“Los padres y los abuelos buscan con verdadero interés el juguete más adecuado para el pequeño”
Tradición juguetera, atención personalizada y trabajo son algunos de los pilares fundamentales de Bazar Horta, una de las jugueterías con más historia de Madrid. Fundada en 1931, la compañía es ahora el reflejo del esfuerzo de una familia que ha dedicado su vida al sector del juguete. Alfredo Horta, gerente propietario de Bazar Horta, nos habla en esta entrevista del trabajo de tres generaciones que han mantenido viva una tienda de juguetes de referencia.
- Bazar Horta inició su actividad en 1931. ¿Podría detallarnos brevemente los inicios del negocio?
- El Bazar Horta inicia su andadura en 1931 gracias a su fundador José Horta, en el mismo lugar donde ahora está situada la tienda, en la calle Conde Peñalver 25 de Madrid. En aquellas fechas, dicha zona estaba localizada en el extrarradio de Madrid, próximo al cruce de las calles de Alcalá y Goya, una zona con no muchos comercios y relativamente cerca de la Plaza de Toros de las Ventas, ya en las afueras de aquél Madrid de los años 80.
- ¿Cuál es la filosofía empresarial que define a Bazar Horta?
Sin duda nuestra filosofía es la atención personalizada con nuestro cliente, tratando de conseguir que se vaya satisfecho y se sienta contento con nosotros.
- En estos más de 80 años, ¿cuáles destacaría como los momentos clave más importantes? ¿Cómo ha evolucionado el negocio?
- A lo largo de estos 85 años el barrio se ha ido transformando en una zona de grandes comercios y nuestro establecimiento, bastante sencillo entonces, ha ido transformándose y ampliando su superficie de venta y su espléndido escaparate, que siempre tratamos de cuidar para conseguir que siga siendo atractivo para nuestros pequeños clientes.
- ¿Cómo han evolucionado los compradores de juguetes desde entonces?
- La gran oferta y variedad experimentada en el mundo de los juguetes en las últimas décadas, nos obliga a ser más profesionales para dar satisfacción a los pequeños, a los padres y abuelos, que cada vez están más informados y buscan con verdadero interés el juguete más adecuado para el pequeño. ¡Es un detalle significante la ilusión que los abuelos ponen en acertar en su elección!
