Videojuegos: ¿es bueno o malo jugar?
Jugar a videojuegos no es malo per se, sino que si se hace con criterio y en cantidades dosificadas puede ser bueno para los niños. Según un estudio de la universidad de Oxford, los niños que juegan con su videoconsola u ordenador una hora o menos al día tienden a ser más sociables y felices que aquellos que no lo hacen.
Aunque, por el contrario, si los niños exceden este límite de una hora diaria, los efectos positivos de los videojuegos se desvanecen. De hecho, los niños que pasan más de tres horas jugando delante de la pantalla tienden a ser menos felices que los que no lo hacen, así como a tener problemas de hiperactividad y déficit de atención.
El estudio, publicado en la revista Pedriatics y realizado a través de una muestra de 4.899 niños británicos de 10 a 15 años, habla de vínculos emocionales entre videojuegos y críos, aunque destaca que una cosa no es causa única de la otra, ya que la felicidad del niño viene determinada por muchos otros factores. Uno de ellos relacionado con que familias que se pueden permitir comprar videoconsolas suelen ser de un nivel económico medio-alto, lo cual influye en el estado psicosocial del niño.
Un debate eterno
El efecto de los videojuegos sobre los niños tiene a los académicos afrontados. Múltiples estudios han vinculado jugar a la videoconsola con comportamientos violentos, mientras que otros lo desmienten y afirman sólo efectos positivos de esta práctica, como que mejora la visión y las capacidades intelectuales de los más pequeños.