Entrevista a Myriam Sallés Mingels, gerente de Nap-Buf
Nap-Buf inició su actividad hace 45 años, y en la actualidad cuenta con un establecimiento de 130 metros cuadrados. Su gerente, Myriam Sallés, nos explica la importancia que adquiere en el negocio el juguete “con valor añadido”.
Con un establecimiento físico formado por unos 130 metros cuadrados, Nap-Buf, tienda especializada en el negocio juguetero, se ha ido afianzando con la venta de “juguetes más educativos, con un valor añadido detrás”, tal como revela Myriam Sallés, gerente del negocio. Presentamos un extracto de la entrevista donde Sallés nos explica los inicios, evolución y características del establecimiento que actualmente se encuentra en la ciudad de Barcelona. La entrevista completa la encontrarán en la edición 222 de JUGUETES b2b (Junio / Julio de 2017).
- ¿Cuál es la filosofía empresarial que caracteriza Nap-Buf?
- A grandes rasgos, en Nap-Buf no contamos con juguetes que no daríamos a nuestros propios hijos. Tengo cuatro hijos y es la filosofía que me he impuesto siempre a mí misma. Si hay un juguete que yo no se lo daría a mi hijo, por la razón que fuese, no lo tengo. De hecho, es necesario que éste tenga un valor añadido, en general. Entre el 89-90% de los artículos que tenemos es un juguete muy flexionado. En las ferias, cada juguete que compramos, lo tocamos, lo medimos, lo abrimos. No nos sirve cualquier novedad.
- ¿Qué criterios tienen en cuenta a la hora de escoger los productos y marcas que escogen para su catálogo?
- No es que cada año escojamos las mismas marcas por una razón en concreto. En este sentido, no tenemos en cuenta la marca, por la marca en sí. Al escoger los productos y marcas, el artículo me tiene convencer. No mido tanto el beneficio económico que vaya a tener el producto, sino que preferimos mantener el prestigio que tenemos con juguetes que fomenten la creatividad, la imaginación, más próximos a un juguete tradicional. Sin embargo, cada vez nos resulta más difícil, ya que al llegar el grande o medio distribuidor, se lleva esa marca que tú has tenido en exclusiva dos años. Asimismo, cuando esto ocurre, nos gusta pensar que al menos, durante esos dos años, hemos podido ofrecer ese producto que no ha tenido nadie. Así, al ser un pequeño comercio, tu poder de compra es mucho más reducido, pero siempre encontramos marcas distintas.
- ¿Cómo es el cliente que acude a vuestra tienda?, ¿cuáles son sus prioridades?
- Creo que el cliente que viene a nuestra tienda lo hace porque ofrecemos un producto diferente, dentro de la moda, y con un servicio extra, que es la personalización con cada consumidor que acude al punto de venta. El cliente no entra y se sirve solo, nosotros estamos con él desde el inicio de la compra, hasta que se marcha por la puerta. Esta es nuestra filosofía, que el cliente esté atendido todo el tiempo que pasa en nuestra tienda, que pueden ser diez minutos, como una hora. De hecho, cuando los clientes entran, ya esperan este servicio, sabiendo que aquí no es un sitio al que van a llegar y van a estar solos, sino que van a tener una explicación de lo que se están llevando. Incluso, una recomendación de no comprar un producto si consideramos que no es el adecuado. En este sentido, el cliente se siente acompañado en todo el proceso.
- A grandes rasgos, ¿cómo valoras la evolución del sector juguetero?, ¿hacia dónde crees que se dirigen las nuevas tendencias?
- No soy muy positiva en este sentido. Ventas a parte, el tema juguetero está complicado porque la infancia cada vez se acaba antes. Mientras la franja de edad que va desde el nacimiento del niño hasta los tres o cuatro años se vende muy bien (franja en la que la gente invierte más de cara al bebé), de los 7 a los 11 años al juguete se le da menos importancia. Es la franja de edad en la que los niños siguen siendo niños, pero es muy difícil encontrar cosas para ellos, precisamente por las nuevas tecnologías. En este sentido, creo los adultos hacemos a los niños mayores de lo que son, siendo los primeros que ponemos la dificultad. Así, el creador del juguete, si realmente la infancia la estamos matando a los 7 años, las cosas que puede crear irán dentro de lo mismo. Por eso, debido a la tendencia que se está dando en la sociedad en sí, lo veo un tema complicado.