Cómo preparar el jardín para una temporada de crecimiento espectacular
Marzo es un mes ajetreado, pero gratificante para los jardineros. Se empiezan a ver los primeros signos de la primavera, y es el momento idóneo para preparar el jardín para una gran temporada de crecimiento. Así, la experta en jardinería, Fiona Jenkins, de MyJobQuote.co.uk, ofrece algunos consejos clave para que el jardín cobre vida en muy poco tiempo.

Preparar el suelo para la siembra
Si ya se ha terminado de cavar en invierno, ahora se pueden hacer los últimos preparativos para preparar el suelo para la siembra de plantas y cultivos. Deben eliminarse las malas hierbas, retirarse piedras y residuos no deseados, espolvorear fertilizante orgánico sobre el área y rastrillar la superficie hasta dejar una cama suave y esponjosa para las semillas.
Durante el invierno, cuando los jardines están menos atendidos, comienzan a crecer malas hierbas. Deben eliminarse tantas como se pueda antes de preparar la tierra, ya sea con un herbicida o a mano. Es aconsejable rastrillar el suelo para mantener el flujo de aire y asegurarse de que las semillas y plántulas tengan los mejores nutrientes y materiales para crecer cuando se empiece a plantarlas.

Limpiar y afilar las herramientas de jardinería
Las herramientas de jardinería limpias y afiladas ayudan a prevenir la propagación de enfermedades de las plantas, además de durar más tiempo y ahorrar dinero a largo plazo. Para limpiarlas eficazmente, se puede usar un estropajo, agua caliente y un detergente fuerte. Las herramientas metálicas como palas, azadas, rastrillos y llanas también pueden necesitar aceite para mantenerlas en buen estado y evitar la oxidación.
Este también es un buen momento para ordenar el cobertizo, deshacerse de lo que ya no se necesite o herramientas duplicadas, y comprar los reemplazos necesarios junto con los suministros para la temporada de crecimiento, como fertilizantes y compost.
Comenzar a sembrar frutas y verduras
Es un buen momento para comenzar a sembrar en interiores semillas de ciertas frutas y verduras, como tomates, berenjenas, chiles y pepinos. Estos cultivos prefieren condiciones cálidas para crecer y prosperar, por lo que es mejor mantenerlos en interiores hasta que broten. Un invernadero es ideal, pero un alféizar soleado también puede servir.
En el exterior, cultivos como guisantes, zanahorias, remolacha, cebolletas y habas ya estarán listos para sembrarse en el suelo que se ha preparado. También es un buen momento para plantar patatas tempranas, cebollas, ajos y chalotas, y trasladar frutas como las fresas a un entorno de crecimiento al aire libre.
Plantar bulbos de verano
A medida que la primavera avanza, el suelo comienza a calentarse, por lo que es un gran momento para plantar bulbos que florecerán en verano. Estas flores suelen encontrarse ya crecidas y en plena floración en los centros de jardinería durante el verano, pero esta es la forma más cara de comprarlas, y es fácil cultivarlas por tu cuenta.
Algunos de los mejores bulbos de verano para plantar en primavera incluyen dalias, begonias, lirios, peonías y gladiolos. Plantarlos en marzo garantizará una hermosa floración en los meses de verano. Solo hay que asegurarse de tomar las precauciones necesarias para proteger las plantas en caso de heladas tardías.

Fomentar la vida silvestre
Marzo es un buen momento para preparar el jardín para atraer más fauna. Si se es amante de los pájaros, quizás ya se hayan mantenido los comederos llenos durante el invierno. Pero, ¿por qué no dar un paso más y construir una casita para pájaros?
Los ‘hoteles’ para insectos también son una opción divertida y ecológica. Esta actividad es especialmente buena para hacer con niños, ya que pueden decorarlos y luego observar los insectos que los visitan. Un estanque también es una gran forma de atraer vida silvestre, y se puede crear uno improvisado sin necesidad de cavar.

Preparar el césped para la primavera
Con la llegada de la primavera y el verano, es posible que se empiece a notar que el césped ha quedado un poco descuidado tras el invierno y necesita arreglos. Para ello, es recomendable definir los bordes del césped y eliminar el musgo y las malas hierbas no deseadas que han crecido en los meses fríos.
Además, debe aportarse al césped un fertilizante rico en nutrientes a principios de la primavera para devolverle su salud. Sembrar más semillas de césped en estos meses también ayudará a aumentar su densidad. Si ya no hay riesgo de heladas, incluso se podría empezar un programa de siega regular.
Limpiar los restos de jardinería
Antes de poder reorganizar los muebles de jardín, pintar las vallas y embellecer el espacio para disfrutarlo en verano, primero se debe limpiar los restos acumulados. Esto incluye ramas y hojas caídas durante el otoño e invierno, que pueden albergar enfermedades y bacterias que pueden infectar tus plantas si no se eliminan.
Una vez que se hayan limpiado los restos de jardinería, no deben tirarse. Estos materiales son ideales para crear compost. Para obtener una mezcla nutritiva perfecta, pueden combinarse con restos de frutas y verduras, bolsitas de té, tubos de papel higiénico, cajas de cereales y cáscaras de huevo.

Limpiar el patio
Una vez que se hayan retirado los escombros, se notará que el invierno ha dejado un rastro de suciedad en el patio, terraza u otras superficies duras. Hay que barrer la suciedad antes de proceder a una limpieza profunda.
Una hidrolimpiadora será la forma más rápida y eficaz de devolverle el brillo. Sin embargo, si no se tiene una, se puede hacer el trabajo manualmente mezclando agua caliente con vinagre y frotando la zona con un cepillo de jardín.