredimensionada cómo ha ocurrido después de la pandemia no estaban poniendo los medios para un correcto reajuste según las necesidades de la economía global. En la problemática marítima hay un elevado número de interlocutores que para solventarlo se han de coordinar y esto todos sabemos que necesita su tiempo”. Según Marco Sebastiani, country manager de Clementoni Ibérica, “creemos y todos sabemos que, además del problema del transporte, también han aumentado de una forma muy exponencial los costes de las materias primas y la producción. Por lo tanto, consideramos que esta situación va a durar algún tiempo más y este aumento de costes se verá reflejado también en los lineales a medio-largo plazo”. Mientras que Juan Pedro Devesa, director general de Epoch para Imaginar, opina que “no hay expectativas de una mejora rápida, así que al menos el primer trimestre del 2022 seguiremos como hasta ahora. Esto generará un ajuste de precios en todos los aspectos, lo cual repercutirá en el PVP, pero igual es hasta positivo y podemos darle al juguete el valor que se merece y no estar siempre en una oferta continua”. A lo que Marco Antonio Juan, administrador de Muñecas Antonio Juan, añade que “los problemas que afectan al transporte marítimo están siendo muy complicados para las empresas de todos los sectores, no solo del juguete. Estos, junto al encarecimiento de las materias primas y el incremento de los costes energéticos, suponen un gran problema que puede verse reflejado en un encarecimiento del producto final de cara a los consumidores. De todos modos, el cómo afrontar o nos afecten directamente estos problemas va a depender mucho de las estrategias y el funcionamiento interno de cada empresa”. Y, Camilo Bernabeu, gerente de Muñecas Paola, concluye que “es un tema complejo porque no depende de nosotros y no podemos hacer nada al respecto. Nos preocupa mucho porque nos afecta doblemente. Primero por la compra de materias primas e importación de las mismas y después por el tema de exportación que nos afecta igualmente a la hora de asumir costes para exportar nuestro producto. Habrá una subida de precios generalizada, intentaremos que sea la menor posible, para que no sea contraproducente”.
Por parte de la distribución juguetera, Roberto Pascual, propietario de Hola Caracola, resalta que “no creo que la situación mejore hasta, al menos, mediados del próximo año 2022, debido al tapón creado en el transporte marítimo y a los problemas de suministro de energía para los fabricantes chinos. Como pequeño distribuidor, una de las pocas opciones que nos queda para actuar frente a ello es la previsión y anticipación en los pedidos”. Según Juan Manuel Pedrosa, presidente de Jugueterías Innovatoys, “no creo que la situación que tenemos cambie a corto plazo, para el próximo año continuaremos con los mismos problemas o incluso se acentuarán algo más. En este momento tenemos subidas de precio considerables en materias primas y transporte marítimo. Para el próximo año se prevé que nos veamos afectados por nuevas subidas de tarifas por culpa del transporte terrestre y el encarecimiento del suministro eléctrico. Ante este panorama nosotros, como tiendas detallistas, poco podemos hacer, solo buscar la mejor oferta para nuestros clientes”. Por su parte, Andrés Galán, gerente de Jugatoys, manifiesta que “la problemática del transporte marítimo parece que se va a alargar en el tiempo más de lo que esperábamos, así que la subida de precios para 2022 será muy importante. Por lo tanto, tendremos que analizar muy bien los costes de los artículos y pensar en los PVP finales para ver qué cantidad será capaz de absorber el mercado con los precios nuevos”. E Ignacio Gaspar, director general de Toy Planet, concluye que “hay dos vertientes en la problemática del transporte marítimo. Por un lado, el espacio disponible para embarcar y, por otro, los precios. Ambos, previsiblemente, mejorarán a partir de marzo de 2022, pero más la ocupación que los precios. Estos últimos bajarán, pero no al ritmo de mejora de la ocupación”.