Entrevista a Federico Carrillo, director general de Imaginarium
Federico Carrillo, actual director general de Imaginarium, junto a otros dos socios internacionales, han apostado por el resurgimiento de la empresa juguetera.
Actualmente Imaginarium tiene en España 72 tiendas y está presente en diferentes países europeos y del resto del mundo. En esta entrevista, Federico Carrillo nos explica la situación actual del negocio y cómo han reorientado la compañía, además de valorar la evolución del sector juguetero.
- ¿Cuándo y por qué decidió formar parte del negocio de Imaginarium?
- Cuando me enteré de que una empresa, como Imaginarium, que tiene una misión única en el mundo, estaba a punto de desaparecer, pensé en que tenía que hacer algo al respecto, ya que este cierre generaría un impacto negativo importante en el desarrollo de la niñez. Yo, como padre de cuatro hijos, todos educados mediante el juego experiencial, interactivo y sensorial, no podía permitirlo.
- ¿Cuáles son sus responsabilidades? ¿Y qué objetivos principales se ha marcado?
- Primeramente, y lo más importante, es diseñar e implementar la estrategia corporativa de la empresa; además, de alinear todos los recursos de la compañía hacia la entrega de una experiencia emocional perfectamente integrada dirigida a todas las personas involucradas en el desarrollo de las habilidades y felicidad real de los niños.
- Se ha apostado por un cambio de modelo de tienda. ¿En qué consiste este proyecto?
- Se trata de un modelo novedoso, que reemplaza la tienda tradicional -más enfocada en maximizar exposición y venta de productos- por un gran cuarto de juegos abierto a todo el público para potenciar la experiencia y el desarrollo holístico de los niños y sus familias.
- ¿Cómo se fomenta la experiencia del consumidor en el punto de venta?
- Hemos seleccionado una serie de productos diferentes para que los niños puedan probar y jugar a distintas actividades. La tienda está dividida en áreas experienciales, y los juguetes están a la altura de los niños. Por ejemplo, de esta manera, es muy fácil que al ver un puzzle empezado, unos disfraces colgados en una percha, unos cochecitos en la estantería, abiertos sin ningún tipo de pakaging, los niños vayan a cogerlos para jugar. El “niño no toques, estate quieto” en Imaginarium no sirve.
- En una era tecnológica. ¿Cómo se consigue motivar al niño hacia el juguete y el juego tradicional?
- No es al niño al que hay que motivar, sino a los padres. Conocemos lo cómodo que es dar una pantalla y “apagar” al niño. Llevan años publicándose artículos en los que se demuestra que la sobreexposición a las pantallas en menores de 8 años es preocupante y negativa para el desarrollo cognitivo e incluso afectivo. Se pierden habilidades sociales y de psicomotricidad. Incluso en Silicon Valey, el “paraíso tecnológico”, algunos directivos han tomado medidas restrictivas para sus hijos. Se sabe que generan adicción, y darle un producto adictivo a menores de 8 años es muy peligroso. El juguete “tradicional” no tiene esos riesgos, fomenta la imaginación, creatividad, motricidad, e incluso genera tiempo de calidad en familia.
- ¿Qué considera que busca el niño en el juguete? ¿Y sus padres?
- Un niño principalmente busca divertirse. Explorar, investigar, descubrir, crear cosas nuevas a la vez que se lo pasa en grande; y los padres también quieren la felicidad de sus hijos. Pero un padre ve más allá que el niño, y sabe la importancia de fomentar intereses y de que el niño aprenda. Busca en el juguete que, aparte de que se lo pase bien y le guste (evidentemente), aprenda algo nuevo y se desarrolle. Esto es lo que persiguen y logran los juguetes Imaginarium.
La entrevista completa a Imaginarium se encuentra en la edición nº 234 de JUGUETES b2b de Diciembre 2019.