Devir, me encanta Catan, ¿ahora qué?
Catan se ha convertido en la excusa para las reuniones alrededor de una mesa, y ahora la gente pide más. ¡Vamos a explorar juntos algunas posibilidades!
SABER QUÉ ES LO QUE NOS GUSTA
El mercado español recibe un alud de novedades al año. Muchas de ellas están destinadas a un nicho muy concreto de aficionados, pero existen verdaderos clásicos que gustan a un público muy transversal y universal. Nos ceñiremos a estas apuestas seguras bajo el criterio de ¿qué es lo que le gusta a nuestro grupo de juego?
El juego moderno tiene muchas categorías diferentes. Antes solo importaban la duración y la complejidad. Viviamos la dictadura del “de 3 a 99 años”, eso ya no funciona. Las personas necesitan decidir qué criterio de juego va a ver en la mesa y cuáles no son los adecuados para la ocasión.
¿CON INTERACCIÓN O SIN INTERACCIÓN?
El primer factor a considerar es si queremos un juego con mayor o menor interacción entre los jugadores. Existen juegos como Catan, en los cuales es imprescindible hablar con el resto de jugadores y interactuar con ellos. Pero también tenemos clásicos en los cuales cada jugador diseña su estrategia personalmente, donde su influencia en las estrategias del adversario pasan por la propia dinámica de juego y no se basan en la negociación. El mejor ejemplo de esta forma de jugar sin interacción entre jugadores es Carcassonne.
En Carcassonne cada jugador coloca por turno una ficha sobre la mesa, mediante una mecánica similar al ancestral dominó, intentando controlar grandes espacios y ciudades del mapa que va surgiendo en la mesa conforme los jugadores colocan sus piezas.
Si por el contrario, el grupo adora interactuar, su segundo juego puede ser Código Secreto. Un juego donde los participantes se dividen en dos grupos, en el cual el líder de cada uno de ellos utilizará una palabra para dar pistas sobre otras palabras afines, que los jugadores que van con él deberán correlacionar. Algunos podrían creer que se trata de un juego de palabras para amantes de los diccionarios, pero saber palabras es menos importante que conocer a los miembros de tu grupo, ¡para guiarlos de manera casi telepática! Un juego de interacción máxima.
¿QUEREMOS COMPETIR O PREFERIMOS COLABORAR?
Esta es otra pregunta que debemos formularnos. En la actualidad existen muchos juegos cooperativos en los que los participantes se ayudan para “derrotar al juego”. En La Isla Prohibida el grupo intentará huir de una isla que está hundiéndose bajo las aguas, con el máximo tesoro posible; en Rescate los jugadores colaborarán en la extinción de un fuego haciendo de valientes bomberos y en El Señor de los Anillos los jugadores serán hobbits intentando destruir el Anillo antes de que Sauron les corrompa. Son juegos divertidos que refuerzan el sentimiento de grupo y que exigen de una toma de decisiones correcta entre todos.
Por otro lado, si lo que apetece es competir unos contra otros quizás Clank es una buena opción. Cada jugador intentará adentrarse al máximo en un dungeon para hacerse con los mejores tesoros, pero deberán hacerlo en silencio y no despertar al dragón que lo habita. El jugador que consiga salir de la guarida con el mayor tesoro ganará la partida. ¡Y no todos los jugadores lograrán volver a la superficie! ¡Mucha competitividad y mucha temática!
¿EL TEMA ES IMPORTANTE, O NO?
Pues depende. Podemos pasar unos ratos hilarantes con Sushi Go, un juego “party” donde los jugadores construyen las mejores combinaciones de nigiris y makis en un entorno temático alrededor del Sushi. Es uno de los juegos más populares de los últimos años, pero las cartas podrían ser de sushi, o de pasteles, o de plantas, o de animalitos. El tema añade diversión, pero no está ligado a la mecánica de juego.
Otro ejemplo de juego poco temático, pero excelente es Ubongo. Si en Sushi Go interaccionamos todos alrededor de una baraja de tipos limitados de Sushi, compitiendo, en Ubongo cada jugador tratará de solucionar su rompecabezas antes que los otros, pero el tema del juego no es relevante y la interacción es mínima.
Por el contrario, la galardonada internacionalmente colección de “escape rooms” EXIT basa su atractivo en la colaboración interactiva de los participantes, con la fuerte temática que encontramos en todos los enigmas de cada aventura.
Si nos gustó el concepto de colocar fichas como en Carcassonne y queremos algo más de temática, de interacción y de competencia entre los jugadores, podemos escoger poner en la mesa el Alhambra, donde en cada partida trataremos de hacer el mejor y más completo palacio granadino de la sesión.
EN RESUMEN
Una vez hemos jugado unas cuantas partidas de Catan apetece explorar nuevas experiencias de juego. Ante todo hay que tener la mente abierta para probar juegos de todo tipo. Deberemos escoger aquellos que nuestra tienda favorita, o las webs de los editores, nos recomienden como juegos familiares -no necesariamente para niños- porque son los que han demostrado tener un público más amplio, y diverso. Más adelante, el propio grupo o el organizador de la partida, sabrá qué es lo que más conviene a esos jugadores, o cuál ha sido el tipo de juego que más han triunfado en la mesa.
Por oferta de juegos buenos que pueden ser un segundo paso como jugadores... ¡las tiendas están llenas! ¿Qué tal uno de gestión de recursos y colocación de trabajadores? Algunos de mis juegos favoritos son así. Mi elección personal fue Stone Age, pero no revelaré si es temático, o hay mucha interacción... Mejor hacedlo vosotros mismos, descubrir nuevos juegos forma parte de la diversión y siempre resultará más gratificante hacerlo mismo.
Devir Iberia
Tel. 93 238 98 70
www.devir.es