Evergreen Paisajismo diseña el parque Princesa Leonor de Valdebebas
Evergreen Paisajismo ha diseñado un nuevo modelo de parque para Madrid, cuyo objetivo es acercar el campo a la ciudad para mejorar las condiciones ambientales, así como para el disfrute de sus ciudadanos.
Con una superficie de 78 hectáreas el parque Princesa Leonor se suma a las 190 hectáreas del Parque Forestal Felipe VI, para continuar la labor de representar las principales formaciones vegetales de la región y de su entorno geográfico, y difundir la importancia ambiental de los sistemas forestales para la ciudad.
Tras dos años realizando actuaciones de regeneración y construcción, el fin de la obra en marzo de 2023 marca el principio de una nueva etapa: los próximos años de conservación serán especialmente importantes para consolidar las plantaciones y equipamientos, sin olvidar la presión que supone el uso del público. Al igual que el Parque Forestal Felipe VI, este nuevo espacio verde en Valdebebas también necesitará de unos años hasta que se consolide y pueda ofrecer todos los beneficios ecosistémicos previstos, además de un lugar privilegiado de encuentro con el paisaje y lugar de esparcimiento para los vecinos. El tiempo es un ingrediente ineludible para un nuevo parque.
El carácter del interior del parque
El Parque Central surge de un concurso internacional de ideas promovido por la Junta de Compensación y el Ayuntamiento de Madrid en el 2009, debido a la gran importancia que tenía este espacio para la urbanización. La propuesta ganadora ‘Sol y Sombra’ planteaba una interesante fórmula: un preparque a lo largo del frente edificado con paseos, plazas estanciales y núcleos de juegos infantiles, que admitía su realización independientemente del resto del parque. Esta fórmula ha permitido que la Junta de Compensación pudiera completar gran parte de la llamada Fachada Urbana en el 2018, mientras se gestaba un Convenio con el Ayuntamiento para poder realizar el resto.
Filosofía de diseño
Un aspecto central del diseño han sido las Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), acciones y procesos que emulan la naturaleza para proteger y restaurar ecosistemas con una gestión sostenible y afrontar los retos ambientales: el cambio climático, la gestión de recursos, la seguridad alimentaria o la calidad del aire y del entorno.
Cuando los proyectistas abordaron el espacio interior de 78 hectáreas en el 2019, se encontraron con un espacio deteriorado, sobre todo por su uso como zona auxiliar para la construcción de la urbanización. Tras analizar la situación, se decidió recrear el mosaico de paisajes que antiguamente hubo en el ámbito, un planteamiento que implicó la realización de actuaciones de restauración para iniciar un proceso de creación de paisaje donde prima el enfoque ecosistémico con plantaciones autóctonas que favorecen la biodiversidad.
Restauración hidrológica
Se recupera la función hidrológica con la restauración de cauces secos y dos arroyos, el arroyo de Valdefuentes en el límite con la urbanización y el arroyo de Valdehigueras en el límite con el Parque Forestal. La mayor humedad de estos corredores propicia la creación de corredores ecológicos.
Las pluviales se acumulan en una laguna en el punto bajo del parque, con un aliviadero para permitir que el excedente de agua pueda llegar al arroyo de Valdebebas y al río Jarama.
La regeneración del suelo
Debido al gran tamaño del ámbito de actuación y el grado de alteración del suelo original, el plan de gestión de suelos fue considerado de máxima importancia para iniciar el proceso de regeneración del suelo que permitiera el establecimiento de las plantaciones del parque.
Tras los movimientos de tierra, se extendió e incorporó al terreno materia orgánica, seguida de laboreos e hidrosiembras de tratamiento de suelo.
Una única zona de 3,8 hectáreas junto a la laguna mostró tener suelo saludable, fue protegida durante las obras y de ella se extrajeron muestras de microfauna con las que se elaboró un cultivo aplicado al terreno con las hidrosiembras para iniciar la actividad microbiana fundamental para la formación de suelo.
Desde el punto de vista del mantenimiento y gestión, este enfoque permite un menor consumo de agua, facilita las labores de mantenimiento y fomenta la autorregulación del sistema. Además del componente medioambiental también es importante señalar el aspecto cultural, al poner en valor paisajes propios frente a propuestas de paisaje de otras latitudes, como son el estilo paisajista inglés frecuentemente utilizado en el pasado en los parques, con un alto componente de praderas de césped que ya no sería posible para cumplir la Ordenanza de Gestión del Uso Eficiente del Agua en Madrid. Quizás, una de las características de los paisajes de la zona centro que hay que reivindicar es la marcada estacionalidad, con una cobertura verde de praderas naturales en época de lluvias, principalmente en primavera y otoño, y el agostamiento y color pardo del verano.
En el año 2021 se celebró un concurso para la creación del Bosque Metropolitano de Madrid, recuperando una antigua aspiración de anillo verde para rodear la ciudad de Madrid, y del cual forma parte tanto el Parque Forestal Felipe VI como el nuevo parque Princesa Leonor en Valdebebas. El Parque es un importante precedente para esta actuación por varios motivos: el planteamiento ecosistémico, el ensayo de nuevas técnicas y también el equipamiento previsto.
