‘Unboxing’: ¿qué es lo que lo hace triunfar?
Hablamos con la psicóloga Alicia Martos sobre los porqués del éxito del ‘Unboxing’, que en la actualidad ha conseguido convertirse en una nueva forma de publicidad, sobre todo en el sector juguetero.
Ya se ha convertido en uno de los fenómenos más populares en las redes sociales. Y, aunque no se trate hoy en día de una práctica nueva, desde el año 2015 encumbró a muchos youtubers e influencers del momento, y en la actualidad tiene un gran peso en las nuevas generaciones de consumidores. Hablamos del fenómeno del ‘Unboxing’, que en inglés significa ‘sacar de la caja’. Se trata, en este sentido, en grabarse desempaquetando un producto nuevo para después colgarlo en la red, como si se tratase de una especie de directo para los suscriptores a su canal. Una actividad que puede parecer simple, pero que en mayo de 2017 estaba presente en cinco de los 25 canales más vistos de YouTube.
No obstante, aunque dicho fenómeno ha llegado a todo tipo de usuarios y productos, en el mercado juguetero es probablemente donde más haya calado. Uno de los productos que más se ven en la red desempaquetándose es el juguete y es entre los más pequeños que está teniendo más éxito. De hecho, va a hacer ya dos años desde que Disney organizó en el canal de YouTube una maratón de 18 horas en la que los internautas pudieron ver en directo cómo se desempaquetaban objetos relacionados con la nueva entrega de “La Guerra de las Galaxias". Y esta iniciativa no fue casual: la decisión de Disney evidenció hasta qué punto se había convertido en una moda muy provechosa para las marcas, que en la actualidad se utiliza como una nueva forma de publicidad. En este sentido, uno de los canales más populares en YouTube es Fun Toys Collector Disney Review. Con más de nueve millones de suscriptores, y hecho para niños, en él pueden verse vídeos en los que se sacan juguetes de cajas desde todo tipo de ángulos.
Pero, ¿por qué?
¿Qué es lo que lo hace tan exitoso, sobre todo entre los más pequeños? Según la psicóloga Alicia Martos, “ya sabemos que todo lo concerniente a emociones hay siempre que contextualizarlo”. Así, tal como añade la experta, hay que tener en cuenta que ante esta actividad, “ya conocemos que es un regalo, un objeto deseado, exótico o novedoso, y por tanto se potencia la emoción por la anticipación que hacemos de la posterior felicidad que se va a producir”. Sin embargo, dicho aspecto no es el único a tener en cuenta.
A continuación destacamos lo más relevante para la psicóloga:
- La sorpresa
Uno de los factores fundamentales que según Martos convierten esta acción en un fenómeno exitoso y atractivo es el de “generar expectativa, inducir en el público la emoción de sorpresa”. Esta emoción, en principio, es la única que no tiene un valor positivo ni negativo por sí misma, es neutra, “no será buena ni mala y según las experiencias previas (si hemos tenido más sorpresas positivas que negativas) adquirirá un valor para nosotros u otro”. Es más, cuando recibimos una sorpresa agradable nos sentiremos incluso más felices que aquellos que están en una situación similar a la nuestra pero no han sido sorprendidos con anterioridad. Esta potencia, esta fuerza con la que sentimos felicidad tras la sorpresa nos ‘engancha’ a buscar constantemente este previo para reforzar ese gozo mayor. Por lo tanto, “la sorpresa cumple aquí un doble efecto: potencia el sentimiento de felicidad posterior y hace que recordemos el objeto por largo tiempo”, explica Alicia.
- La empatía
La segunda clave que menciona Alicia es el del contagio emocional de la ilusión, la empatía: “los seres humanos disfrutan viendo disfrutar, esto se lo debemos a nuestras neuronas de la empatía”. La experta explica que cómo algunas zonas del cerebro vinculadas a las emociones se activan “exactamente igual”, somos nosotros quienes las experimentamos como cuando vemos a otras personas vivenciándolas. Las neuronas espejo nos permiten ponernos en el lugar del otro y sentir lo que el otro siente. “Si vemos a alguien con ilusión y felicidad al obtener un objeto, nosotros lo sentiremos de igual forma al observarlo, experimentando sensaciones como: vigorosidad, competencia, transcendencia y libertad. La experiencia subjetiva que se siente en este proceso de empatía es un estado placentero, deseable, sensación de bienestar y sensación de autoestima y autoconfianza”. Por esta razón, igualmente, lo buscamos y queremos repetir la experiencia.