Las redes sociales: oportunidades, pero también dudas
Cada vez se habla más de la presencia y de la influencia de las redes sociales: de cómo las opiniones que los consumidores publican en ellas tienen efectos sobre las ventas, de cómo pueden usarse para mejorar la comunicación con nuestros clientes y del cambio que están provocando en esta comunicación, que cada vez es más horizontal, entre iguales.
Aun así no son pocos los escépticos, y no sin motivos: es cierto que muchas de las redes sociales que ahora mismo son más influyentes podrían desaparecer en unos años o al menos perder la preeminencia actual. También es verdad que no sirve de nada tener miles de seguidores si esto no se traduce en ingresos, y más cuando muchas empresas prefieren comprar seguidores falsos sólo para que sus perfiles aparezcan inflados.
Y por supuesto, es difícil gestionar la presencia en redes: se necesita a profesionales que sepan comunicar y llegar a su público objetivo, y que le dediquen al medio el tiempo y la atención que necesitan. Muchas veces, en lo que se refiere a las redes sociales, los aciertos pasan desapercibidos, mientras que los errores se pagan caros.
De todas formas, hay un motivo por el cual hoy en día es casi imprescindible estar en redes sociales: simplemente porque nuestros consumidores están allí. Las cifras son contundentes: mil millones de perfiles activos en Facebook, 500 millones en Twitter y 225 millones en Linkedin, por citar las redes más conocidas.
Obviamente, cada empresa ha de llevar la estrategia de comunicación que considere más adecuada, pero si quiere llegar a sus clientes, tiene que ir a donde ellos estén. Hoy en día, una gran mayoría de personas entra cada día en estas redes sociales y disfruta de los contenidos que otros usuarios y también muchas empresas les ofrecen. Ya no hay que preguntarse si merece la pena estar en redes sociales, sino directamente cómo hacerlo para que esa presencia aporte valor.