Se compone de tres tipos de paisaje interrelacionados.
Los paisajes del nuevo parque
Se han realizado actuaciones de restauración para iniciar un proceso de creación de paisaje donde prima el enfoque ecosistémico, con plantaciones autóctonas que favorecen la biodiversidad.
Un parque de estas dimensiones solo puede tener éxito si se trabaja con los procesos naturales.
• Paisaje de Ribera y Laguna: 22 ha
• Paisaje Agrícola: 22 ha
• Paisaje de Dehesa: 28 ha
La zona de ribera: junto a la fachada urbana se ha restaurado el arroyo de Valdefuentes con especies propias de los arroyos del centro peninsular. Durante la época de lluvias las vaguadas de drenaje del parque conducen el agua de tormenta hasta el arroyo hasta el punto bajo del parque donde se forma una laguna, todo ello conformando un valioso corredor ecológico.
Arbolado: Fresnos, sauces, chopos y olmos resistentes a la grafiosis.
Vegetación arbustiva de arroyos secos y orlas espinosas: aladierno, olivilla, rosas silvestres, sauco y zarzas.
La laguna cuenta con dos orlas de vegetación, dependiendo de su capacidad para soportar el encharcamiento: el juncal y el carrizal.
La zona agrícola: el centro del parque está destinado al paisaje productivo con una variedad de cultivos que se pueden encontrar en la región, principalmente frutales de secano y, en zonas con menor pendiente, cultivos de secano. Los setos vivos junto a los caminos ofrecen un hábitat para aves e invertebrados que ayudan en el control de plagas. Se han plantado también varios campos de colza y alfalfa, plantas leguminosas que servirán de abono verde para la regeneración del suelo y que más tarde permitirá la implantación de otros cultivos.
En el jardín de polinizadores se han plantado plantas nutricias e instalado hoteles de insectos para fomentar la presencia de este importante grupo de invertebrados, para llamar la atención sobre la disminución alarmante de los insectos que polinizan las especies cultivadas en el campo.
Árboles: principalmente olivo, almendro, pistacho, azufaifo y membrillos.
Seto vivo: mezcla de plantas espinosas como aladierno, endrino, espino común, viburno común y rosa silvestre.
La dehesa: en las zonas altas del parque se encuentra la dehesa con árboles dispersos, arbustiva y cubierta herbácea. Un ecosistema con una rica biodiversidad relacionada con el aprovechamiento del bosque mediterráneo.
Árboles: encinas, alcornoques, quejigos y rebollos y también pinos carrascos y piñoneros.
Estrato arbustivo: jara, lavanda, oreja de liebre, zamarrilla, coscoja, retama, romero, aliaga, botonera y tomillo entre otras.
Equipamientos del parque
Los equipamientos ofrecen servicios de acogida al visitante y ayudan a fomentar la vitalidad del parque con su contenido y programación.
En la entrada principal se han reciclado edificios de la fase de urbanización del ámbito. A pocos metros de la estación de Cercanías se encuentra el edificio de información del parque, alquiler de bicicletas y un edificio para concesión de cafetería.
Plaza de cumbrera
La plaza de cumbrera se emplaza en el punto más alto del parque y cuenta con un quiosco. Desde la misma se disfruta de vistas panorámicas hacia la sierra, el centro de Madrid y el barrio de Valdebebas. Además, se pueden visualizar los diferentes paisajes que componen el parque.
Educación ambiental
El Centro de Educación Ambiental está dotado con una sala de exposiciones, aula, oficina y aseos para ofrecer a la ciudadanía actividades y exposiciones vinculadas con la formación y difusión medioambiental y cultural.
Plaza de la alberca
La plaza de la alberca acoge un edificio en el que se localizarán las instalaciones de los futuros huertos urbanos comunitarios del parque. Cuenta con oficinas, vestuarios y almacén de materiales. Una gran alberca en la entrada del edificio da nombre a la plaza.
Juegos infantiles
Diseñados para el parque por los especialistas de Lappset, los juegos infantiles adquieren la forma de los insectos que nos benefician, en particular los insectos que polinizan los cultivos en la agricultura.
Señalética
La señalética aporta información sobre los ecosistemas y las especies plantadas. De la misma forma, facilita la orientación y planificación de los recorridos para llegar a los puntos de interés del parque.
El parque en cifras
Biodiversidad:
- Árboles: 5.025
- Especies: 34
- Arbustos: 143.650
- Especies: 64
- Hidrosiembras: 60 ha
Accesibilidad:
- Número de accesos desde el paseo de Fachada Urbana: 11
- Caminos y sendas peatonales: 8,5 km
- Caminos accesibles: 6,5 km
- Senda ciclable: 2,8 km
Lucha contra cambio climático:
- Superficie plantada: 91% superficie
- Absorción CO2: 45.700 T (50 años)
- Gestión eventos de tormenta: percentil 95%
- Suelo mejorado: 77% superficie